30 de noviembre de 2013

Entrevista a Eric Laurent por Osvaldo Quiroga

Eric Laurent fue entrevistado en la TV Pública por Osvaldo Quiroga el viernes 22 de noviembre!!!

Si no pudo verlo no se preocupe, haga click aquí:

27 de noviembre de 2013

Entrevista a Silvia Salman -Primera parte

Estimados amigos: Tuvimos la grata oportunidad de entrevistar a Silvia Salman, aprovechando su reciente visita a Lima en octubre de este año. Esta es la primera parte de la entrevista.

 
















Por:
Angélica Ballón Sánchez
Roberto Carlos Galván Sánchez
       
¿Podría explicarnos un poco más lo que habló en el Seminario sobre la aspiración a la feminización del mundo? Este concepto nos parece profundiza acerca de lo femenino en la época, a la vez es un concepto muy abordado en la bibliografía.

Miller cuando lo nombra, es en el curso del 2011 que él vuelve sobre ese tema, pero ya en El Otro que no existe y sus comités de ética, que dicta con Éric Laurent, en el año 98, hace 15 años, hay un apartado que se llama “La feminización del mundo”; es decir, que no es algo que recién está trabajando. También en la conferencia que dictó en Comandatuba habla del imperio del no-todo. En particular en el curso del 2011, se refiere a una aspiración a la feminización, y el término aspiración yo lo destaqué, me parecía interesante, porque él no habla tampoco de una feminización del mundo, todo femenino, sino de una aspiración. Me parece que el término aspiración es interesante porque es una tendencia, lo que no impide que el no-todo pueda funcionar de otro modo, esto lo remarqué en ese sentido.

Porque después que Miller habló de la feminización del mundo, se dijo mucho de la feminización, como si uno estuviera en el mundo de la feminización feliz y del bienestar, y en realidad la época en que vivimos no tiene nada de bienestar.

Claro, hay algo de lo caótico, parecía que el concepto de feminización del mundo hablaría precisamente de eso, pero la idea del psicoanálisis de lo femenino en el mundo es otra.

Es otra, por eso yo ubiqué hoy en toda la conferencia esa tensión a partir de esta fórmula de Lacan “el no-todo no es que nada lo limite, sino que el límite se sitúa de otro modo”, es decir, un no-todo limitado de una cierta manera y un no-todo ilimitado, entonces te da dos realidades diferentes, dos maneras de vivir distintas y dos cuerpos diferentes. Por eso las flechas del cuadrado de la sexuación lo muestran muy bien, cuando uno conecta con el Otro y cuando no se tiene esta pata en el falo.


Pensando en los textos de Freud sobre el amor, ¿cree que esta forma de relacionarse con el otro sexo por parte de los hombres, de separar a la mujer en la madre y la puta, es vigente?

Sí, es vigente, por lo menos es lo que escucho en el consultorio. Para mí allí la condición de amor y la condición de goce están absolutamente enlazadas, Freud habla allí de condición de amor, pero Lacan nos enseñó a leer eso como una condición de goce. Se mantiene vigente, tal vez no al estilo de la época de Freud donde se ponía en acto eso, la mujer que era para el matrimonio no era la mujer con la que uno se satisfacía sexualmente. Porque, por ejemplo, eso estaba prohibido, entonces las mujeres llegaban tal vez vírgenes al matrimonio, no en ese sentido. Pero sí en esta dualidad, de la separación del goce y el amor, que es lo contrario que en las mujeres, las mujeres necesitamos amar para poder gozar. Pero esta no es una diferencia de género sino de goce masculino y femenino, hay mujeres que también tienen esta dualidad, que gozan con uno y aman al otro, que tienen esa división, es una manera obsesiva de elegir. Digo, para hacer la misma distinción que hacíamos en el Seminario, que no se trata de hombres y mujeres, sino de condiciones de goce: la condición de goce que necesita que amor y goce estén juntos en el objeto y la condición que necesita que amor y goce estén disociados.

 ¿Cómo se ama sin sufrir?, ¿es posible? ¿Qué consigue una experiencia de psicoanálisis llevada hasta el fin?

(Risas) ¿Cómo se ama sin sufrir? Es una pregunta de una mujer, ¿no es cierto?, porque como decíamos antes, en los hombres eso marcha porque el goce marcha sin decir. Y ni siquiera hay un problema en relación al amor.

Mira, tal vez te lo podría contestar desde mi propia experiencia, pero creo que tiene que ver con la experiencia de un análisis, digamos, distinguir lo que sería un amor fantasmático de un amor sinthomático; son dos maneras diferentes de amar. Lacan, en algún momento, se refiere al nuevo amor que surgiría a partir de terminar un análisis. Ese nuevo amor del que él habla, que habría que explorarlo, investigarlo y trabajarlo; pero una de las maneras de leerlo es justamente un amor que está por fuera del marco del fantasma, porque a lo largo de la experiencia de un análisis, cuando uno ha podido trabajar y desinvestir todo lo que estaba investido del goce-sentido, en relación al objeto y la satisfacción pulsional, todo eso que trabajamos estos días; uno logra desinvestir eso y desarmar ese funcionamiento, podríamos decir, fantasmático, y efectivamente uno puede hacer lazo de otra manera con el Otro, y entonces el amor también se experimenta de otro modo.

Y es lo que hablábamos ayer en la mañana, en relación a la Escuela, lo que es mantener un lazo fantasmático con la Escuela, lo que la Escuela no me da, me pide, o lo que sea, de un lazo sinthomático con la Escuela, es decir, contando con la experiencia de ese vacío, de ese espacio de resonancia del que hablábamos hoy. Eso saca las cosas del plano de la demanda, porque una cosa es el amor articulado a la demanda, y lo pone más al amor en relación del deseo. Una cosa es la demanda al Otro del amor: mirame, hablame, y otra cosa es vivir el amor de un modo más ligado al deseo, que yo lo decía,  bueno, en vez de hablame,  hacerse hablar. Y es otra manera de armar lazo con el Otro. Y efectivamente eso es con menos sufrimiento. No te diría sin sufrimiento porque no me parece que, bueno.

Hay goce.

Porque hay goce, y porque además no se trata de ningún ideal, de que uno al final del análisis vive ya sin sufrimiento, sin angustia y sin nada de eso. No, solo que uno se puede también ubicar respecto de eso de otra manera. Pero, con menos sufrimiento, seguro, el amor sinthomático es el amor que se juega contando con la experiencia del propio vacío; y también la del Otro, es también reconocer que el Otro tiene una cierta relación con el no-todo, digamos. Entonces, ahí hay un encuentro, el encuentro sinthomático es ese, es un encuentro de que cuando vos te enamorás de alguien, lo que resuena es la manera que ese alguien tiene de tratar su propio no hay. Entonces cuando uno cuenta con el no hay, el lazo, podríamos decir, es sinthomático; ahora, cuando no cuenta con el no hay, porque eso está obturado por el fantasma, entonces el lazo es fantasmático, y el amor fantasmático hace que la condición de elección del objeto amoroso siempre esté situada, digamos, condicionada justamente por ese goce fantasmático.  

Por eso muchas veces cuando uno se analiza, eso implica que la pareja también tenga que acomodar alguna cosa respecto del amor, porque cuando uno elige, mucho antes de analizarse, una pareja, digamos, con la que arma un lazo amoroso, uno no tiene ni idea cuál es la condición de goce que lo llevó a elegirlo, en qué condición de goce se asienta esa condición de amor que lo llevó a elegirlo. Cuando uno va trabajando esto en el análisis, y algo de esa condición se transforma, porque el goce mismo se ve conmovido y analizado, el Otro también tiene que transformar su posición. En mi caso, yo había elegido alguien que efectivamente me dejaba huir, porque era este hacerse agarrar para huir, entonces cuando algo de eso se transforma, y ya no se trata de estar huyendo todo el tiempo, sino de poder tener un cuerpo, y estar presente, aun manteniendo el espacio y estar presente, entonces yo necesito que el Otro me agarre, no que me deje huir, porque si el Otro me deja huir, estamos en el síntoma, que era el síntoma “huidiza”. Pero si hay un cambio y una transformación en el goce, eso implica que el partenaire también tiene que cambiar. Ahí, entonces tenés la posibilidad de que el partenaire pueda acomodarse a eso, y se arma un nuevo lazo libidinal, o lo que ocurre también muchas veces, que uno finalmente termina separándose, porque lo que había elegido estaba condicionado por un cierto goce, que, a partir del análisis se transforma.

Es la razón por la cual hay muchos fantasmas que giran alrededor de que cuando uno se empieza a analizar entonces seguro que se separan (risas). No es que seguro que se separan porque el análisis va en contra de la pareja, de ninguna manera. Al contrario, diría, si es posible que el partenaire también acomode algo para que eso nuevo que surge en el análisis entonces pueda tomar una forma con el mismo partenaire, bienvenido sea. Ahora, si eso no ocurre, inevitablemente es probable que surja allí un desencuentro amoroso.

Para un encuentro.

Para encontrar otro, claro, con el cual entonces ahora armar un lazo más sinthomático que fantasmático. No estaba tan errado Freud cuando decía, y lo dice en “El tabú de la virginidad”, que hoy trabajamos, que “los segundos matrimonios son siempre mejores que los primeros”, porque el primero repite la relación con la madre, decía él ahí, pero bueno, insiste varias veces con esto de que los segundos matrimonios son mejores que los primeros. De todos modos yo conservo al primer marido (risas), así que, no puedo hablar de eso. Sí puedo hablar de ese cambio, de esa transformación con el partenaire que fue necesario hacer para vivir el amor de otra manera. 

26 de noviembre de 2013

UnReal 4

Boletín de la NEL hacia el IX Congreso de la AMP
Nº 4
  26 de noviembre de 2013



Editorial
Mercedes Iglesias

Nos encontramos nuevamente con dos reflexiones en torno a lo real que destacan puntos importantes que muchas veces olvidamos. El texto de Clara Holguín señala que el sueño de Lacan fue la invención de lo real como un modo de salir del totalitarismo de lo universal que intenta uniformizar y establecer ´un para todos´. Al establecer un  real singular y contingente de cada quien no solo se está dando un lugar al cada uno, sino también como muy bien señala la autora, la emergencia de este  real supone un ´más de vida´. Este más de vida solo puede obtenerse mediante una práctica analítica que permite advenir lo que de otro modo quedaría fuera.

Por otra parte, el texto de Susana Strozzi muestra cómo lo real sin ley debe ser analizado en términos de nuestra época y nuestro malestar. Señala que muy bien podríamos estar frente a un impasse del psicoanálisis. Y, así sostiene qué condiciones y contextos deben incluirse en la lógica señalada por Miller cuando insta a poner al día la práctica psicoanalítica. Pero la autora destaca que lo que puede parecer un fracaso termina siendo la única posibilidad de un éxito posible. Un éxito que estaría dado por la emergencia de un real singular.



UnReal. El sueño de Lacan
 Clara María Holguín

El sueño de Lacan no es el sueño de Freud, el sueño del Edipo. Jacques-Alain Miller  calificó lo real como un sueño de Lacan, una suerte de idea límite a la inclinación delirante del psicoanálisis que consiente en dar en todo “una preferencia [al] inconsciente”.1

A la verdad del descubrimiento de Freud, Lacan responde con su invención de lo real. UnReal deja de lado el totalitarismo de lo universal en beneficio de la singularidad del Uno.
El Uno, tiene respuesta en lo Real. Frente al encuentro contingente con el goce, la respuesta también contingente y singular, se experimenta –como la angustia– como lo que no engaña. Es del orden de la ex-sistencia, de lo que hay: El sinthoma.2

El sueño de Lacan nos invita a abordar una práctica del psicoanálisis a partir de la dimensión del goce, de lo “material”, de lo real del goce que es el Uno-completamente-solo que se repite. ¿Cómo abordar la practica a partir de esta zona que es sin sentido y sin garantía, sin ley, sin orden?

Para dirigirse a la singularidad del Uno, a lo incomparable, es necesario introducir un sentimiento de vida. El encuentro con el analista supone, mas allá del sentido de la vida puesto en juego, zafarse del goce-sentido, para restituir y presentificar siempre esa dimensión “que se olvida detrás de lo que se dice”, “el mas de vida”, encarnación de esta presencia que testimonia del impacto de lalengua sobre el cuerpo.3 Las intervenciones del analista, como leemos en el último boletín de ENAPOL,4 “son piezas sueltas, funcionan como Uno solo, siendo afines con la estructura del sinthome”.

Hay de lo Uno en el más allá del pase, ya no marcado por el deseo del analista, sino, por otra función… apunta a discernir al ser hablante en su soledad, ficción que tendrá que poner a trabajar en su práctica como psicoanalista.
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1. Lacan, J., Seminario 24, “L’Insu que sait de l’une-bévue s’aile à mourre”, clase del 14 de diciembre de 1976, Ornicar? Nº 13, p. 15.
2. Laurent, É., III Coloquio de la Orientación Lacaniana. En referencia al libro Sutilezas analíticas de Jacques-Alain Miller, EOL-Grama, Buenos Aires, p. 54-55.
3. Laurent, É., III Coloquio de la Orientación Lacaniana. En referencia al libro Sutilezas analíticas de Jacques-Alain Miller, EOL-Grama, Buenos Aires, p. 37.
4. Pimenta,  C. A., “Lo impronunciable del cuerpo en la experiencia analítica”, Texto a cuerpo, Boletín Nº 65  del VI ENAPOL.



Un comienzo en el comienzo: de lo real a Un real
Susana Strozzi

En su intervención para presentar el tema del IX Congreso, Jacques-Alain Miller anunció el programa: …la puesta al día de nuestra práctica analítica, de su contexto, de sus condiciones, de sus coordenadas inéditas en el siglo XXI, cuando crece lo que Freud llamaba ‘el malestar en la cultura’ y que Lacan descifraba como los callejones sin salida de la civilización.”  

Me detengo en la secuencia: “contexto”, “condiciones”, “coordenadas inéditas del siglo XXI”. Reiteración y despliegue que señalan, con todos sus matices, una modalidad civilizatoria diferente de todo lo anterior en la historia de la humanidad, y que podría ser – ¿por qué no? – un impasse definitivo. 

Miller planteó en Comandatuba la posibilidad lógica de un discurso que, sin serlo, sería una escritura de la época, cualquiera sea el nombre que a ésta le demos. Pero que, al superponerse en él la localización de sus elementos con los del discurso analítico, nos proporciona la orientación para hablar de las “condiciones” de la puesta al día de nuestra práctica y también la de sus “coordenadas”. El “sin valor” y el “fracaso” del psicoanálisis atestiguan lo imposible y con ello dan a la contingencia todo su esplendor; “hace que no podamos decir que el fracaso sea la ley de lo real”.1Simplemente porque “lo real es sin ley”. Pero, el encuentro con Un real que orienta nuestra práctica siempre es, por su contingencia, singular para cada uno. Condición de un fracaso que es condición de un éxito… posible.
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1. Miller, J.-A., “Una fantasía”, Revista Lacaniana de Psicoanálisis Nº 3, EOL/Grama, Buenos Aires, 2005.




Comisión Editorial Boletín UnReal

María Hortensia Cárdenas
Mercedes Iglesias 
Ana Viganó

22 de noviembre de 2013

Boletín BOL Castilla y León -Editorial por Judith Miller







Biblioteca de Orientación Lacaniana de Castilla y León
Número 07 - Boletín Especial Noviembre    2013

EDITORIAL

Por Judith Miller

Publicado en Colofón 33:
La  FIBOL  le  debe  a  Jacques-Alain  Miller,  en  su conclusión  de  PIPOL  5,  el  tema  de  este  número 33 de Colofón.
En  esa  conferencia  de  clausura  había  una propuesta  de  título  que  no  se  mantuvo  para PIPOL 6, por una propuesta del mismo Jacques Alain Miller, en acuerdo con la comisión de  este  Encuentro  europeo.  La  comisión  de  ENEAPOL, por  iniciativa  de  Leonardo  Gorostiza  y Mauricio Tarrab,  orientó  su  tema  hacia  la  cita  de  la  AMP de  2014,  en  París.  De  esta manera,  cada  uno puede  orientarse  y  cernir  mejor  las consecuencias  prácticas  de  la orientación  por  lo  real  que  proviene  de  la  última enseñanza de Jacques Lacan.

En  razón  de  sus  finalidades,  la  FIBOL  quiere  anudar  lo  que,  sobre  el  tema  que  nos ocupa,  enseñan  al  psicoanalista  tanto  las  disciplinas  afines,  las  nuevas preocupaciones del arte así como los análisis propios y las prácticas respectivas. Es  también  una  manera  de  asegurar  a  la  opinión  esclarecida,  actual  y  futura, que  vamos  a  contribuir  a  desinflar  lo  que  el  discurso  dominante,  aderezado  de pamplinas  cientificistas  y  mercantiles  bien aireadas  por  los  medios  de comunicación, propaga sobre las promesas de un futuro bienestar.

En  este  sentido  preciso,  la  educación  freudiana,  a  la  que  contribuyen  las Bibliotecas  de  la Orientación  lacaniana  del  Campo  freudiano,  encuentra  un hermoso  instrumento  para  las  nuevas  generaciones  en  la  reciente  publicación de  los  Otros  escritos  de  Jacques  Lacan  en  la  lengua  castellana  de  Colofón.  Si bien el psicoanálisis pide una formación sólida y controlada por las Escuelas, el psicoanálisis  no  sabría  caer  en  un  nepotismo,  aunque  sea  “transferencial”,  que sostiene  que  únicamente  los  que  saben  pueden  hablar  adecuadamente.  Este nepotismo impide que se diga cómo y de qué manera una primera lectura toca, interesa,  apasiona  e  ilumina,  aunque  sea  de  manera  provisional.  Colofón  invita a  presentar  públicamente,  en  la  red  de  Bibliotecas  de  la  que  es  Boletín,  este nuevo  libro  a  partir  de  esta  orientación  precisa.  Será  también  una  manera  de recompensar el trabajo espléndido de los traductores.

En  este  mismo  espíritu,  Colofón  33  ha  dado  la  palabra  a  analistas  que  saben formular de manera sencilla en qué su análisis ha encontrado un término que no les  permite  sentirse  curados  y  mucho  menos  “normales”  o  “normalizados”  sino dotados,  más  bien,  de  una  vitalidad  y  de  un  deseo  que  puede  sostener  el hacerse  ellos  la  dirección  de  referencia  y  los  acompañantes  de  otros,  en  un recorrido  en  el  que  descubrir,  a  su  vez,  en  qué  sustentar  su  singularidad  y  su diferencia  absoluta.  Un  aspecto  del  deseo  del  analista  que  se  declara  en  la contingencia por la que el lenguaje marca la insondable elección de lo vivos que somos y que Lacan designa con el término parlêtre en el final de su enseñanza.

Lo que indica bien de qué manera la lectura de Lacan, después de Freud, es un camino que se hace de encuentro en encuentro, poco a poco, con atolladeros y sorpresas que llegan con fuerza antes o después y de los que, en cada fase, las Luces de las que Lacan se reclama, nos invitan a atrevernos a testimoniar.

No  puedo  dejar  de  mencionar  lo  agradable  que  ha  sido  constatar  que  la permutación del Comité de redacción y de su coordinadora se ha llevado a cabo con facilidad, gracias a la pertinencia de sus puntos de vista y a su capacidad de trabajo, como de sus gustos por los textos y por la elección de las traducciones. Nos  hemos  beneficiado  de  esa  facilidad  con  la  que  los  anteriores  responsables se han tomado  en serio que la permutación fuese llevada a cabo con dulzura y autenticidad. Les doy las gracias a los anteriores y a los nuevos.

Traducción de Jesús Ambel, con la colaboración de Adolfo León Ruiz.

19 de noviembre de 2013

UnReal 03

Boletín de la NEL hacia el IX Congreso de la AMP
Nº 3 
19 de noviembre de 2013



Editorial

María Hortensia Cárdenas

Presentamos hoy dos textos que nos introducen a lo real en su dimensión más pura y autónoma del sentido.

 Diana Ortiz lo aborda desde los nudos, donde cada registro —RSI— pasa a ser uno más, idéntico y autónomo. Esta sola precisión basta para preguntarnos cómo abordar el goce si desde lo real no deja de repetirse ni de estorbar. Elena Sper toma a su cargo la pregunta cuando propone investigar al síntoma reducido a una pura agitación de lo real. Puro resto de goce que toca al cuerpo y del que no podemos deshacernos y que en algún punto puede resultar difícil de soportar. 

¿Cómo el psicoanalista puede vérselas, manejarse, con este real ineliminable?

 Aquí cobra toda su importancia tomar en cuenta los ejes temáticos de la Jornada Clínica del IX Congreso de la AMP*:
  • la puesta en cuestión de la interpretación
  • la elaboración de una clínica centrada en el "desmontaje de la defensa"
  • la redefinición del deseo del analista
  • la pertinencia del abordaje de lo real mediante el nudo borromeo: ¿qué anudamientos para el parlêtre en el siglo XXI?





El nudo es la estructura real del sujeto
Diana Ortiz

Es en el Seminario XXII, donde Lacan le da autonomía propia a cada uno de los registros y amplía de manera evidente el campo conceptual, dando lugar a una nueva forma de entender la clínica. Si los redondeles son autónomos, independientes, idénticos y son de la misma naturaleza, cada registro tiene un valor propio. Entendemos entonces que el registro simbólico privilegiado antes, pasa a ser otro registro más, de allí las implicaciones en la clínica donde el sentido no ocupa más el lugar reinante. Hablamos de la clínica del goce, nodal, de lo real o del sinthome.1
El nudo está estructurado por los registros, RSI, estas tres nominaciones cumplen una función de anudamiento o mediación. Esta estructura siempre va a estar fallida y la reparación de esta falla es lo que va a dar los distintos tipos de anudamientos sintomáticos.2 Siendo “lo Real como lo que anda mal, es lo que se pone en cruz, lo que no deja nunca de repetirse para estorbar ese andar. Es lo que vuelve siempre al mismo lugar.3
Es justamente en el pasaje del lugar del fantasma al sinthome que el nudo tiene su valor ya que como dice Miller en Sutilezas analíticas, la relación fundamental al goce no está ya más encerrada en el fantasma, en la inercia y condensación del fantasma,  al cual se debe atravesar. Es el síntoma no ya como condensación sino como funcionamiento donde son encontrados, implicados, anudados, simbólico, imaginario y real.4

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1. Lacan, J., Seminario XXII, tomado de la Web.
2. Soria, N., Inhibición, síntoma y angustia. Hacia una clínica nodal de las neurosis, Serie del Bucle, Buenos Aires, 2010.
3. Lacan, J., “La tercera”, Intervenciones y Textos, Manantial, Buenos Aires, 1991.
4. Miller, J,-A, Sutilezas analíticas, Paidós, Buenos Aires, 2011, clase del 10 de junio de 2009.





El síntoma como puro real
Elena Sper

Si hay algo que podemos constatar en la actualidad, es que las nuevas demandas de análisis son muy diferentes con las que hasta hace poco nos encontrábamos los analistas. Las depresiones, adicciones, ataques de pánico, nuevas manifestaciones de psicosis y de histerias, nos pone a pensar sobre: ¿qué inconsciente para el siglo XXI? Si el síntoma es lo más real que tiene cada sujeto, ¿qué síntoma para el siglo XXI? Son estos los interrogantes que nos planteamos en la clínica hoy. Si el inconsciente tiene la función de velar lo real, y encontramos cada vez más lo real expuesto a flor de piel, tendríamos que plantearnos con qué tipo de sujetos nos enfrentamos en la práctica y cuales serían las nuevas formas de abordarlos.

Podría decir que de las dos caras del síntoma, el envoltorio formal ha quedado reducido al puro resto de goce, a una fijación o repetición de pura iteración donde el cuerpo muestra lo que el sujeto no puede decir. Así vemos que la transformación de los síntomas actuales se encuentra en relación al empobrecimiento de los artificios significantes dejando al sujeto descolgado del sentido de su síntoma. Esta disyunción se evidencia en la superficie del cuerpo que, de forma muda solo muestra la pura agitación del compás pulsional.

Constatamos, cada vez más, sujetos fragilizados en donde los semblantes no prestan más sus recursos significantes, tornándose esto en una suma de malos encuentros con los cuales no pueden arreglárselas.





Comisión Editorial Boletín UnReal

María Hortensia Cárdenas
Mercedes Iglesias 
Ana Viganó

18 de noviembre de 2013

Entrevista a Eric Laurent -CORPOaTEXTO Flash

CUERPOaTEXTO FLASH/
CORPOaTEXTO FLASH
Boletín 80


 Los acontecimientos de la


Entrevista a 
ERIC LAURENT
EN TELAM


Por Pablo E. Chacón

“La época vive una fascinación por la violencia

contra uno mismo y contra los otros”

 

El psicoanalista francés Eric Laurent, a horas de aterrizar en la Argentina para participar de las jornadas anuales de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL), dijo que en gran parte del mundo contemporáneo se vive una fascinación por la violencia contra uno mismo y contra los otros. 

Precisamente, también participará de la 6ta. edición del ENAPOL, esta vez presidido por el argentino Ricardo Seldes, que sesionará bajo el título de Hablar con el cuerpo. La crisis de las normas y la agitación de lo real.

Laurent también presentará su último libro, La batalla del autismo. De la clínica a la política, que editó la casa Grama. Analizante de Jacques Lacan, es uno de los fundadores de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Publicó más de veinte libros.

Este es el diálogo que tuvo con Télam desde París.


T: Agitación de lo real es un título inquietante. ¿Cómo entenderlo respecto a la cuestión del cuerpo?
L: Bueno, espero que sea un título unheimlich (inquietante). Se trata de despertar la atención sobre un punto que Lacan hizo para esclarecer ciertas aporías en Freud. En Freud, la zona de contacto entre la ciencia y el psicoanálisis era el funcionamiento de la economía libidinal. Después de 1920,  la economía del deseo tenía como horizonte a la pulsión de muerte y un nivel cero de energía -esto es, el principio del Nirvana, como decía Sabina Spielrein. Esta perspectiva permitía sostener la hipótesis de la vigencia de la segunda ley de la termodinámica, que introduce la inercia entrópica como horizonte energético final. Así, esa hipótesis definía algo como un real en el psicoanálisis. Lacan, a su vez, intentó definir la pulsión de muerte a partir de lo que tiene lugar en la experiencia analítica, sin introducir hipótesis suplementarias. Primero mostró que se podían ignorar aspectos vitales pensados como imaginarios, de la pura repetición significante. En la enseñanza de Lacan (tal como dice Jacques-Alain Miller) aquel fue uno de los paradigmas del goce.
Y siguió: trató (y consiguió) aislar un modo de repetición que no fuera la repetición significante. Definió al Uno del goce que se repite en el horizonte de la experiencia analítica pero que no obedece a las leyes de la repetición significante, y tampoco a la lógica del fantasma. Ese horizonte aparece en los análisis de larga duración. Y esa repetición diagrama un universo sin ley, sin necesidad, que Lacan pensó como encuentro con la contingencia. De esto trata la agitación de lo real. No del imaginario del movimiento browniano que obedece a las leyes de la mecánica estadística sino del encuentro de los cuerpos con la contingencia del goce que introduce la consideración del sinthome.

T: La dietética, la pedagogía, el biopoder, la genética, etcétera. ¿De qué manera esas prácticas, esos saberes, tocan al cuerpo del sujeto del discurso de la ciencia?
L: En el Seminario XIX, Lacan hace observaciones muy llamativas sobre esto. Por ejemplo, constata que el conocimiento del cuerpo es obtenido primero por la sabiduría de quienes querían aliviarse de la presión del deseo. Son las prácticas que se centraron en la hygiene como principio fundamental del conocimiento de sí. El souci de soi, como decía (Michel) Foucault, permitió la elaboración de un saber sobre el goce a través del control del cuerpo. Y que no tuvo lugar sólo en la filosofía griega, que en la variedad de sus escuelas, siempre tuvo una dimensión de técnica del cuerpo; también en la religión judaica, en la cual el Qohelet es un libro de sabiduría. Atenas y Jerusalén se encuentran en la perspectiva del saber higiénico.
La otra vía de conocimiento del cuerpo, que no se controla con la hygiene, es la enfermedad. Capturado por la enfermedad, el cuerpo revela posibilidades de sufrimiento y de salvación impensables. Pero la alianza entre la medicina y la ciencia ha inventado una nueva experiencia de la enfermedad, que pone al cuerpo en un aparataje inédito, con técnicas cada vez más sofisticadas. El verdadero cuerpo biónico no es tanto el cuerpo sano que sueña extender el poder de sus órganos: es el cuerpo enfermo que se transforma en objeto de experimentación, de nuevas generaciones del mismo medicamento, y/o de máquinas de control y suplencia que componen nuevos organismos. Claro que esto diseña experiencias inéditas de goce corporal de las cuales existen cada vez más testimonios, en los análisis, en los relatos literarios del atravesamiento de una enfermedad potencialmente letal. Las reacciones del cuerpo, su resiliencia tanto como su abandono, tienen un efecto sorpresa que inclina a la medicina contemporánea a salir de la simple consideración sobre los grandes números, la Evidence Based Medicine, para atender una perspectiva de la singularidad. Esta perspectiva moviliza a la genética y a los saberes sobre el cuerpo en un horizonte que trata de encarnar, de hacer presente lo más rápido posible la empresa eponímica de digitalizacion del mundo que es Google. Sus últimas jornadas de estudio tenían como título Hacer retroceder la muerte.

El psicoanálisis nombra otro saber sobre el goce: de la repetición del síntoma y del fantasma hacia la contingencia del sinthome.

T: ¿Existe una diferencia entre el sujeto, capturado por el discurso de la ciencia, y lo real que agita a ese sujeto, ese real que se presenta como inasimilable, irrepresentable, imposible de mensurar?
L: Esa diferencia fue definida por Lacan como una respuesta. Propuso un sujeto respuesta a lo real. Decirlo así implica separarse de las concepciones previas del sujeto. Por ejemplo, el sujeto supuesto por el existencialismo consideraba la reciprocidad imaginaria del  y el Yo como una dimensión fundamental: el sujeto era una respuesta al otro fundamental, una suerte de hermano inteligible desde el principio ético de no hacer al otro lo que no quieres que te hagan. Lacan cambia esa perspectiva fundando el sujeto en relación a lo que usted bien define como inasimilable, irrepresentable, imposible de mensurar. Se trata de un sujeto más vinculado a su angustia que a su prójimo. A condición de considerar que la angustia no es angustia de la muerte sino angustia frente al goce articulado de lo vivo, angustia frente al deseo del Otro.
 
T: Cuando se dice todos solos, todos autistas, todos adictos, ¿qué se quiere decir estrictamente, si se piensan esos sintagmas desde el psicoanálisis?
L: Si se piensan esos sintagmas desde el psicoanálisis, aparecen como aporías. En un primer nivel, se puede decir que trazan un horizonte común, esto es, cómo se vive la pulsión en la época del discurso de la civilización. En la época del individualismo de masa, existe un registro de soledad para todos que la puede explorar incluso la sociología. La sociología describe a un sujeto encerrado en modos de vivir múltiples pero solitarios, con lazos líquidos hacia el otro (Zygmunt Bauman), relaciones vacíasefímeras al otro de la hipermodernidad (Gilles Lipovetsky) o al refugio de la performance adictiva hasta el cansancio de sí mismo (Alain Ehrenberg) que pueden llevar a la melancolía, al delirio báquico o al terrorismo. Este horizonte común está subvertido por Lacan cuando enuncia: Todo el mundo es loco, es decir, delira, porque reenvía a la manera singular con la cual cada uno delira en este común. En este sentido, el sujeto del delirio singular es una respuesta a lo real que testimonia de otra experiencia que la que describen los sociómanos de Philippe Sollers.

T: ¿Es posible que el sujeto del común (del que habla Toni Negri), bajo estas condiciones, sea capaz de pensar una política emancipatoria, teniendo en cuenta los reparos que Lacan tenía al respecto?
L: Definir al sujeto a partir de lo común es partir de una noción del todo que la experiencia analítica no anula pero pone en cuestión. En ese sujeto del común hay algo demasiado vinculado al (sujeto) husserliano de la fenomenología. Así, se piensa la experiencia del mundo posible a partir de una presencia de evidencias mudas, compartidas como axiomas silenciosos de la experiencia y de la continuidad de la existencia. Es lo que el psiquiatra alemán Wolfgang Blankenburg postuló como  las evidencias que definen el sentido común.

Su obra describe lo que sucede clínica y fenomenológicamente cuando se pierde la evidencia natural. En su segunda tópica, Freud también englobó al Yo en función de un Todo transmitido -subraya Lacan- por el sociólogo Gustave Le Bon y su teoría de las masas. Las hipótesis de  Massenpsychologie und Ich Analyse (Psicología de las masas y análisis del yo) son criticadas por Lacan desde sus principios. Es conveniente partir de la experiencia del no-todo, el aparato de goce de uno, su síntoma, su fantasma, el delirio singular. Es desde ese punto que se puede considerar un uso no masificante de las identificaciones. Esta dimensión de la cosa se hace evidente cuando se revisa la experiencia del sujeto femenino. Algunas feministas hablan de sororidad como los hombres de fraternidad. Otras subrayan que la originalidad de la posición femenina es la preocupación por el otro, el care, palabra inglesa difícil de traducir en todas sus acepciones. Pero Lacan encontró otra manera de presentar la originalidad de la relación femenina con la identificación. Dijo que las mujeres no tienen la misma tendencia a la identificación narcisista que los hombres porque pueden ser el síntoma de otro cuerpo. Esa alteridad es abierta por el desplazamiento del objeto, punto crucial de lo que Freud aisló como una de las particularidades del Edipo femenino. Entonces, las mujeres no tienen la misma relación que los hombres con la experiencia de la identificación y del Todo. Cuando (Jacques-Alain) Miller habla de la feminización del mundo, esa dimensión aparece cada vez más como un componente de las políticas del todo, sea en la multiplicidad de los modos de vivir la pulsión, o en el pasaje de los derechos humanos a los derechos uno por uno, que implica una desacralización de lo universal.

T: Finalmente, en la película Das experiment, de Oliver Hirschbiegel, ¿existiría alguna clave para entender por qué el psicoanálisis de orientación lacaniana está condenado a sobrevivir en este mundo que decidió sepultar la relación del sujeto con su finitud, y se entregó a la acción-reacción del cognitivismo social?

L: Sin dudas. Hirschbiegel tiene una sensibilidad especial para explorar la emancipación de las formas del Todo.  Últimamente se interesó por la princesa Diana Spencer como objeto de experimentación social, el uso que ella hizo de su posición de excepción en relación con un todo, la figura de Princess of the People, como la llamó el responsable de las comunicaciones del ex premier Tony Blair. Hirschbiegel inició su carrera concentrándose en la novela de Mario Giordano, Black Box, inspirada en el experimento de psicología social de Philip Zimbardo en la Universidad de Stanford, California, en agosto de 1971. Wikipedia presenta así la cuestión: El experimento de la cárcel de Stanford es un conocido estudio psicológico acerca de la influencia de un ambiente extremo, la vida en prisión, en las conductas desarrolladas por el hombre, dependiente de los roles sociales que desarrollaban (cautivo, guardia). Fue llevado a cabo en 1971 por un equipo de investigadores liderado por Philip Zimbardo de la Universidad Stanford. Se reclutaron voluntarios que desempeñarían los roles de guardias y prisioneros en una prisión ficticia. Sin embargo, el experimento se les fue pronto de las manos y se canceló en la primera semana. Las preocupaciones éticas que envuelven a los experimentos famosos a menudo establecen comparaciones con el experimento de Milgram, que fue llevado a cabo en 1963 en la Universidad de Yale por Stanley Milgram, un antiguo amigo de Zimbardo. El estudio fue subvencionado por la Armada de los Estados Unidos, que buscaba una explicación a los conflictos en su sistema de prisiones y en el del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Zimbardo y su equipo intentaron probar la hipótesis de que los guardias de prisiones y los convictos se autoseleccionaban, a partir de una cierta disposición que explicaría los abusos cometidos frecuentemente en las cárceles. Los participantes fueron reclutados por medio de anuncios en los diarios y la oferta de una paga de 15 dólares diarios por participar en la simulación de una prisión. De los 70 que respondieron al anuncio, Zimbardo y su equipo seleccionaron a los 24 que estimaron más saludables y estables psicológicamente. Los participantes eran predominantemente blancos, jóvenes y de clase media. Todos eran estudiantes universitarios. El grupo de 24 jóvenes fue dividido aleatoriamente en dos mitades: los prisioneros y los guardias. Más tarde los prisioneros dirían que los guardias habían sido elegidos por tener la complexión física más robusta, aunque en realidad se les asignó el papel mediante el lanzamiento de una moneda y no había diferencias objetivas de estatura o complexión entre los dos grupos. La prisión fue instalada en el sótano del departamento de psicología de Stanford, que había sido acondicionado como cárcel ficticia. 

Acá tenemos una experiencia fuerte de relación entre identificación y goce, o un goce de la identificación que conduce  a los sujetos hombres a no a ser síntomas de otro cuerpo sino el estrago de esos cuerpos. En La batalla del autismo recuerdo la experiencia, en la década anterior, de Stanley Milgram, en Yale: se trataba de evaluar el grado de obediencia de un individuo a una autoridad que considera legítima y analizar los procesos de sumisión a la autoridad, en especial cuando ésta induce a acciones que plantean problemas de conciencia al sujeto. Esta experiencia estaba destinada a saber hasta qué intensidad de electroshocks estaban dispuestos a llegar unos adultos para castigar a otros cuando prescribía el castigo en cuestión (y cuyos efectos eran simulados por actores sin que los participantes lo supieran). De quienes se prestaron, muy pocos se resistieron a intensificar el daño. Francia no es el único país donde se ha reflexionado sobre las consecuencias de efectivizar órdenes absurdas de una autoridad convertida en superyoica, obscena y feroz.

Ahora bien, la repetición del resultado de estas experiencias operan como el revés hard de los desplazamientos de la sensibilidad actual. Películas como Zero dark thirty hacen participar sin distancia de sesiones de tortura por el bien común. Y como éxito de librería está Cincuenta sombras de Grey, que da una idea del interés de la época en una supuesta verdad, superior al dolor, como experiencia de goce en el cuerpo. Roman Polanski también captó esto con su Venus à la fourrureLa entrega a la acción-reacción del cognitivismo social, como usted dice, no testimonia un rechazo del sujeto sino una manera contemporánea de vivir la pulsión, en sintonía con la fascinación epocal de la violencia contra uno mismo y contra los otros.

16 de noviembre de 2013

Ricardo Seldes apuesta a renovar la práctica psicoanalítica, sosteniendo sus fundamentos.
Presente de real encabritado
El psicoanalista de orientación lacaniana se refiere al cuerpo en el análisis, pero también a la presencia del analista, al modo de Las Meninas, de Velázquez. Un Encuentro Americano de profesionales que comparten una orientación clínica.
                                                                     
Por José Manuel Ramírez*

El viernes 22 y el sábado 23 se realizará en Buenos Aires el VI Enapol, Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana, bajo el título "Hablar con el cuerpo. La crisis de las normas y la agitación de lo real", y el XVIII Encuentro Internacional del Campo Freudiano. Ricardo Seldes, presidente del VI Enapol, miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, habló con Rosario/12 del Real encabritado de la época actual.

--¿Cuál es la significación del Encuentro?
--Tenemos la chance de producir eso, un encuentro entre colegas que trabajan en lugares tan lejanos de toda América y en situaciones tan diversas, algunas de máxima dificultad social. Es una comunidad que comparte una orientación clínica y epistémica que es la orientación lacaniana, una sola orientación que existe por el esfuerzo y el trabajo de Jacques-Alain Miller desde hace 30 años para asegurar la renovación de la práctica psicoanalítica, y al mismo tiempo sostener sus fundamentos.

-Usted habló de "presentar el cuerpo" en la convocatoria. ¿Qué lugar se da al cuerpo en este momento histórico del psicoanálisis?
--Fue al iniciar esta exploración del misterio del cuerpo que habla. Explicar mi chiste es revelar de qué elementos está compuesto: es la comunidad que "pone el cuerpo" en esta investigación; es también ubicar el momento del encuentro entre el cuerpo del analizante y el del analista en las entrevistas preliminares y su transformación; es lo que Lacan llama la presencia del analista en los momentos silenciosos de la sesión; y agregaría que poner el cuerpo es implicar la referencia de Lacan de que es el cuerpo el que da consistencia al ser hablante, ese cuerpo que habla a veces de un modo silencioso, sin palabras en contra de cualquier efecto de comunicación. Es la dimensión freudiana de lo pulsional, la relación del cuerpo y el decir, de los cuerpos habitados por un real incomprensible.

-La crisis de las normas es un hecho actual y podríamos decir mundial. ¿Qué efectos en el mundo y en el psicoanálisis produce esa crisis?
--Quizás los efectos más contundentes sea el encontrarnos con sujetos que buscan grupos de similares para encontrar una identidad. Es un fenómeno mundial. Son supuestas identificaciones que tomarían como esencial el modo de gozar imaginado como universal. Nuestra tarea como psicoanalistas no es interrogar a los que nos consultan en función de esa supuesta identificación sino a partir de la pulsión, la que pregunta acerca de lo imposible de cada uno. Es una respuesta necesaria en una época en la que se pasa del vale-todo, al intento de producción de significantes amos para sostener un refuerzo fundamentalista de la tradición. Digamos que el psicoanálisis propone una mutación del goce del síntoma pensado como acontecimiento de cuerpo, del singular.

-¿A qué se llama agitación de lo real, concepto que forma parte de la convocatoria en marcha hacia el próximo Congreso de 2014?
-Como ha recordado Leonardo Gorostiza, Presidente de la AMP, la inspiración del título es la referencia de Lacan en La Tercera cuando dice que lo real se encabritará (se desbocará) por acción de la ciencia y que la misión del psicoanalista –de quien no depende lo real- será hacerle frente. Para eso, yo agrego, es preciso psicoanalistas que tengan una posición fuerte ante la angustia, lo que de ninguna manera quiere decir intentar eliminarla. Dosificarla me sigue pareciendo la mejor expresión.

-Si, como destaca J.-A. Miller, está el analista en el cuadro clínico (como en el cuadro Las Meninas), ¿qué relación del analista al cuerpo sintomatizado, dolorido del analizante?
--El analista está presente pero como el pintor se encuentra en "estado de ausencia". Lacan ha dialogado con Foucault sobre el tema en el seminario 13. El misterio de este cuadro, hay un misterio como el del cuerpo hablante, es que el pintor sólo puede verse en el instante en el que está en pausa. Si no fuera así, no lo veríamos, estaría oculto en la tela, detrás del espejo. Ha dado unos pasos para atrás para mirar a su modelo, y/o al espectador. Cuando retome la pintura volverá a desaparecer detrás de la tela y volverá a ser invisible para nosotros.

-¿Y qué decir de las transformaciones del cuerpo en la actualidad?
--El cuerpo es sumamente sensible a las leyes del mercado, las del consumo, que siempre tiene el lema de exigir lo nuevo. Los cuerpos no escapan a eso cuando lo que vemos es que hay catálogos en internet que permiten elegir cómo modificarlos, mejorarlos aunque a veces se produzca un efecto paradojal que requiere más y más intervenciones. Trabajaremos sobre esto.

-¿Qué expectativas tiene sobre Enapol?
--Muchas, ya contamos con más de 1500 inscriptos. La mayoría de ellos tendrá algún tipo de intervención o ha colaborado en el trabajo preparatorio para asegurar la calidad clínica e investigativa del ENAPOL. Y todavía aguardamos los resultados de las conversaciones que se producirán en esos días de trabajo intensivo.

*Psicoanalista. Responsable edición Página de Psicología Rosario 12.
Página/12 Rosario

12 de noviembre de 2013

UnReal 02

Boletín de la NEL hacia el IX Congreso de la AMP
Nº 2 
12 de noviembre de 2013



Editorial
Ana Viganó

Dos analistas, dos textos, dos respuestas a nuestra invitación dicen presente en el Boletín número dos, para elucidar el uno, el real/lo real de Lacan y el UnReal nuestro a partir del trabajo de Escuela. Nuestro de cada uno, pero posible de ser trasmitido. Nuestro que, resistiendo a las tentaciones de masa, sostenga una comunidad posible –nunca acabada pero no por ello menos productiva–.

Fernando Gómez nos habla de El eco de un decir y ya en el título vislumbramos que el uno del decir no es número, cifra, protocolo. El decir en sí mismo cuando es tal –no todo dicho es un decir– es uno, es sustantivo y verbo a la vez, es nombre y acto que efectúa acontecimientos de cuerpo. El eco resuena y dispersa el ansia de atrapar al uno por el todo.

Mayra de Hanze parte de Una clínica sin Otro y retoma la cuestión de la asociación pero por el continuo silencio-sonido, ruidos de la época, cuando no hay nominación que ancle una articulación posible entre ellos, una diferencia, un matiz, un contraste. Nos indica así el vector de su propuesta para el siglo XXI: del sentido al sonido, presentando las paradojas del Otro.

Ambos –cada uno a su modo– evocan la transferencia: motor y obstáculo; pie y traspié; camino y piedra de cualquier incidencia posible en el sufrimiento de los seres hablantes.

Disfruten la lectura! Y prosigamos la conversación…



El eco de un decir
Fernando Gómez Smith

Lacan, en el Seminario 23 comenta que el alivio que produce aprender a leer el acontecimiento del propio cuerpo tropieza siempre con lo ilegible, con Un Real que refleja el traumatismo inicial. Ello implica renunciar al desciframiento que es impotente para ponerse de acuerdo en lo sexual Seguir leyendo

Una clínica sin Otro
Mayra de Hanze

No oigo voces/ni silencios/solo el espectáculo/de hacer el amor/con la muerte.1

Inscripciones al Congreso de la AMP y forma de pago

Inscripciones

A partir del 1 de marzo de 2013, las inscripciones al Congreso están abiertas para los miembros de la AMP.
Europa: 400 EUR
América: 400 USD

A partir del 1 de noviembre de 2013, las inscripciones al Congreso están abiertas para los no-miembros.
[Plazas limitadas, recomendamos se inscriban con anticipación]. 
Europa: 200 EUR
América: 200 USD

A partir del 1 de enero de 2014, los precios cambian:
Para los miembros de la AMP:
Europa: 450 EUR
América: 450 USD

Para los no-miembros:
 Europa: 250 EUR
América: 250 USD

Modalidades de pago

Por Internet (recomendado). Mediante tarjetas de crédito Visa o MasterCard en un solo pago, o bien en tres cuotas sin gastos.




Comisión Editorial Boletín UnReal

María Hortensia Cárdenas
Mercedes Iglesias 
Ana Viganó