28 de diciembre de 2013

a-ritmo propio - Boletín de Carteles de la NEL # 11


Desde la Comisión de Carteles de la NEL invitamos con mucho gusto a leer esta nueva edición de a-ritmo propio, nuestro Boletín de Carteles.
Como hemos tenido algunas preguntas sobre cómo acceder al mismo, les contamos que hay dos formas muy fáciles de hacerlo:

1.- Pueden dar click sobre cada título para leer el texto seleccionado desde este correo (están subrayados y en color azul) o bien,

2.- Dar click donde dice “a-ritmo propio. Boletín de Carteles de la NEL #11” (justo debajo del logo que nos distingue) para encontrar el índice de esta edición directamente en la página Web.

No hay excusas para no leer!!!

Entonces… buena lectura!

Indice:
 Nota editorial: -Extra, extra! Noches de carteles en el top ten de asistencia!
por Ana Viganó

Reseña de presentación a cielo abierto del cartel “La formación del analista en la Escuela”
por Darío Calderón


El pase y la Escuela
por María Hortensia Cárdenas


Devenir analista: La Escuela y sus efectos de formación
por Mackling Limache


Devenir analista: formación y producción

Darío Calderón

What’s up! n°10 - Escribe Ana Vigano "Un real que (nos) cambia"

What’s up! n°10

El tema del IXº Congreso de la AMP : Un real para el siglo XXI.

En este What’s up! n°10, les proponemos un texto de Ana Vigano (NEL) que retoma las consecuencias que, según ella, han resultado del cambio de título del Congreso. Partiendo de la elección de una escritura particular —UnReal— como título del Boletín de la NEL, recorre el camino riguroso que va del “inconsciente a lo real” para concluir con esta decidida posición: nada de “caducidad” para el psicoanálisis lacaniano en el siglo XXI. Lean su trabajo…




Un real que (nos) cambia
por Ana Vigano

La modificación en el título para el próximo Congreso ha sido una sutileza que no pasó inadvertida. Sus coordenadas refirieron un golpe, un cincel, un atrevimiento incluso que apunta a dos direcciones sobre las que quisiera detenerme:

  • Un real separa lo que de lo real valdría para todos, destacando que el encuentro con Un real es contingente y por ello mismo singular, cada vez que sucede. Un real, cada vez. Un uno, que no adiciona.
  • Para el siglo XXI evoca una oferta algo incierta. El siglo XXI no es solo una referencia temporal: es un aquí y ahora que conjuga modalidades muy diversas de habitarlo. Es también, para los herederos del siglo XX, un modo de nombrar lo que vendrá aunque vivamos en él. Cambio en la preposición que transforma una afirmación en una proposición abierta; una presencia, a futuro.


Este Congreso, el tercero de una serie que ha abierto sus puertas a no-miembros de la AMP, se inscribe en un devenir que ha incluido la creación de otras instancias que si bien no pertenecen a la AMP ni a la Escuela Una, tienen con ellas una articulación que se presume estrecha, pero cuya forma exige aún elucidación e invención [1].

El siglo XXI como noción, se multiplica en el para preposicional del Un real:

  • para los analistas y su formación, pregunta esencial y esfuerzo de la Escuela;
  • para los analizantes cuyos análisis estos analistas conduzcan;
  • para aquellos quienes aún sin devenir necesariamente analizantes puedan beneficiarse de una experiencia con un analista;
  • para la civilización en la que los analistas se insertan y en la que su acto y/o su acción –lacaniana- pueda tener alguna incidencia.


Un real no unreal [2]

Tomaré la vía que nuestros colegas de la NEL eligieron para su boletín preparatorio, porque me permite jugar con estas cuestiones. UnReal todo junto, con el matiz de las mayúsculas y las minúsculas, es la elección para el nombre de ese boletín. "Decimos UnReal para acercarnos a un significante rígido que inscribe un goce opaco al sentido"[3] ¿Cómo no evocar -para oponerlo-, el sentimiento unreal de la época, cuyo paradigma se arrulla en la industria del entretenimiento pero cuya propiedad no le es exclusiva?

Unreal es el nombre de un videojuego de disparos en primera persona, cuya aparición a finales del siglo pasado significó un intrépido avance debido a calidad de la inteligencia artificial de los enemigos y a los gráficos de los que hacía gala. Hace un par de semanas asistimos al debate público y a las voces de alarma -especialmente sobre el acceso de los niños y adolescentes a determinados videojuegos y sus efectos nocivos en la construcción, por ejemplo, de lo que es la realidad- a propósito del lanzamiento del Grand Theft Auto V, juego de acción-aventura de mundo abierto cuya calidad fue elogiosamente criticada por dar la sensación realística de un mundo viviente. Sólo que aquí no se trata únicamente de disparos: drogas, torturas, elementos de necrofilia, prostitución, narcotráfico, armas de electrochoque y una renovada amoralidad posible como opción de juego acompañaron el regreso de este atrapante entretenimiento interactivo en el que los jugadores son criminales en acción, sin elección, pero con paradójica libertad. Nada es más humano que el crimen[4] nos recordaba inteligentemente Miller poniendo de relieve el límite de los humanismos en tensión con lo inhumano y el deseo del analista. Los creadores de videojuegos parecen saberlo y los publicistas transforman ese saber en estrategia de marketing. Si el psicoanálisis sobrevive, es muy probable que los analizantes pero también los analistas del siglo XXI por venir estén ahora mismo, jugando estos juegos.

El juego, el azar, la determinación, la elección, la libertad son objeto de reiterados análisis por parte de Lacan a lo largo de su obra y tiene las mejores razones para ello puesto que son formas de acercarse a lo que se repite, lo que retorna, lo que insiste, lo que resiste, lo que cambia y lo que no es posible cambiar, para afinar su diferencia entre resistencia y defensa puesta sobre el tapete a partir de la indicación de Miller "para entrar en el siglo XXI nuestra clínica deberá centrarse sobre el desbaratar la defensa contra lo real".[5] 
La relación causa-efecto no vale para lo real lacaniano sino como ruptura. Nuevos mundos abiertos se están conformando, no solo en los videojuegos.

¿Cómo ofrecer algo que en sí mismo es contingente? ¿Qué margen de libertad, de intervención, permite un programa –de videojuego, de planificación, de evaluación, de goce…?

Cambiemos de lugar

"¿Acaso hay una memoria?"[6] Miller recupera esta pregunta del Seminario XXIII en tanto la memoria implica un saber que está allí presente, es una instancia del saber y en ese sentido hay que colocarla del lado del Otro. El acontecimiento Freud renovó esta instancia del saber a partir del inconsciente, pero esta perspectiva no supone necesariamente lo real; el vector va de lo inconsciente a lo real.

Lacan se pregunta una y otra vez por la memoria porque está pensando en su relación con el lugar del Otro y la lengua común, pero también con cualquier idea de retorno y de causa. Miller lo sigue, precisando sus preguntas: ¿Nuestra memoria nos precede? ¿Podría hablarse sin memoria? Y contesta -siguiendo a Lacan- que hablar no tiene absolutamente nada que ver con ningún tipo de memoria. Al hablar, dice, uno crea la lengua. "Uno solamente habla su propia lengua y la recrea por retoquecitos […] es decir, se inventa con forzamiento"[7]

Los experimentos sobre la memoria no son ingenuos. El objetivo de recordarlo –archivarlo, guardarlo- todo o la intervención farmacológica sobre la ventana de fijación de los recuerdos –la píldora del olvido- son intentos de controlar la reproducción que anulan la posibilidad de recreación. Ambos apuntan a la evitación del trauma, por un esfuerzo de exclusión de los cuerpos afectados.

Un nombre propio que fuerza

La jugada se revela fuerte.

Lacan que no se vence tanto -dice Miller en ese texto-, escribió lo real y lo nombró como su síntoma. Nosotros a veces nos vencemos al tratar de seguirlo a él. No dejarse vencer no es lo mismo que triunfar. Vencerse en nuestra época es tener fecha de caducidad programada: esto gritan los cuerpos sometidos al imperativo de salud, belleza, autodeterminación, diversión. No caducar, no volverse clasificado, de museo.
Un Real para el siglo XXI es una recreación con nombre propio, de la lengua que los analistas de la Orientación Lacaniana hablamos; entre nuestro made in Germany y lo que del decir se espera: retoquecitos. Es la invención de una escritura con la aspiración de que pueda servir, si recogemos el guante. Un forzamiento al trabajo, como toda sutileza… analítica.

______________________________
1. El Instituto Jacques Lacan y la Universidad Popular Jacques Lacan.
2. Juego con el homónimo en inglés.
3. UnReal Nº 0. Boletín de la NEL hacia el Congreso de la AMP, www.nel-amp.org
4. MILLER, J-A. “Nada es más humano que el crimen”. Virtualia 18, www.eol.org
5. MILLER, J-A. “Presentación del tema del IX Congreso AMP”, www.wapol.org
6. MILLER, J-A. El ultimísimo Lacan. Bs. As: Paidós, 2013
7. MILLER, J-A. Op. cit. p. 86.

26 de diciembre de 2013



UnReal - Boletín de la Nueva Escuela Lacaniana


Lo Real y la Escuela



Miquel Bassols

Los invitamos a observar y escuchar la entrevista de Miquel Bassols titulada Lo Real y la Escuela. 



Así mismo, los encargados del blog del CID Lima les deseamos unas felices fiestas y desde luego, un próspero año nuevo.

22 de diciembre de 2013

Entrevista a Miquel Bassols - La vigencia del Psicoanálisis


Revista Noticias

Entrevista a Miquel Bassols por Juan Manuel Bordon

Hace más de un siglo, un médico vienés se planteaba un tema que todavía tiene en vilo a científicos de todo el planeta, algo que radiografías, tomógrafos y otros artefactos de observación tampoco han logrado dilucidar por completo: de qué se habla cuando se habla de la conciencia, dónde estaría alojada y cómo funcionaría esa suerte de sistema con ribetes místicos del ser humano.

“Sigmund Freud se planteó la cuestión de la localización del aparato psíquico y del lenguaje en el sistema nervioso central, ese tema que ahora investigan las neurociencias.
Su primera idea era que el lenguaje tenía su sede en el cerebro, pero lo interesante es que abandonó muy pronto esa idea porque le pareció un delirio científico”, recuerda Miquel Bassols, psicólogo español que en abril se convertirá en el nuevo presidente de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Bassols pasó por Buenos Aires para participar del VI Congreso de ENAPOL (Escuela de Orientación Lacaniana), donde bajo el lema “hablar con el cuerpo” se debatió acerca de cómo las personas se comunican a través del mismo. En una charla con NOTICIAS habló sobre el legado del psicoanálisis a más de un siglo de haber surgido y su relación a veces tirante con las ciencias y el cientificismo.

También se detuvo en cómo la idea de lo que son el cuerpo y la mente está cambiado profundamente en una era en la que el organismo ya no es algo inmutable sino una plataforma que podemos modificar ensamblándole artefactos tecnológicos, retocándolo en la mesa de cirugías o merodeando incluso dentro de sus bases genéticas.

Noticias: La idea de que vivimos obsesionados con el cuerpo es casi un lugar común. ¿Desde el punto de vista de su trabajo, esto es realmente un signo de época?

Miquel Bassols: Cada época tiene sus ideales sobre el cuerpo, se han hecho historias de esos ideales a través de la moda o el arte. Pero quizás el mundo contemporáneo sí se caracteriza por hacernos sentir que nuestro cuerpo es frágil. Las experiencias  traumáticas en relación con el cuerpo son cada vez más una experiencia posible. Me refiero a explosiones de bombas y episodios de la civilización actual que atentan contra esa unidad del cuerpo. Otra forma de entrar al tema es ver cómo la ciencia incide en nuestra forma de vivir el cuerpo. Yo creo que el hecho de que la ciencia y la medicina se hayan especializado tanto en los tratamientos sobre partes determinadas ha contribuido a hacer del cuerpo una serie de pedazos que incluso se pueden intercambiar. A veces vivimos el cuerpo como un saco de órganos. En ese sentido, el psicoanálisis distingue entre la existencia de un organismo, que puede ser entendido como partes  organizadas por lo biológico, y el cuerpo, que para existir requiere de todo un proceso para el que “el otro” es fundamental.

Noticias: La tecnología hoy nos permite reinventar nuestra apariencia, cambiar de sexo. ¿Eso hace que el cuerpo sea más inestable también?

Bassols: Sí, el cuerpo no está dado de entrada. Se puede construir y se está planteando ya en ámbitos de la ciencia ensamblar el organismo con aparatos técnicos. Eso siempre ha sido así de cierta manera, siempre tuvimos incrustadas en el cuerpo partes provenientes de la técnica, pero ahora se da más y se escucha en fantasías y síntomas de mucha gente. De hecho interactuamos con artilugios como el teléfono móvil como si fueran parte de nuestro cuerpo. Además, cada vez aparecen más elementos que permiten vivir de manera más separada del cuerpo: el espacio virtual de internet es un lugar donde el cuerpo es cada vez menos necesario

Noticias: De afuera uno tiene la idea de que la medicina se ocupa de cuerpo y el psicoanálisis de la mente. ¿Cuesta explicar que esa división no es así?

Bassols: Bueno, es todo un tema actual. Disciplinas como las neurociencias no tienen nada clara esa relación entre mente y cerebro. Hay mucha dificultad para articular una cosa con la otra. Para Freud, el aparato psíquico tenía una ordenación en el cuerpo que no permitía distinguirlo de él. Cuando decimos “hablar con el cuerpo”, decimos que el cuerpo es el aparato psíquico también. Pero es un cuerpo que no se reduce al organismo, no es un conjunto de elementos neuronales sino cuerpo organizado ya por el lenguaje.
En ese punto psique y cuerpo están en una continuidad, no hay separación entre una cosa y otra.

Noticias: ¿Entonces no puede haber un cuerpo hasta que no hay lenguaje?

Bassols: Esa es una buena definición. No puede haber cuerpo hasta que no hay lenguaje. Y el cuerpo es un producto del lenguaje. Armamos nuestro cuerpo a partir de las relaciones con los otros, fundamentalmente con la gente cercana, en nuestra infancia y con nuestros padres. Pero también en relación con nuestro partenaire, a partir de relaciones de lenguaje con el otro. Para decirlo de forma clara: ahí es donde el cuerpo se distingue de un organismo. Si un organismo nos viene dado de entrada, con limitaciones y posibilidades equis, el cuerpo es algo que construimos a través de la relación con el otro. Para llegar a tener un cuerpo hay que hacer una serie de procesos y poder hablar con él: se ve en el arte, la danza o el cine, donde el cuerpo encarna un discurso dirigido al otro. Hay sujetos, como los niños autistas, que se rehúsan a eso. No llegan a tener un cuerpo para poder hablar y poder dirigirse al otro.

Noticias: En las últimas décadas hubo una especie de carrera espacial hacia el interior del cerebro. ¿Cómo se acomoda el psicoanálisis a los hallazgos de las neurociencias?

Bassols: Ha habido distintas vías. Primero fue decir que Freud se planteó el tema de la localización del aparato psíquico y del lenguaje en el sistema nervioso central, ese tema que ahora las neurociencias investigan. Su primera idea fue que el lenguaje tenía su sede en el cerebro, pero abandonó muy pronto esa idea, le pareció un delirio científico.
Se dio cuenta, porque escuchaba y entendía el lenguaje, que la localización del inconsciente no está en el organismo si no, tomando la idea de antes, en el cuerpo. Esto es algo difícil de hacer entender a cierta línea del psicoanálisis que ha virado hacia las neurociencias y se ha alejado de la idea freudiana de que lenguaje está en la relación con el otro, en una cierta exterioridad. Igual dos de los mejores neurocientíficos, Gerald Edelman y Giulio Tononi, terminan su libro sobre la conciencia diciendo que el problema de la conciencia no se puede entender sin la introduccción de la alteridad y que en esa medida cada persona es distinta, no hay ningún modelo determinado para explicar esa operación singular que establece un sujeto con otro.

Noticias: ¿Usted cree que hay disciplinas hostiles al psicoanálisis?

Bassols: Sí. Hay un movimiento que se puede llamar “cientificismo”, que no es la ciencia sino uno de los efectos de la ciencia, que reduce todo lo que es del ámbito subjetivo a algo cuantificable, evaluable por números y observaciones. Ese discurso siempre va a ser reacio a un discurso como el psicoanálisis. O a cualquier otro que haga aparecer la singularidad del sujeto como algo no reducible a un dato empírico. Pero yo estoy atento a los movimientos actuales de la ciencia y noto que comienza a haber un movimiento de división interna, con científicos que se plantean la cuestión de lo no cuantificable del sujeto, lo no evaluable. Hasta en la física está pasando eso. El psicoanálisis no es una ciencia y debemos partir de eso. No en los términos actuales de lo que la ciencia considera su método y su funcionamiento. Pero a la vez, muchas disciplinas que se consideran científicas tampoco cumplen con esos criterios de “cientificidad”, lo puedo decir de la psicología misma. Hay un movimiento dentro del psicoanálisis, que yo creo que no es el más productivo, de querer convertirlo a toda costa un método científico. Me parece que ahí se pierde lo más sustancial de lo que Freud descubrió y es que el inconsciente no puede ser un objeto científico en los términos actuales de la ciencia porque escapa a los métodos de conocimiento objetivo.

Manejo del trauma
Miquel Bassels no duda ni un segundo. Cuando se le pregunta si cree que la invención del psicoanálisis ha logrado mejorar en algo el mundo, responde con un “sí” rotundo.

“Creo que es una experiencia que da la posibilidad a cada sujeto de orientarse ante lo real traumático que nos toca vivir construyendo un síntoma que será propio de cada sujeto y le permitirá vivir un poco mejor, pero sin falsas promesas”, dice. En cierta medida, Bassols cree que el trabajo del psicoanalista ha mejorado el mundo de la misma manera que el trabajo de quienes se especializan en desarmar bombas.

“Uno de los graves problemas de la actualidad es que las promesas de felicidad incluyen una bomba de relojería que estalla a la larga o a la corta. Si el psicoanálisis sabe algo, es que a esa relojería hay que atenderla con cuidado, sin falsos ideales ni imposiciones”, dice este hombre que cree –parafraseando a Freud- que el psicoanálisis es  “una segunda oportunidad para orientarse en el vacío, después de haberse dado de cabeza continuamente contra una misma pared”.

17 de diciembre de 2013

UnReal 07

Boletín de la NEL hacia el IX Congreso de la AMP

Nº 7
17 de diciembre de 2013


Editorial

Mercedes Iglesias

En un sentido muy amplio la noción de real intenta atrapar lo que traspasa los semblantes y permanece más allá de todo cambio. Por ello Lacan en un primer tiempo lo define como lo que siempre vuelve al mismo lugar dando la idea de algo estable.  

Luego lo definirá como lo imposible, dado que como sostiene Miller, no veía la posibilidad de que se pudiera atrapar algo que estuviera más allá de lo simbólico. Continuando en esa búsqueda decide admitirlo lógicamente, afirmando de este modo una existencia que se deduce. Finalmente, en su última enseñanza, va más allá de todas las categorías que son comprensibles a través de lo que es y se introduce en lo que sería la existencia del hablanteser. Lo real aquí no puede ser aprehendido conceptualmente, entra en tanto desorden, desvío, goce. Sin embargo, este desorden produce un anudamiento que orienta. Anudamiento que constituye UnReal y que cada uno de nuestros boletines intenta dar algún trazo del modo en que se presenta.

En este número contamos con un video de Miquel Bassols en torno a Lo real y la Escuela que logra en un tiempo breve dar una maravillosa visión de la importancia del concepto de Escuela. Por otra parte, Johnny Gavlovski y Mario Elkin Ramírez nos ilustran los diferentes modos en que lo real puede emerger ante nosotros.

Este boletín constituye el último de este año que retomaremos el 7 de enero. ¡Les deseamos a todos unas Felices Fiestas!

Miquel Bassols - Lo Real y la Escuela: 



Lo real que el arte intenta atrapar

Johnny Gavlovski

A Lucio Fontana lo simbólico del caballete ya no funciona. Entonces busca más allá de la pintura. Tensa la tela, la perfora con punzón. Hace una topología del agujero confrontándonos con el goce de la repetición, de la destrucción, con nuestra propia muerte. Pregunta: ¿qué es lo que está destinado a perecer? ¿Acaso la inquietante presencia de esa rasgadura que sin velo sugiere de  eclosión de una interioridad? Agujero por el cual pudiera asomar lo intangible de la causa de nuestro deseo, desde un vacío que solo subraya la imposibilidad de su representación.

Brousse escribe: “el objeto es el efecto producido por lo que no puede verse, sobre el público que mira la imagen”. (1) La rasgadura, el agujero serán “eso que lo mira” (2) y lo confronta. “Este objeto que mira al público… es un índice de lo real, provoca realmente el horror o el escándalo”. (3)

Fontana, busca allende el agujero. Agujereando el lienzo, aguijonea al espectador. (4) ¿Encuentro con lo real? ¿Cuál real? Dirá Bassols: “Lo real del psicoanálisis es también un real distinto a lo real que el arte intenta atrapar con su saber hacer, con el saber hacer de la letra especialmente…”. (5)

Entonces: ¿dónde están los índices de real y ese “saber hacer con la letra”?
1.- En el manejo topológico del espacio, en lo intangible del más allá del lienzo
2.- El acto de perforar puede leerse a partir de un efecto de goce: saber hacer con la letra.
3.- Lacan dice la letra es ruptura. También dice: al borde de lo simbólico, la letra es «efecto de un discurso», participa de una pérdida y una condición de goce.

¿Todo esto nos conduce a UNReal?
________________________________
1. Brousse, M.-H., “Una sublimación a riesgo del psicoanálisis”,  Las tres estéticas de Lacan, Editorial Del Cifrado, Buenos Aires, 2006, p. 89.
2. Como lo enseña Lacan en el  Seminario
 11 a propósito del brillo de la lata de sardinas.
3. Brousse, M.-H., op. cit.
4. “No soy yo que va cerca de él (il puctum) pero es él que, partiendo de la escena, como una flecha, me atraviesa”. Cf. Barthes, R., La camera chiara, Torino, Einaudi, 1980, p. 28.
5. Bassols, M., “Lo real del psicoanálisis”, Virtualia Nº 25, Revista digital de
 la Escuela de la Orientación Lacaniana, noviembre 2012.



El goce, lo Real y el Caos

Mario Elkin Ramírez

Los griegos oponían el orden Cosmos al caos Kaos. El cosmos, para expresar su ordenamiento, requiere de lo simbólico y pretende hacer entrar el caos en dicho ordenamiento, dando lugar al saber sobre el orden de los astros, llamado cosmología. Caos, en cambio, no es simbólico ni imaginario. Podemos hacerlo coincidir, en nuestras categorías, con lo real sin ley.

El monoteísmo coloca en el principio el verbo, eleva lo simbólico a la dignidad del principio ordenador del mundo. Pero Freud termina su Tótem y Tabú diciendo: “en el principio era la acción”. Y la lógica moderna hizo posible pensar el cero, el conjunto vacío o la nada.

Bajo esta luz, ¿qué es ahora la ciencia que deducía y formulaba las leyes del universo? Un juicio atributivo de ordenamientos simbólicos e imaginarios, matemáticos y geométricos de lo real. Los científicos reconocen la incertidumbre y lo aproximativo de estas construcciones.

Lo real en nuestro ámbito lo atribuimos a un goce. ¿Cuál? Aquel que no entra en ningún ordenamiento ¿el goce Otro? ¿El suplementario femenino? ¿Al que se le piensa como caprichoso? ¿Es el mismo del das Ding? ¿La acción?



IX CONGRESO DE LA AMP
¡URGENTE INSCRIPCIONES!
AL FINAL DE ESTE MES LA TARIFA DE LAS INSCRIPCIONES AUMENTA.
INSCRÍBANSE AHORA.



Comisión Editorial Boletín
 UnReal

María Hortensia Cárdenas
Mercedes Iglesias 
Ana Viganó

15 de diciembre de 2013

Entrevista a Silvia Salman -Segunda parte

Finalizamos con esta segunda parte de compartir la entrevista realizada a Silvia Salman. ¡Buena lectura!

Para un psicoanalista en formación, ¿qué coordenadas pueden orientarle hacia un bien decir?, o, un poco, parafraseando lo que usted decía hoy día, ¿cómo decir para hacer surgir el silencio?

Para un analista en formación, y yo te diría que el lugar privilegiado es el propio análisis, ese es el lugar privilegiado. Por supuesto que también está el control, el control de casos que es donde uno puede encontrar que lo que uno controla es el propio acto analítico, entonces allí también puede surgir una enseñanza en relación a cómo intervenir, y la enseñanza que hoy pudimos impartir que es más epistémica, pero hay algo que tiene que ver con la propia experiencia de análisis; por eso hoy lo decía así, “quien no haya vibrado ante un silencio, un gesto, una palabra del analista, no sabe lo que es que la dimensión pulsional, que la transferencia esté sostenida en la dimensión pulsional”. Entonces, es algo que se experimenta, y si se experimenta en el cuerpo, es algo que uno puede hacer formar parte de su propia experiencia como analista. Porque, como decía Lacan, “hagan como yo, no me imiten”. Es decir, no se trata de reproducir lo que hace el analista, porque eso es irreproducible; pero, a partir de que uno experimenta eso, no se trata entonces, no es necesario reproducir lo que hace un analista, uno mismo está atravesado por esa práctica. Que es la práctica, o sea, uno como caso de una práctica, digamos. Así que, si vos me preguntás, ¿qué de la formación?, diría la experiencia analítica, la propia experiencia de análisis.

¿Cómo poder orientarse a la hora de presentar un texto?, considerando que no siempre se da una cierta enunciación, no siempre se da una significación de lo que uno habla…

Pero es lo mismo, una enunciación surge de una experiencia de análisis. O sea, me parece que es justamente en la propia experiencia donde si uno hace la experiencia analítica, como decíamos hoy, de ir en contra del sentido, y no se queda en las elucubraciones del goce-sentido, entonces uno puede hacer la experiencia de lo que es la propia enunciación, que no es lo que uno dice, sino lo que se dice tras lo que se dice, es decir, lo que no tiene que ver con el sentido. La enunciación, cuando uno habla con una enunciación es porque habla atravesado por ese sinsentido, por ese no-todo, por ese fuera de sentido. Y eso se alcanza en un análisis. En un análisis uno hace la experiencia de, aun dejándose enredar por el sentido, como dice Lacan, para resolver el síntoma, o para llegar a lo real del síntoma, dejándose enredar pero para ir más allá de eso. Entonces, si nosotros hablamos desde el sentido, estamos siempre en el plano del enunciado, no de la enunciación. Entonces, lo que nos da la posibilidad de salirnos de los enunciados es eso, es lo que revela una posición subjetiva, una posición; cuando uno habla, cuando uno dice, cuando uno lee incluso, es hacer escuchar otra cosa que lo que dice, es cuando uno hace escuchar otra cosa que lo que dice. Si yo logré hoy transmitir, o pasar algo de mi enunciación es porque más allá de todo lo que dije, que eran páginas y páginas, hice pasar otra cosa, y esa es la enunciación, que es la posición que cada uno tiene respecto del no-hay, respecto del vacío. Ese consentimiento, cuando vos escuchás a alguien sin enunciación, se ve claramente que no hay un consentimiento a ese no-hay, porque uno escucha una serie de citas, o repeticiones, ¿no?, ahí uno no escucha la enunciación, algo no pasa por eso.

Baco (San Juan Bautista) -Leonardo Da Vinci
Este es uno de los cuadros en el que Da Vinci representó a San Juan,
esta vez con un dedo apuntando hacia un lado y el otro hacia abajo. 

Habría que producirse una pregunta

Sí, hay eso, hay un descentramiento entre el yo y el sujeto, para decirlo de alguna manera. El yo es el que habla, el de los enunciados, el sujeto es el sujeto de la enunciación; entonces hay un desdoblamiento ahí, uno se pregunta, uno avanza, uno sigue, uno transmite eso, esa hiancia, eso.                                      

¿Qué nos puede decir del control en la formación del analista? ¿Cuál es la importancia del control?

Que es fundamental. Por ejemplo, hoy hablaba con María Hortensia y le decía que todo el desafío del espacio de Casuística, por lo menos para nosotros, para mí que estoy allí, es no trasformar ese espacio en un espacio de control, porque no es un espacio de control. Casuística no es un ateneo clínico, no es un espacio de control, es un espacio de discusión de casos pero antes que eso, inclusive, le decía a María Hortensia, es un espacio donde intentamos trasmitir lo que es la construcción del caso, más allá del caso en sí mismo. Pero no es un espacio de control, yo especialmente tengo esa prudencia. Lo que no impide que para los participantes que presentan sus casos los oriente en algo respecto de su práctica, pero es distinto al control. Cuando uno hace un control lo que controla es a él mismo, no controla el caso clínico, controla el propio acto, el acto del analista, y si bien se dirime algunas cuestiones del caso está fundamentalmente la posición del analista, y eso en Casuística no se toca, porque justamente no es un espacio de control.

Pero me parece fundamental para la práctica el control, inclusive cuando uno ha terminado el análisis, inclusive cuando uno es AE, porque uno no está exento de que en el acto se interpongan cuestiones subjetivas, fantasmáticas, en fin, transferenciales; entonces es importante esa interlocución que uno mantiene con otro a partir de sus propios casos.

Por el otro lado, también para hacer un ejercicio de la construcción del caso; cada vez que vos vas a controlar un caso te ves obligado a construir el caso, que si no uno no lo construye, uno puede tomar notas, en fin, cada uno tiene su estilo; pero a mí me pasa que cada vez que controlo eso me obliga a construir el caso, y lo más probable es que después de ahí pueda hacer una presentación como lo que hice ayer, de un caso que me estoy interrogando. Es decir que sirve también, además de lo que hace para la propia práctica y para la formación, también para la transmisión.

Eso pienso del control, que es una práctica que para el psicoanálisis de orientación lacaniana es muy complicada porque no está estandarizada, es algo que nosotros nos preguntamos también, no es como en la IPA. En la IPA uno tiene que analizarse cuatro veces por semana con un analista didacta, tiene que controlarse una vez por semana con tal analista. Nosotros no tenemos ninguna de estas reglas. A la vez, es un principio de la práctica lacaniana el control, pero no tenemos ninguna manera de estandarizarlo, ni de controlarlo, y de verificarlo. Es una pregunta.  Hace poquito en Buenos Aires surgió el tema ¿Se controla? ¿No se controla? ¿Con quién? ¿Cómo la Escuela puede tomar el relevo de este punto de la formación y hacerse cargo de algo de eso sin imponer como lo hace la IPA un estándar del control?

Pero la pregunta por el control es una pregunta que en estos espacios en común, como es el de las Jornadas, el de ustedes en el CID, o en la transmisión que uno haga, me parece que surja o que anime eso a ir a un control es lo más importante que puede desprenderse de la transmisión que uno hace. Aunque uno no les diga tienes que ir a controlar, pero a partir del caso que presenté ayer y la diferencia con el caso de Casuística, si es que es una histeria o una psicosis ordinaria, alguien pueda interrogarse sobre un caso de su propia práctica, y decir, “bueno, voy a controlar este caso”, es por ejemplo uno de los efectos que podría producir este tipo de actividades.
                                                                                                                                                            
¿Se podría decir del control que, de alguna manera, siempre estaría ligado a algo que le resuene a uno, a poner un límite o prevenir algo de la contratransferencia?  Es decir, ¿siempre es ese el fin del control?

No, cuando yo digo controlar el acto, no solamente es respecto de la contratransferencia, sino respecto de las intervenciones, de la orientación.  En este caso que yo presentaba es una histeria, que no es lo mismo una histeria que una psicosis ordinaria, ¿cómo me oriento? Conviene reforzar ese recurso, conviene interrogarlo, y eso no necesariamente tiene que ver con la contratransferencia, pero sí con el acto analítico; pero también, obvio, con la contratransferencia, en algunos casos.   

Lima, 12 de octubre del 2013.

12 de diciembre de 2013

Están abiertas las inscripciones del ciclo Básico I

Jaques Lacan


CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA EN PSICOANÁLISIS



Están abiertas las inscripciones del Nivel BÁSICO I - 2014

Desde el 10 de diciembre de 2013 a febrero de 2014



Al estudiante de Psicología y profesional de disciplinas afines interesados en la práctica psicoanalítica:
· ¿Quieres estudiar psicoanálisis?
· ¿Estás interesado en el campo de la salud mental?
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EL CIDLima ofrece a todos aquellos interesados en enriquecer su trabajo:
- Una opción diferente, una mirada crítica a los problemas de la época.- Un espacio dinámico donde plantear sus preguntas y sus dudas


NIVEL BÁSICO I

 
· Duración: 16 semanas de clases
También pueden participar en:


· Videoconferencias con psicoanalistas docentes de otros Institutos del Campo Freudiano.

· Material bibliográfico virtual incluido.


· Participación en las actividades de la NEL-Lima, como Noches de Escuela, Noches de Biblioteca, Grupos de investigación y de Lectura.


· Seminarios Internacionales.


· Uso de la biblioteca, préstamo de libros, CDs y fotocopias.

     Informes e inscripciones:
CIDLima :   Av. Marchand 334, San Borja  ·  Tel.: 224 96 94               CID-Lima@nel-lima.org  
cid-lima-psicoanalisislacaniano.blogspot.com

  Proceso de admisión:
- Solicitar por correo la ficha de inscripción y presentarla con el curriculum vitae
- Entrevista personal

Agradecemos la difusión

10 de diciembre de 2013

UnReal 06

Boletín de la NEL hacia el IX Congreso de la AMP

Nº 6 
10 de diciembre de 2013



Editorial
María Hortensia Cárdenas


UnReal nuevamente –considerado para el siglo XXI– el que intentamos circunscribir cada vez en la experiencia analítica o en nuestra práctica. UnReal diferente al real de la ciencia o al real del malestar contemporáneo que se presenta día a día bajo diferentes formas contingentes.

UnReal que, sin nombrarlo así, Freud dio las pistas para empezar a abordarlo cuando, en el encuentro inaugural traumático, señala un excedente de sexualidad que no dejará de repetirse en el síntoma. Un encuentro de lo real de un goce siempre inasimilable, que se conmemora en cada repetición y que Lacan formulará como el agujero de la ausencia de relación sexual.

¿Cuál es la posición del analista que conviene, que permitiría al analizante aproximarse a su UnReal? Lorena Greñas destaca en su texto lo real del tiempo que el analista introduciría para perturbar la defensa. Laura Arciniegas reflexiona sobre cómo el deseo del analista apunta a reducir al otro a su real y liberarlo del sentido.



Deseo del analista y tiempo

Lorena Greñas

 “A mi entender [dice Miller], Lacan establece en su última enseñanza que allí donde el analizante busca la verdad, el algoritmo [real/semblante] lo conduce a encontrar lo real, y que la decepción de la verdad es correlativa de un acceso a lo real, donde ciertamente se trata menos de que él encuentre lo real que de que lo real lo alcanza a él”. (1) Al hacer referencia a la dimensión del encuentro, Miller introduce lo real del tiempo. Por  otro lado señala que “las relaciones entre lo verdadero y el tiempo siempre fueron difíciles para el pensamiento, como si lo verdadero tuviese una pretensión natural a un «fuera de tiempo»”, (2) ¿no es acaso el deseo del analista como “un deseo de alcanzar lo real, de reducir al Otro a su real y liberarlo del sentido” (3) lo que posibilita este encuentro? Cabe así intentar elucidar cuál es la posición del analista que introduce lo real del tiempo para perturbar la defensa… de la buena manera.

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1. Miller, J.-A., La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, Paidós, Buenos Aires, 2003, p. 16.
2. Miller, J.-A., La erótica del tiempo y otros textos, Tres Haches, Buenos Aires, p. 19.
3. Miller, J.-A., “Presentación del tema del IXo Congreso de la AMP”. Disponible en: http://www.congresamp2014.com




Sobre el deseo del analista

Laura Arciniegas S.

 La redefinición del deseo del analista, que no es un deseo puro como dice Lacan, no es pura metonimia infinita, sino que se nos aparece como un deseo de llegar a lo real, de reducir al otro a su real y liberarlo del sentido”.

Los cimientos del deseo del analista, se hunden en lo más singular del goce de cada uno, en su locura irrepetible, que se transforma por la experiencia psicoanalítica en un tratamiento distinto del goce del síntoma, sin la atadura del fantasma. G. Stiglitz (1). Una invención que no es sin el goce de la pulsión. No es un deseo puro, pero no es un puro vacío, pues está arraigado en el cuerpo. “Nueva topología del objeto que pone de manifiesto el lugar de causa y ya no de velo” como lo propone Salman (2) al enfatizar que dicho deseo surge de un tratamiento y una transformación del lugar del objeto “a” a partir del trabajo analítico. Dejar de desconocer la función que tiene el objeto “a” en su deseo para así reintegrarlo a su causa. Así, el deseo del analista, abordado ahora en su punto de relación con lo real, como deseo de obtener la diferencia absoluta, apunta a “reducir al otro a su real y liberarlo del sentido”.

La práctica analítica orientada ahora bajo la égida de la pregunta ¿qué satisface? que se distingue sensiblemente de la pregunta ¿qué significa? abre otra dimensión del decir  e invita expresamente a buscar allí donde “eso goza”. La interpretación, como un modo de decir especial, que acentúa en el significante la materialidad y el sonido, no es ya solicitada por sus efectos de sentido, sino por sus efectos de goce, “efectos corporizados”.(3) Sorprender a lo real, ahí donde resuena, y por ese mismo hecho ubicar la incidencia del traumatismo, es a lo que invita Naveau (4). Para ello el decir del analista ha de alojar un vacío… ¡que toca a su propio cuerpo!
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1. Stiglitz, G., “Flashes sobre el deseo del psicoanalista”, El orden simbólico en el siglo XXI. No es más lo que era. ¿Qué consecuencias para la cura?,  Grama, Buenos Aires, 2012.
2. Ibíd.
3. Miller, J.-A., “Sutilezas Analíticas”, Paidós, Buenos Aires, 2011,  Caps. 17 y 20.
4. What’s Up! Nº 3.  


Jornada clínica 
Llamado a Comunicaciones 
Nueva fecha tope para presentación de trabajos

La Jornada clínica del próximo congreso tendrá lugar el miércoles 16 de abril de 2014.
Los miembros de la AMP tendrán la ocasión de presentar sus trabajos en ocho salas simultáneas.
Envíen sus trabajos hasta el 5 de enero 2014.




Comisión Editorial Boletín UnReal

María Hortensia Cárdenas
Mercedes Iglesias 
Ana Viganó