22 de mayo de 2014

Lo irreprimible de la traducción

Por Marie-­Christine Baillehache
Lacan Cotidiano Nº 397














Si la traducción interesa al psicoanálisis del siglo XXI, es porque más allá de la de la significación de un texto, ella es un obstinado, preciso y alegre trabajo de extracción del enigma de una enunciación. La concepción lacaniana de la barra saussuriana permite situar la traducción más allá de su producción de significaciones, al nivel de la confrontación singular de un traductor con el Otro barrado y con la parte  irresistible de su propia división.

21 de mayo de 2014

O Trauma dos corpos, a violencia nas cidades

Miquel Bassols: El tema del Encuentro brasilero tiene la virtud de hacer un cruce entre lo singular y más íntimo: la experiencia traumática de un  cuerpo, con un tema de alcance grupal: la violencia en las ciudades; violencias casi anónimas más allá del uno por uno.

La violencia es un fenómeno cultural, no hay instinto violento animal. Cuando hablamos de dichos fenómenos en la sociedad actual no podemos pensarlo en ese registro; sino muy por el contrario la violencia es uno de los productos más refinados de lo simbólico en la cultura humana.
Las mujeres, los niños y el llamado “loco” son  tres objetos de violencia en la contemporaneidad.

Cuantas más respuestas son del orden de la integración y la homogenización, más violencia se engendra.
Nos encontramos ante una apuesta contemporánea; y la clínica fundada en la experiencia psicoanalítica, en la investigación que cada sujeto hace de esas zonas de extimidad de goce segregado en cada uno, saca muchas enseñazas para después establecer una política,  incluso del orden social.
El psicoanálisis tiene mucho qué decir y cómo hacer con  esa política del síntoma, también en el  orden social

21 al 23 de noviembre de 2014
Belo Horizonte. Minas Gerais



























14 de mayo de 2014

Radio Lacan

El por-venir del órgano base de la Escuela: ¿Nos servimos de él?

Por Elida Ganoza

Dos dispositivos, el cartel y el pase, fueron creados por Jacques Lacan para su Escuela, cuyo esfuerzo estuvo dirigido a que estos dispositivos permitieran al psicoanálisis de orientación lacaniana pasar del saber supuesto al saber expuesto.
El cartel como órgano base y puerta de entrada a la Escuela en el Plan Lacan tenía un lugar preeminente. La orientación de Lacan fue clara y precisa: para él la formación del analista y lo más propio del trabajo de Escuela requería de la experiencia del cartel. Sabemos que éste plan ya no es lo que era y que los tiempos ya no son los mismos.

A partir de nuestro momento como Escuela, ¿cómo dar un lugar renovado al deseo de trabajo en carteles? ¿Qué política se tiene reservada para el cartel en las sedes de la NEL? ¿Cuál es la política que le conviene al cartel? ¿Es posible anudar la NEL al cartel?

La Escuela nos da su política de orientación para que el cartel tenga un lugar en ella pero no depende sólo de las instancias directivas sino que mucho depende de cómo los miembros y asociados de la NEL subjetiven el trabajo en carteles en sus distintas sedes.

La experiencia del cartel es por supuesto singular, depende de la contingencia del encuentro. Pero, ¿podemos y queremos servirnos de él como instrumento? Es claro que la experiencia del cartel es un lugar muy propicio para plantear las verdaderas cuestiones sobre la formación del analista y la transmisión del psicoanálisis. Representa un lugar de compromiso con la Escuela al sostener un trabajo de elaboración que favorece la transmisión del psicoanálisis. Encontrarle un uso posible y discutirlo con los otros de la Escuela, es algo que se podría hacer si nos lo proponemos.

Todos sabemos que el dispositivo del pase funciona como un cartel, y somos testigos que ese uso del cartel es exitoso en las Escuelas. El Plan Lacan con el pase hace efectivo que el cartel tenga el lugar que conviene a la Escuela y da sus frutos. Como manifiesta Luis Tudanca, “no es lo mismo creer en el cartel que servirse del mismo.

El cartel es un instrumento, se ofrece al uso, es dócil a la elaboración colectiva, pero… ¿cómo sería savoir faire, en un cartel?” (1) El cartel posibilita una elaboración colectiva que pasa de uno en uno al escrito y para que se produzca tal elaboración, es necesario pasar del funcionamiento de grupo a su revés. Para ello, Eric Laurent, siguiendo la dirección de Lacan expresa en su artículo “Discurso y grupo”, que el efecto de grupo se puede calibrar según lo que añade obscenidad imaginaria al efecto de discurso. Más se acentuará la disolución de lo grupal cuanto más cartel hay en un grupo y nos recomienda servirnos del grupo para intentar constituir un cartel. El Cartel es la posibilidad práctica de un trabajo de Escuela que más se adecúa al discurso analítico. Es un instrumento válido para la transmisión de un deseo de saber que puede anudarse a la causa de cada quien.

El aporte y la posición de cada uno surgen de la discusión misma que fomenta el intercambio y estimula la productividad orientada por el Más Uno. Esto da forma y contenido a la transferencia de trabajo redundando directamente en la Escuela que promueve el psicoanálisis; es decir que lo colectivo se sostiene de uno, en uno puesto que el saber no tiene valor en sí mismo, sino en tanto circula y se comparte con otros. Así mismo, como señala Mauricio Tarrab, esta elaboración singular necesita de los otros. "Tú puedes saber pero no sin los otros”. (2)

Jacques Lacan inventó el cartel como una célula de trabajo con una dinámica de funcionamiento que incluye la permutación en su núcleo con el Más Uno que descompleta. Esta dinámica le permitió apostar por este dispositivo y al idearlo como lo hizo trató de poner a buen recaudo los obstáculos y los impases en el trabajo de grupo, permitiendo arreglárselas con los efectos de grupo. En el mismo seno del cartel puso la semilla de su propio resguardo, porque favorece el efecto de discurso por encima de los efectos de grupo.
El cartel con su estructura borromea, bordea el agujero de la no relación sexual manteniendo viva la causa analítica y en el esfuerzo por subjetivar ese real. Como prisioneros que somos, reconocemos esa condición cuando bordeamos el agujero en el saber, pudiendo estar advertidos que es, no sin los otros que tenemos una chance lógica (3), por tal motivo la formación del analista y lo más propio de la inmersión en la Escuela precisa de la experiencia del cartel.

Si nosotros como Escuela nos ingeniáramos para adoptar la modalidad del trabajo en carteles en cada sección, en cada congreso, encuentro, en cada noche de Escuela, es muy probable que logremos una eficiencia tal al ponerlo a punto que potenciando sus bondades nos apropiemos de su riqueza.
¿Cómo valernos del cartel para la formación del analista en la NEL?

Con su política y orientación la NEL, con sus sedes y grupos asociados, puede provocar funcionando como un Más Uno un efecto multiplicador del trabajo en carteles. El cartel es un dispositivo atravesado por la política del psicoanálisis que si bien no se puede prescribir cómo se causa el deseo, éste puede funcionar como causa cada vez que se recurre a él por ser un significante vacío, anudándose los unos con los otros ya su vez anudándonos a la Escuela.

Lo que mantiene actual al cartel, al poner en el centro de la elaboración de sus cartelizantes “lo que no se sabe”, es lo inédito de su lazo social que se reedita en cada cartel que se establece. Siempre vivo, éxtimo, porque responde a las leyes del deseo alojando en la contingencia de sus encuentros la heterogeneidad, lo diverso, lo diferente y lo singular.

Es por todo esto, que el cartel es una fuerza viva, es una fuerza política del psicoanálisis lacaniano del cual podemos servirnos en la NEL.

Referencias:
(1) TUDANCA, Luis. Razones, en El Caldero de la Escuela Nº 81. Buenos Aires: EOL, Octubre/ 2000. (2) TARRAB, Mauricio, En el cartel se puede obtener un camello, en En las huellas del síntoma.2ª ed. Buenos Aires: Grama Ediciones/ 2010 (3) TARRAB, M. Ibid.
(2) TARRAB, Mauricio, En el cartel se puede obtener un camello, en En las huellas del síntoma.2ª ed. Buenos Aires: Grama Ediciones/ 2010.
(3) TARRAB, M. Ibid.

El porvenir de la intimidad

LA VANGUARDIA.Cultura(s)
Dossier
MIQUEL BASSOLS | ENRIC BERENGUER| JOSÉ R. UBIETO


La intimidad es una noción que se afianza a lo largo del siglo XIX en el marco de una cultura burguesa que hace de la vida privada y del yo su referencia civilizatoria. Se acepta así que cada uno es conocedor y dueño de sus secretos, tesis que empieza a desmontarse con el descubrimiento freudiano del inconsciente. Hay secretos íntimos para nosotros mismos y la ilusión de ser transparentes sólo se sostiene en ciertos momentos de la infancia cuando pensamos que los padres leen nuestros pensamientos.

Hoy esta intimidad sufre una profunda transformación y prueba de ello es la popularidad del concepto de extimidad. Generalmente se usa como si fuera el reverso de la intimidad y se asemeja al hecho de que hoy lo íntimo ha devenido público. Para Lacan, autor del neologismo, extimidad tiene otro significado, alude a aquello más íntimo que sin embargo es irreconocible para el sujeto porque se sitúa en en el exterior, como un cuerpo extraño. Se trata de otra intimidad que a pesar de parecernos ajena, nos es tan familiar por constituir el núcleo de nuestro ser. Es el interior intimo meo de San Agustín o ese odio que imputamos al otro –por su extranjeridad o diferencia-  y que sin embargo nos constituye a cada uno.

El porvenir de la intimidad va hoy a la par de las tecnologías digitales, que sostienen la
ilusión de que se podría extraer la verdad del sujeto incluso aquello más opaco. La previdencia de Minority Report cada día resulta menos ficción y ya se especula con tecnologías capaces de leer nuestros pensamientos (!) o sistemas de trazabilidad que no dejarían oculto ni un segundo de nuestras vidas, como sucede con los objetos que incorporan un GPS. Tres psicoanalistas analizan en el dossier estas transformaciones.

7 de mayo de 2014

"No creo engañar a mi marido"

 
PSICOLOGÍA › LO QUE EL OTRO NO SABE
Por Jacques-Alain Miller *

Una joven tiene un amante. Lo explica en el análisis: “De hecho, yo no tengo la impresión de que engaño a mi marido. Lo que él no sabe, para él no existe. Sólo existe para mí”. Dicen que están los hechos, y Lenin agregaba que son tercos. Y bien, no es tan así. Sólo existen los hechos que son dichos. ¿Qué es un hecho que no se dice? Esta joven divide su vida entre dos mundos. En uno, el amante existe. Es un mundo que sólo ella conoce, con el amante y con el analista. Y es un mundo muy estrecho ya que las aventuras son breves y las sesiones de análisis son pocas y cortas. ¿Qué valor tiene este mundo al lado del otro, el de su vida cotidiana, con marido, hijos, padres, compañeros de trabajo? El mundo del amante, si apenas puede existir, existe en un paréntesis, es una balsa bogando en el océano de su vida.
 
Dirán: tiene mala fe, lo sabe y no quiere saberlo. Pero no. Lo importante no es lo que ella sabe o no. Lo que importa es que el otro, en cambio, no sabe. Porque lo que el otro no sabe, no existe. Para el marido, la familia, el discurso común, el amante es como si no existiera. El otro no es el Dios que examina su mente y su corazón, que lo ve todo, lo sabe todo. Es un otro perforado, con un hueco, un punto ciego. Y es ahí precisamente donde habita el deseo.

Hable usted de cualquier cosa y la hará existir. El problema atormenta a los filósofos desde siempre: el no ser no es, por supuesto, pero al nombrarlo, ¿no se le confiere un ser? Entonces, callar algo es hacerlo desaparecer. Un escritor, un artista, un político lo saben.

Es el principio de Madison Avenue, donde habitan los Mad Men en Nueva York: “La mala publicidad no existe”. Preste atención: cuando hablamos de un producto, bien o mal, lo hacemos existir.

Por lo tanto, el sujeto es sincero cuando miente. Separa los dos mundos y se divide a sí mismo según esté en uno o en otro. Sin embargo, sucede que un personaje del mundo común logra introducirse por efracción en su mundo íntimo. Es un horror. Intenta expulsar al intruso. El insiste. Se instala. Al poco tiempo, usted está obligado a volver al mundo común. Su ontología se desmorona. Lo que no existía es expuesto a todos. El no ser es, absolutamente. El hecho, pasado al dicho, será terco. La marca se quedará. Y su ser quedará atrapado allí.

* Miembro de la Ecole de la Cause Freudienne (ECF). Creador de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Artículo publicado en la revista Enlaces, Psicoanálisis y cultura, Nº 19.

6 de mayo de 2014

Convocatoria de trabajos para las VIII Jornadas de la NEL

VIII JORNADAS NEL 
Convocatoria a trabajos individuales

El trabajo conjunto que se expondrá en las VIII Jornadas de la NEL, LO FEMENINO NO SÓLO ES ASUNTO DE MUJERES. El pivote irreductible de un análisis, se consolida con entusiasmo. Varios grupos se ocupan ya de vectores precisos que conformarán las mesas plenarias, además de las intervenciones de los invitados.

Dispondremos de toda la jornada del sábado 25 de octubre para 64 trabajos individuales, en 4 salas simultáneas, dos por mesa. A continuación encontrarán el desarrollo de los dos grandes ejes planteados, lo social o lo clínico, y sus agrupamientos.

I. LO FEMENINO Y EL LAZO SOCIAL CONTEMPORÁNEO:
I. A. El goce femenino y la estructura de la pareja y la familia.
I. B. El goce femenino y la relación madre – hijo.
I. C. El goce femenino y las sexualidades contemporáneas.
I. D. El goce femenino y las Comunidades de goce, nuevas ideologías y nuevas terapias.

II. LA PRÁCTICA ANALÍTICA Y EL GOCE FEMENINO:
II. A. El goce femenino y las neurosis: Histeria y obsesión.
II. B. El goce femenino y las Psicosis.
II. C. El goce femenino y los síntomas contemporáneos.
II. D. El goce femenino y la experiencia contemporánea del análisis.  

Quienes estén interesados en participar con trabajos individuales deberán presentar antes del 22 de junio próximo una sumilla con los lineamientos gruesos de la intervención planeada, en una extensión de no más de 500 caracteres, incluidos los espacios, fuente: Times New Roman, tamaño 12.  Dirigirla a José Fernando Velásquez jfvv1916@gmail.com y a María Hortensia Cárdenas mhcardenas@gmail.com.

Para las referencias y textos con comentarios de cada uno de los ejes pueden encontrarlos en la Página web de la NEL http://nel-amp.org, haciendo clic sobre el logo de las Jornadas, en 2 secciones: “Textos”, que recopilará trabajos y citas comentadas; o en “Videos” en una presentación realizada por Marita Hamann.

Los trabajos serán sometidos a un examen previo por los distintos carteles conformados para su evaluación de pertinencia, extensión, bibliografía. Todos los psicoanalistas Miembros y Asociados de nuestra comunidad podrán proponer su trabajo, pero se examinarán solo aquellos de quienes se encuentren inscritos en el momento de selección.

Si usted es miembro de la AMP, asociado o cercano a una de nuestras Sedes o Delegaciones, lo invitamos a considerar su participación. Como ven hay una variedad de opciones y temáticas. Cualquier duda pueden resolverla con uno de los integrantes de la Comisión Epistémica más cercano.

Saludos,

Comisión Epistémica, VIII Jornadas NEL: José Fernando Velásquez, jfvv1916@gmail.com, Clara María Holguín clara.maria.holguin@gmail.com,  Marita Hamann maritahamann@yahoo.com, María Hortensia Cárdenas mhcardenas@gmail.com, Elida Ganoza elidaganoza@gmail.com, Fernando Schutt fernandoschutt@hotmail.com, Johnny Gavlovski gavlo7@yahoo.es, Jimena Contreras, jimenacontrerasb@gmail.com

El deseo del analista


JUEVES 17 DE ABRIL

El deseo del analista. Lo real del acto
Graciela Brodsky (EOL): El deseo del analista como deseo impuro. ¿Qué es esta impureza? ¿Quiere esto decir que la contratransferencia es ineliminable? Tal vez la vacilación calculada de la neutralidad analítica no es siempre calculada.
Una vez atravesado el fantasma, la pulsión se libera de sus usos fijos y se anuda de otra manera.
La mejor brújula que tiene el analista, para no extraviarse en la dirección de la cura es su sinthome, con el tratamiento que le dio en el análisis. El deseo del analista es uno de sus destinos posibles.
El analista no analiza sin su sinthome. Este último sustituiría al deseo del analista.
Santiago Castellanos (ELP): Hay que curarse para dejarse engañar por la verdad mentirosa. Uno tiene que engañarse para escribir un guión que no se puede escribir. Ésta es una paradoja de la función del AE.
El analista tiene un toque de locura: tiene que arriesgar para que la verdad mentirosa muestre su lado de locura. Lo que tiene que hacer no está escrito en ninguna parte.
Éric Laurent (ECF): El deseo del analista introduce un toque de locura. Hay que poner esto en correspondencia con la libertad. Libertad y locura son un par lacaniano, que varía a lo largo de la enseñanza de Lacan, desde "Acerca de la causalidad psíquica" hasta su última enseñanza. En esta última, la libertad es la posibilidad de anudamiento y, la locura, de desanudamiento, con lo cual todos tenemos un toque de locura.
Cuanto más el análisis lleva a la elección forzada, más necesario es conversar con los otros.
Graciela Brodsky (EOL): No hay manera de medir el deseo del analista sin ese lazo con otro, donde se trata de medir el propio acto respecto al propio síntoma.
Freud tuvo la intuición de llamar al control, análisis: análisis de control. Hay dos análisis: el personal y el de control, estando articulado este último con el analista y no con el diagnóstico, lo que pone el acento en la vertiente del acto.
Cuanto más se sitúa la brújula en el sinthome, más necesario es el control.
 
Topes de real en la dirección de la cura: el control
Félix Rueda (ELP): En el “Discurso en la EFP”, Lacan habla de la entrada en control como una corrección del deseo del analista.
Philippe La Sagna (ECF): La cura produce el deseo del analista, pero este deseo tiene que ser madurado, corregido. El deseo del analista es algo que avanza, que se mueve, no es algo fijo, cadaverizado.
Romildo Do Rego Barros (EBP): Trípode formado por el análisis personal, la formación epistémica y el control. Este trípode funciona bajo transferencia.
En la presentación de PIPOL 5, Miller hizo referencia al control y señaló que se trata de producir, a través del control, el deseo del analista. El control sirve para lavar las escorias que afectan al tratamiento.
En su presentación del tema del IX Congreso, Miller señaló que el deseo del analista es el deseo de reducir al otro a su real y liberarlo del sentido.
Se ha producido un cambio en la garantía en relación al saber. Se trata de conjugar dos dimensiones que, en principio, parecen separadas: garantía e invención. Esto exigirá renovar el papel del AME.
En el análisis, si se produce una reducción del SsS, hay también una reducción de la demanda de control.
Habría que pensar en un control que no se basara en el querer saber, sino que acentuara más el deseo del analista. La corrección del deseo del analista como condición del ejercicio del acto analítico.
La invención se apoya en una temporalidad que no tiene que ver con el saber acumulado sino con la contingencia. Esto cambia las relaciones internas entre los tres elementos del trípode.
El control no pertenece a una época de la formación del analista. Se puede recurrir a él siempre que uno trabaje como analista.
Antoni Di Ciaccia (SLP): Control como formación del analista y deber de Escuela, deseo de la Escuela Una.
En el control, el analista afina su estilo. Ha de saber ocupar el lugar de objeto causa del analizante pero también mantenerse en falta, como sujeto deseante en relación a un tercero que representa la Escuela Una.
 
Presentación X Congreso AMP, por Jacques-Alain Miller
Desde hace más de 30 años, Miller dice encontrarse al final de cada congreso ante el muro que es anunciar el tema del siguiente. Cada vez hay que perforar el muro para aproximar lo real en lo que nos orientamos en la experiencia analítica. Nos hemos comprometido a seguir caminos no marcados, tomar esos caminos que se han ido volviendo más oscuros en la medida que avanza la enseñanza de Lacan. Esos caminos nos enseñan lo que es el psicoanálisis, a veces algo distinto de lo que pensábamos.
El psicoanálisis cambia, es un hecho. 
Cambia en nuestros consultorios. Por eso, los dos últimos congresos se referían en su título mismo al  siglo XXI. Hay algo nuevo y debemos actualizarnos.
Freud inventó el psicoanálisis en la época victoriana, es decir, en la época de la represión sexual. En el siglo XXI, tenemos la pornografía, la incitación continua, el forzamiento a satisfacer los apetitos perversos. Este "darse" y "tomarse" de los cuerpos es algo nuevo. 
El sexo débil respecto a  la pornografía es el masculino. Las esposas o amantes varían en la consideración de esta cuestión: unas la viven como una traición, otras como una diversión sin consecuencias.
Esta práctica de la pornografía contemporánea merece ser detallada porque existe e insiste desde hace 15 años. Es distinta de los efectos que tuvo el cristianismo en el arte durante el barroco, donde los cuerpos se exhibían evocando el goce. El barroco, al igual que la realidad humana, deja de lado la cópula. Pero en la era de la técnica, la cópula ya no queda en lo privado sino que se integra en la representación, que alcanza una escala masiva.
La adoración del falo formaba parte fundamental del secreto de los Misterios antiguos. Sin embargo, ahora es central -a excepción de en la sexualidad lesbiana.
El espectáculo de la pornografía solo representa que no hay relación sexual. Solo esta ausencia da cuenta de esa atracción cuyas consecuencias vemos en las nuevas generaciones.
Los oráculos de la antigüedad ya no existen. Pero nosotros tenemos nuestro propio oráculo en  el "no hay relación sexual". Lacan lo formuló antes de que llegara la pornografía electrónica, y él nos permite poner a esta última en su lugar.
No se trata de rendirse frente a estos síntomas, que exigen una interpretación del psicoanálisis.
Lacan dice que lo imaginario es el cuerpo y da  varios motivos para decirlo. Esto le hizo estar a punto de elegir como tema del próximo congreso el tema del cuerpo y sus variaciones, pero cuando iba a hacerlo, pensó en el misterio del cuerpo del parlêtre, en la unión del alma y el cuerpo, tal como lo aborda Descartes en la "Sexta meditación", como tercera sustancia. Distinción entre carne y cuerpo. La carne como unión del alma con el cuerpo. 
Misterio de la unión de la palabra y el cuerpo, que pertenece al registro de lo real.
La última enseñanza de Lacan propone un nuevo nombre para el inconsciente, el de parlêtre (“Joyce el síntoma”). Esta palabra constituye la brújula para el próximo Congreso. Es un índice de lo que cambia en el psicoanálisis lacaniano. El parlêtre, en tanto sustituye al inconsciente, es lo que nos permite atravesar el muro.
En nuestra época analizamos ya al parlêtre. Por ejemplo, cuando hablamos del sinthome, que es un término de la época del parlêtre. Elsinthome es un acontecimiento de cuerpo.
Al lado del sinthome, Miller coloca el término escabel (escabeau), también de la misma época.
El escabel psicoanalítico es adonde sube el parlêtre para hacerse bello, para elevarse a la dignidad de la Cosa. Este término traduce la sublimación freudiana en su cruzamiento con el narcisismo, lo que es propio de la época del parlêtre, del "no pienso" del parlêtre, que se cree un amo bello.
El sinthome es el parlêtre bajo su aspecto del goce de la palabra. Depende del cuerpo del parlêtre, nace de la palabra que marca el cuerpo. 
Lacan se apasionó por Joyce, y por su última obra: Finnegans Wake.
Joyce hizo de su síntoma, el sentido ininteligible, su escabel. Es un fabricante de escabel, como Schömberg o Duchamp, los tres decididos a hacer arte con su síntoma, con el goce opaco del síntoma.
¿No se trata en el pase de hacer del síntoma un escabel? Transformamos el síntoma en un escabel que luego ofrecemos a los aplausos del grupo analítico. El momento en que el público está satisfecho con el testimonio forma parte del pase. En la época de Lacan esto no existía: el testimonio era solo para unos pocos.
Hay dos goces del parlêtre: el de la palabra, que lleva al sinthome; y el del cuerpo, que lleva al escabel.
La teoría de las pulsiones es una mitología, el goce, no. El cuerpo hablante no es una ficción.
La debilidad mental es la estupidez de lo posible, la única posibilidad que le queda al parlêtre para orientarse.
En la época del parlêtre se analiza a cualquiera.
Ha habido un desplazamiento de la verdad al goce. Cuando se analiza al parlêtre, el sentido es el goce.
El tema del propio congreso será: El inconsciente y el cuerpo que habla o hablante (le corps parlant), hay que precisar la traducción.
 
El X Congreso se celebrará del 25 al 28 de abril de 2016 en Río de Janeiro, en el Hotel Sofitel situado en la playa de Copacabana. 
El director será Marcus André Vieira.