31 de agosto de 2013

Para guardar la orientación del psicoanálisis - Judith Miller

                                                                                              Judith Miller

Cartas a los amigos
Para guardar la orientación del psicoanálisis
De Judith Miller a Pablo E. Chacón

En su forma actual, la lógica del discurso del amo admite que el ser humano es un viviente, pero deja de lado que es un viviente que habla. De este modo olvida (y hace olvidar) los efectos que se desprenden de ello. El primero es que tratando de expulsar por la puerta al síntoma -furor sanandi-, éste retorna por la ventana, tal como Freud lo constata.
La consecuencia es esa “crueldad sonriente”, según la bella fórmula de Jacqueline Dheret: la de encontrar métodos o “buenas prácticas”, “recomendadas” porque son aprobadas por la autoridad política o por autoproclamados expertos en evaluación. Esta lógica conduce a reducir al ser hablante a un productor-consumidor del que se espera conseguir alguien que no ponga ningún grano de arena en la máquina aceitada del mercado mundial, todos puestos a marchar al paso de la norma, formateados como robots sobre un premodelo de bienestar y felicidad. Este totalitarismo soft querría imponerse en nombre de un universal que conjuga los derechos del hombre y la ciencia a través de operaciones de marketing que se jactan de la novedad de los métodos consensuales.

Es a lo que está confrontado en la actualidad el psicoanálisis. Esos ataques no son una novedad, como lo demuestra la historia desde que Freud nombró la palabra inconsciente. Ser atacado es algo bueno. Aún le es necesario al psicoanálisis saber guardar su orientación, sin ceder sus principios y evitar la autosegregación que resultaría de un desinterés de los nuevos pasos que la ciencia puede dar: las ilusiones del amo hipermoderno. Es clave no sólo resistir al cientificismo y a las operaciones de marketing que vienen a su apoyo, a menudo por vía de medios dóciles, cómplices de los imperativos del discurso capitalista.

Escuché recientemente a una mujer dedicada a la política que decía: “Hay pequeñas cosas que tienen gran importancia”. Ese principio me parece que condensa la orientación que exigimos, en términos muy simples, y tienen, además, la ventaja de subrayar que “pequeñas” cosas tienen una “gran” importancia. Formado en el psicoanálisis como experiencia personal, un practicante sabe, por ejemplo, que el ser humano es un viviente cuyo cuerpo está marcado por la lalengua, y que el pequeño hombre (el niño) es portador de un saber para escuchar, haya o no hecho la “elección” autista. Los niños también saben, casi de entrada, que al dirigir las palabras a un analista, éstas toman todo su peso, y les alivian el sufrimiento y la soledad que son propios de cada uno.

24.08.2013


Fuente

30 de agosto de 2013

Entrelibros 09 - La Mesita de Luz


LA MESITA DE LUZ

¿Qué andas leyendo?
Preguntamos a Flory Kruger

¡La mesita de luz! ¡Lugar privilegiado para tener cerca todo lo que necesitamos cuando, después de la agitación del día, llega el momento del descanso! En la mía, encontrarás el reloj despertador, ese que suena cada mañana anunciando que hay que ponerse en marcha, alguna foto familiar, los perfumes que uso según el estado de ánimo, y por supuesto, el libro que estoy leyendo en esos ratos que dejan libres los textos de  estudio que quedan en el escritorio. Los últimos que me acompañaron fueron excelentes. Una forma de vida, de Amelie Nothomb. La escritora es una de las protagonistas de esta ficción, el otro, un soldado norteamericano que está en el frente de batalla en Irak, desde hace 6 años. Lo que lleva a Amelie a escribir esta novela es su interés por una carta que recibe de este soldado pidiéndole su ayuda. El síntoma de la obesidad y el padecimiento que eso le produce, me llevó también a mí a escribir un trabajo sobre el cuerpo para el próximo Enapol. Se trata de una historia fascinante, que como analistas, nos interesa especialmente, por la transformación que se produce del sufrimiento en placer, cuando el soldado, a partir de una sugerencia de la autora, imagina poder hacer algo creativo con su síntoma.
Luego leí La cena de Herman Koch, una novela ácida y provocadora que transcurre en Holanda durante una cena de dos parejas, cuyos hombres son hermanos. Competencia, celos, rivalidad, envidia, agresividad y violencia, van creciendo en los personajes, frente a una decisión a tomar, que involucra a sus hijos, comprometidos en un asesinato, situación límite que pone en juego una posición ética y moral. Ahora estoy con Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan. La historia comienza a partir del impacto producido en la autora, frente a la muerte poco clara de su madre. Luego y a la espera, el último de Amelie Nothomb, Matar al padre, y así, sucesivamente, una larga lista…
Siempre me pregunto, ¿cómo puede haber gente que se queja del aburrimiento, cuando existe el recurso a la lectura?

¿Qué se lee en la ciudad?

En esta oportunidad tuvimos el gusto de entrevistar a Mónica y Homero de la librería Paradigma (Maure 1786). Sobre los libros que más se leen en la ciudad mencionan Nada se opone a la noche, una novela autobiográfica de Delphine De Vigan, de editorial Anagrama, Limónov, una novela de Emmanuel Carrère, de la misma editorial y El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura, una novela sobre el asesinato de León Trotski,  de editorial Tusquets. Entre los libros más pedidos sobre psicoanálisis están El lugar y el lazo, Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller, de editorial Paidós, Piezas sueltas, también de la serie de los cursos de Miller, de la misma editorial y de muy reciente aparición, y El Yo- Piel, de Didier Anzieu, de editorial Biblioteca Nueva.

Dentro de las novedades literarias nos recomiendan: El camino de ida, una novela de Ricardo Piglia, de editorial Anagrama, sugieren especialmente En breve cárcel, una novela de Sylvia Molloy, de Fondo de Cultura Económica, y Mi ángel tiene alas negras, un policial de Elliott Chaze, de editorial La Bestia Equilátera.

Ver más en: Entrelibros 09

29 de agosto de 2013

Boletín Bordes 06

Fragmento de la Campaña Disecando a Dalí, Picasso y Van Gogh
    Agencia de publicidad DDB Brasil

BORDES
No. 6
22 de Junio de 2013

Boletín de la NEL hacia el VI Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana
XVIII Encuentro Internacional del Campo Freudiano

HABLAR CON EL CUERPO
LAS CRISIS DE LAS NORMAS Y LA AGITACIÓN DE LO REAL
Buenos Aires, 22 y 23 de noviembre de 2013

EN ESTE BOLETÍN
Editorial.- Ruth Hernández B.
Acerca de la observación de Lacan sobre el “retrato de Dora” De Helene Cisoux.- J Gavlovski
Una maestría sobre el cuerpo.- Carlos Márquez

OPINIONES Y COMENTARIOS
Recordatorio para ENAPOL, 2013
Comentario del artículo: Festividad religiosa como suplencia frente a lo real.- Gabriel George.
Comentario del Artículo: Lo mental, lo corporal y lo psíquico.- Patricia Expósito
  
mi cabeza como una gran canasta
 lleva su pesca
 deja pasar el agua mi cabeza

mi cabeza dentro de otra cabeza
 y más adentro aún
 la no mía cabeza

mi cabeza llena de agua
 de rumores y ruinas
 seca sus negras cavidades
 bajo un sol semivivo

mi cabeza en el más crudo invierno
 dentro de otra cabeza
 retoña

Blanca Varela


EDITORIAL
Ruth Hernández
NEL Caracas

En este número, Gavlovski nos introduce en una nueva dimensión: el cuerpo en el teatro. La repetición, que en el teatro es el ensayo, es una repetición en la que el actor/la actriz ha de aprenderse “el texto unido al cuerpo, al movimiento corporal”. Gavlovski apunta a un bien decir necesario para el que actúa, lo que implica incorporar el cuerpo a ese decir, “saber-hacer” otro cuerpo: el cuerpo del personaje. Es el propio goce del actor el que vendría a agregarse a la consistencia imaginaria del cuerpo del personaje y el hueco estructural consecutivo a la falta de significante en el Otro. Son los actores los que realizan  el texto, “se trata de la histeria”, citando a Laurent, “en tanto organiza el texto para el Otro, la histeria en cuanto lazo”. Si de algo sabe el actor es de servirse de la histeria para lograrlo.

Carlos Márquez, por su parte, nos trae el sufrimiento del cuerpo como instrumento de protesta. Cuerpos en huelga de hambre hasta el borde de la muerte o la muerte misma. Cuerpo que “demanda de justicia frente a un estado que se percibe como incapaz de otorgarla, o tan siquiera de escuchar lo que se tiene que decir”. Una respuesta frente al Otro. Luego nos presenta los modos cosméticos de autopunición asociados a un “bajar de peso” para encajar con un ideal, la promesa de una “maestría sobre el cuerpo desde el yo”.

Acompañamos este número de fotografías. El fotógrafo, nos señala Roland Barthes, busca atrapar "el evento cuya existencia no podrá repetirse…, la ocasión, el Encuentro, la Tyché, lo real en su expresión infatigable". La posición desde donde se mira es lo que nos interesa, en tanto al igual que el deseo del analista, busca obtener la diferencia absoluta.

La primera fotografía es un fragmento de la campaña “Disecando a Dalí, Picasso y Van Gogh”, realizada por la agencia de publicidad DDB Brasil, con la finalidad de invitar a los interesados a inscribirse en la MASP Art School de Sao Paulo. De los tres artistas tomamos la representación de Dalí, pues como sabemos, tuvo un encuentro con Lacan en los años 30… ¿de qué forma la propuesta de uno pudo haber aportado elementos para la del otro?

Por otro lado Steven Klein, hace click sobre dos mujeres: la locura maniatada versus la bella indiferencia absoluta. Finalmente tenemos la mirada de Bohnchang Koo, quien cose sus fotografías utilizando el hilo como símbolo de la fragilidad de los vínculos humanos. Ensambla con sus hilos un cuerpo fragmentado, sereno y frágil, en un intento de revelar la invisible presencia de la vida.
¡Buena lectura!
      
 Steven Klein (1962)
Blanco Institucional

ACERCA DE LA OBSERVACIÓN DE LACAN SOBRE EL  “RETRATO DE DORA” DE HELENE CISOUX.

Johnny Gavlovski
NEL Caracas

Cuando Eric Laurent en el Argumento para ENAPOL hace referencia a Le Portrait de Dora, de Hélène Cixous, señala cómo Lacan explica: "Quiero decir que la realidad –de las repeticiones, por ejemplo– es a fin de cuentas lo que ha dominado a los actores".

Es importante aclarar que en francés, a los ensayos de teatro se les llama: “repeticiones”. Pero, ¿se trata de repetir en el sentido freudiano del término? No, se trata de ensayar. ¿Y qué es esto? Se repiten las escenas, con vistas a que el actor/la actriz se aprenda el texto unido al cuerpo, al movimiento corporal. Y eso no siempre pasa. A veces hay dificultad. Como decía Joyce: “lo importante es que la palabra encaje en la boca de quien lo dice” y eso, no siempre sucede.

El actor debe buscar cómo decir el texto. El bien decir del mismo; y luego, apropiarse de éste, es decir, hacerlo suyo. ¿Qué quiere decir esto? Poder incorporarlo a su cuerpo, a ese cuerpo que tiene, para poder “saber-hacer” otro cuerpo: el cuerpo del personaje. Darle consistencia imaginaria. Mientras esto no se logra, no hay interpretación actoral. No deja de ser el actor que repite-balbucea un texto. Como el actor que hace de Freud o la actriz que hace de Dora en la referida obra. El actor inhibido o el que es incapaz de representar otra cosa que no sea a sí mismo. En cambio, el actor que se permite buscar otra consistencia, entregarse para dejarse parasitar por ese otro llamado personaje, ahí algo ocurre. Eso es lo que se llama búsqueda del personaje. Un otro a quien se le presta en primera instancia el propio cuerpo a…a’  Y cuando el actor le da el cuerpo al personaje, le entrega uno ya cizallado por el significante, el cuerpo de la histeria.

Pero hay algo más: Lacan nos dice:
“A lo imaginario y a lo simbólico, es decir cosas que son muy extranjeras la una y la otra, lo real aporta el elemento que puede mantenerlas juntas.”(1)

Obviamente, es el goce del actor que se engancha con esta situación. Desde allí propongo entender la apreciación de Lacan: "Quiero decir que la realidad –de los ensayos, por ejemplo– es a fin de cuentas lo que ha dominado a los actores". Lo que los domina, es su propio goce, ese “plus que agrega a la consistencia imaginaria del cuerpo del personaje y el hueco estructural consecutivo a la falta de significante en el Otro” (2) que, en este caso, es más patente cuanto que ese Otro es el dramaturgo, de quién nunca se sabrá qué quiso escribir, o del director, que no siempre dice lo que intenta hacer en su mise en scene, puesta en escena o mejor dicho, puesta en acto de un texto sobre la escena.

Esto es lo que viene a explicar lo que Eric Laurent nos dice al escribir: 
…Está pues realizada de una forma tal que lo que dominó a los actores no fue el texto sino la pragmática misma del decir. Eso ayuda a desprenderse de la idea de que el significante organiza un texto que organiza a los actores. Allí son más bien los actores quienes realizan el texto. "Se trata de la histeria", subraya, en ese espectáculo…(3)

La histeria en tanto organiza el texto  para el Otro, la histeria en cuanto lazo. Pero también habría que decir histeria en cuanto:
1.- Identificación histérica, en tanto identificarse con el síntoma del Otro, por participación. (Argumento, apartado Síntoma e identificación)
2.- En cuanto que darle un cuerpo a un personaje es de entrada, darle un cuerpo cizallado por el significante, y si de algo sabe el actor es de eso, servirse de la histeria, para lograr eso.(argumento, apartado: Lo mismo y el cuerpo de lo real)

Laurent cita a Lacan cuando señala que: 
…entre los actores la que no interpreta a Dora está muy incómoda [embarrassée]. "No muestra todas sus virtudes de histérica". Hay que destacar el término virtudes. El actor que interpreta a Freud está aún más incómodo, tiene un aspecto muy fastidiado, "eso se ve en su rendimiento". Lacan dice: "Tenemos allí la histeria […] que podría llamar incompleta. Quiero decir que la histeria siempre es dos, en fin, desde Freud.

¿Cómo entender esto? La que no-hace a Dora esta incómoda. El que interpreta a Freud está fastidiado. La pregunta es: ¿realmente interpretan? ¿Realmente se han colocado en el a’? ¿O permanecen en sí-mismos, inmersos en el goce que les implica la incomodidad y el fastidio?
En algún lugar de los “Estudios sobre la Histeria”, Freud señala que traduce los “no sé” del paciente por “no quiero saber”, y el fastidio por “no querer hacer”. En última instancia, la no-Dora y el incómodo Freud, no son lo suficientemente histéricos, no hacen vínculo ni con los otros actores, ni con el público (léase los textos de Freud sobre el teatro donde señala la identificación del espectador con el actor). ¿Quizás esta no-Dora y el fastidiado actor sean un ejemplo de la belle indifférence? ¿Serán muestra de esta tal histeria incompleta de la que habla Lacan?

Referencias
(1)  Lacan, J El sinthome Seminario XXIII. Edit Paidos Bs Aires, 2006 pg. 132
(2)  Portillo, R El sinthome, acontecimiento del cuerpo http://acpnelcaracas.blogspot.com/
(3) Laurent, Eric Argumento hablar con el propio síntoma, hablar con el propio cuerpoENAPOL, 2013 http://www.enapol.com/

Comité organizador BORDES: Piedad Ortega de Spurrier, Marcela Almanza, Elida Ganoza, Johnny Gavlovski E., Ruth Hernández

Ver más en: Bordes 06

27 de agosto de 2013

Contra la ilusión religiosa
La autora anticipa en este artículo, el argumento de la conferencia- seminario que dictará en el III Coloquio de la Escuela de la Orientación Lacaniana, Sección Rosario. "La pregunta por la causa. El psicoanálisis entre la ciencia y la religión".
Por Graciela Brodsky*

Para Freud, psicoanálisis y ciencia son solidarios entre sí por su relación con la verdad, y ambos se oponen a la ilusión religiosa. Sin embargo, esta ciencia de la que el psicoanálisis forma parte no debe confundirse con la del cientificismo del siglo pasado, que Freud veía encarnado en la psiquiatría de su época.

Es seguro que Lacan también consideró en su momento la ciencia, la religión y el psicoanálisis en relación con la verdad. Tenemos como prueba "La ciencia y la verdad", primera lección de su seminario El objeto del psicoanálisis, convertida en escrito. Ahí toma como punto de partida la verdad como causa en tanto que diferente del saber, y examina entonces sus efectos en distintas prácticas: la magia, la religión, la ciencia y el psicoanálisis. Pero, así como sus "amores con la verdad" llevaron a Freud a demostrar la solidaridad entre la ciencia y el psicoanálisis, el punto de partida de Lacan lo conduce a oponerlos, ya que mientras la primera no quiere saber nada de la verdad (esto la aproxima a la psicosis), el psicoanálisis la acoge y se convierte en el destinatario de la prosopopeya que Lacan inmortalizó en "La cosa freudiana": "Yo, la verdad, hablo".
¿De qué ciencia habla Lacan? Cuando a partir de los años setenta se refiere a la ciencia, es con la esperanza de que el psicoanálisis se le iguale en la determinación de lo real. No se trata simplemente de lo que ya había indicado años atrás; por ejemplo, que es impensable que el psicoanálisis como práctica y el inconsciente freudiano como descubrimiento hubieran podido existir antes del nacimiento de la ciencia en el siglo XVII, o que el sujeto sobre el que opera el psicoanálisis no es otro que el sujeto que inaugura Descartes con su cogito, abriéndole el paso a la ciencia moderna.
Ahora se trata de la ciencia que, de acuerdo con la definición de Galileo, verifica que hay saber en lo real. Y ese saber, una vez puesto a andar, obtiene que lo real responda.
Afirmar que el saber alcanza lo real implica, en primer lugar, considerar sus consecuencias. La primera es de orden subjetivo y recae sobre el propio científico: es la angustia, caracterizada como el síntoma tipo de todo acontecimiento de lo real. La segunda se refiere a la regulación de los efectos insospechados del discurso de la ciencia mediante el consenso entre los distintos sectores de la sociedad. Ya en 1974 Lacan hace alusión al embargo de un cierto número de investigaciones que inauguraron la genética contemporánea, y desde entonces hemos asistido a una proliferación de comités de ética que, como mostraron Eric Laurent y Jacques-Alain Miller, ocupan el lugar del Otro que no existe en la sociedad actual. La tercera concierne a los productos de la ciencia, los llamados gadgets. A fin de cuentas, ¿qué nos procura la ciencia?, pregunta Lacan en Roma. Y responde: "Algo para distraer el hambre en lugar de lo que nos falta en la relación. Jamás llegaremos a dominar las relaciones entre esos parlêtres que sexuamos como hombre y como mujer... no hay ninguna probabilidad de que eso tenga éxito alguna vez, es decir, que tengamos la fórmula, algo que se escriba científicamente. De ahí la proliferación de síntomas... No lograremos hacer que el gadget no sea un síntoma -agrega más adelante- porque por ahora lo es de la manera más obvia: es evidente que se tiene un automóvil como se tiene una falsa mujer".
La ambición de Lacan es que el psicoanálisis, producto de la ciencia, sea al mismo tiempo el discurso que demuestre su límite porque, allí donde la ciencia encuentra saber en lo real, el psicoanálisis debe verificar el saber que falta, probar lo imposible por medio de lo contingente.
*AME y AE de la EOL y de la AMP. Directora General del Instituto Clínico de Buenos Aires.

18 de agosto de 2013

Francia desmonta el negocio de las farmacéuticas en torno a los llamados "niños hiperactivos"


Mientras en Estados Unidos alrededor del 9% de los escolares han sido diagnosticados con Trastorno de Déficit DE Atención con Hiperactividad (TDAH) y en Francia apenas un 0,5%. ¿Cuál es el motivo?
La terapeuta familiar estadounidense y doctora en psicología, Marilyn Wedge, explicó en una columna en el portal especializado Psychology Today, que en EE.UU “los psiquiatras consideran al TDAH como un trastorno biológico con causas biológicas, por lo que el tratamiento elegido es también biológico: medicamentos psicoestimulantes como Ritalin y Adderall”.
En cambio, señala la especialista, “los psiquiatras franceses, ven el TDAH como una condición médica que tiene causas psico-sociales y situacionales”, esto quiere decir que en lugar de tratar los problemas de comportamiento con medicamentos, los profesionales parisinos se centran en el contexto social del niño. De este modo, el problema se trata con psicoterapia o terapia familiar. “Esta es una manera de ver las cosas muy diferente a la tendencia estadounidense de atribuir todos los síntomas a una disfunción biológica, como un desequilibrio químico en el cerebro del niño”.
Además, la profesional explica que por lo general, en Francia no se utiliza el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM). Según el sociólogo Manuel Vallee, la Federación Francesa de Psiquiatría ha desarrollado un sistema de clasificación alternativo llamado CFTMEA (Classification Française des Troubles Mentaux de L’Enfant et de L’Adolescent), lanzado por primera vez en 1983 y actualizado en 1988 y 2000. “El enfoque de CFTMEA es identificar y abordar las causas subyacentes de los síntomas psicosociales de los niños”, explica.
“En la medida en que los médicos franceses tienen éxito en encontrar y reparar lo que ha ido mal en el contexto social del niño, menos pequeños califican para el diagnóstico de TDAH. Por otra parte, la definición de TDAH no es tan amplia como en el sistema americano, que, a mi juicio, tiende a ‘patologizar’ gran parte de lo que es el comportamiento normal de la infancia. El DSM no considera específicamente las causas subyacentes. Por lo tanto, lleva a los médicos dar el diagnóstico de TDAH a un número mucho mayor de niños sintomáticos, alentando al mismo tiempo a tratar a los niños con los productos farmacéuticos” complementa la experta.
Alimentación y estilo de vida
Por otro lado, Wedge dice que el sistema parisino toma en cuenta factores como la alimentación, pues algunos colorantes artificiales y preservantes pudieran afectar la conducta de los menores. “En los Estados Unidos, el enfoque estricto sobre el tratamiento farmacéutico del TDAH, anima a los médicos a pasar por alto la influencia de factores dietéticos sobre el comportamiento de los niños”, explica.
Además, señala que en Francia también influye el estilo de crianza de los padres, que se caracteriza por establecer límites claros. Ella afirma que es muy difícil que en una familia francesa, un niño “picotee” entre comidas, ya que la mayoría ha aprendido que las comidas son cada 4 horas y que deben esperar pacientemente si les da hambre a una hora que no corresponde.
“Como terapeuta que trabaja con niños, tiene perfecto sentido para mí que los niños franceses no necesiten medicamentos para controlar su comportamiento, porque aprenden autocontrol temprano en sus vidas. Los niños crecen en familias en las que las reglas son bien entendidas, y existe una jerarquía familiar clara. En las familias francesas, los padres se hacen firmemente cargo de sus hijos, al contrario del estilo de la familia estadounidense, en el que la situación es muy a menudo viceversa”, finaliza.

Fuente: http://insurgente.org/index.php/mas-noticias/salud/item/6671-francia-desmonta-el-negocio-de-las-farmac%C3%A9uticas-en-torno-a-los-llamados-ni%C3%B1os-hiperactivos

17 de agosto de 2013

¿QUÉ FUE DE BABY JEAN?
Robert Aldrich (1962)

BORDES
No. 5
15 de Junio de 2013

Boletín de la NEL hacia el VI Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana
XVIII Encuentro Internacional del Campo Freudiano

HABLAR CON EL CUERPO
LAS CRISIS DE LAS NORMAS Y LA AGITACIÓN DE LO REAL

Buenos Aires, 22 y 23 de noviembre de 2013

En este boletín:
Editorial.- Johnny Gavlovski E
“Sobre un tratamiento para un cuerpo”.- Viviana Berger
La mordedura vivificante, más allá de la mortificación significante.- Miguel Gutiérrez

OPINIONES Y COMENTARIOS
Comentario del texto de Elida Ganoza “Consideraciones sobre el goce, lalengua y el cuerpo en el autismo”.- Susana Strozzi
Comentario al escrito de A. Alfaro: “el síntoma como cuerpo en el análisis.- Elaine Cossío
Comentario  sobre el trabajo de Alba Alfaro.- Ángela Fischer 


EDITORIAL

Miguel Gutiérrez introduce su trabajo sobre la mordedura significante con una cita de Lacan (1971): “Lo que se evoca de goce cuando se rompe un semblante es lo que en lo real (…) se presenta como erosión.  De aquí que la escritura pueda considerarse en lo real, la erosión del significado, es decir, lo que llovió del semblante en la medida en que esto es lo que constituye el significado”, e ilustramos este trabajo con una foto de la obra teatral “Animales Feroces”  de Isaac Chocrón. En ella aparece Sol Orense, intentando rescatar su semblante en un espejo empañado que nunca le devuelve la imagen que ella necesita ver. No es un personaje cualquiera, es real, real de realidad, Sol Orense existió y abandonó muy niño al autor de la obra para irse tras el presidente de la República; pero también Sol Orense es indicador de Real, ese Real lacaniano que hace mueca a Chocrón y lo insta a no dejar de escribirse en sus obras, a él y al goce fijado en el abandono. Chocrón va erosionando(se) en sus obras hasta llegar a la sutileza del lenguaje sencillo en su vejez, en obras como “El Vergel” y “Los Navegaos”. No será el pase, pero nos lleva a pensar los paralelismos entre éste y el desbrozamiento de camino, al decir de Lacan, que hace el arte para con el artista que decanta su obra sobre el diván de la creación.

Y ya que tratamos de hilvanar nuestros trabajos con el arte, no podemos dejar de traer a colación la película ¿Qué fue de Baby Jane? con Bette Davis y Joan Crawford, dos hermanas atrapadas en una violenta trampa de lo imaginario, tanto como para arrastrar a las dos actrices al mismo nivel. Se cuenta que hubo que contener a Bette Davis cuando a su personaje le tocaba caerle a patadas a su parapléjica hermana. La Davis “no escucho” (que sutileza su sordera para con el CORTEN del director; y siguió ensañándose con su partenaire-rival. Poco después la Crawford, en una escena donde Bette Davis debía arrastrarla por la casa, se llenó los bolsillos trozos de plomo, con la intención de que  Bette Davis se lesionara la espalda. Como cita el trabajo que presenta Berger, “La gran bronca estaba en el cuerpo”, el atrapamiento imaginario no permitía que nadie se les acercara a la sujeto de quien hace referencia. Al igual que en la película citada, el amor no tenía cabida, y el profundo abismo que se cierne  ante la imposibilidad de rapport  sexuelle, destruye a tajos, cada segundo el sentido de la exsistencia. Las palabras de la paciente, podrían ser también las de Baby Jean, con la particularidad del síntoma, en cada quién: “De nada me sirve estar bronqueándome con la gente. Contestataria, ¿para qué? Estar ¿peleando? con la vida. ¡Si yo no estoy peleada con la vida! Me parece que quedé marcada por la relación entre mis padres. Ella le aventaba su enojo a él. Ella era verbalmente muy violenta. Eso rebotaba en nosotros”.

                                                                                                                                                                                                                                   Johnny Gavlovski E
Nel Caracas - ACP

ANIMALES FEROCES de I. Chocrón. Dir: J Gavlovski
Foto: Tomás Ossers (2013)


Ver más en: Boletín Bordes 05