15 de octubre de 2014

Eva-Lilith Nº 31


Boletín de las VIII Jornadas de la NEL
      Eva-Lilith
     Nº 31
    12 de octubre de 2014

 

 Dos preguntas a la NEL-México DF*

Eva-Lilith.: ¿Cómo se ha venido preparando la NEL-México para el encuentro que tendremos en las Jornadas?

Viviana Berger.: Se propusieron diversas actividades desde los espacios de trabajo que se sostienen regularmente en la vida de la sede, a los fines de instalar localmente el tema de las Jornadas y propiciar la investigación sobre los ejes que se diseñaron. En principio, se organizó un ciclo de cine en el que se proyectaron varias películas, para luego invitar a una discusión sobre Lo femenino a partir de los films.  También, programamos una serie de Conferencias hacia las Jornadas de la NEL, en las que un miembro y dos asociados, cada vez, presentaban una ponencia bajo la modalidad de Mesas Redondas, compartiendo y enriqueciendo el estado de trabajo que cada uno viene realizando. Finalmente, trabajamos el tema con mayor profundidad en el marco de un seminario – “Bord (e) ando lo femenino” - con la última invitada internacional que hemos recibido en la Sede, Anna Aromí.

Eva-Lilith.: ¿Qué expectativas epistémicas y clínicas pueden vislumbrarse del tema que nos convoca?

Viviana Berger.: Se generó un nivel de expectativa muy alta, que podemos leer en la fuerte iniciativa que se hizo presente en miembros, asociados, alumnos y allegados de la sede, no sólo para trabajar cuestiones teóricas en relación al tema de las Jornadas sino también para escribir y presentar contribuciones para la Jornada Clínica. El número de inscriptos fue aumentando progresivamente y se espera que, a pesar de la cercanía de la fecha, algunos más también se vayan a sumar. Se presiente que será un evento que nadie se quiere perder.


* Responde Viviana Berger, Directora de la NEL-México DF

  ***

Comisión Editorial Boletín Eva-Lilith
Raquel Cors Ulloa
María Hortensia Cárdenas
José Fernando Velásquez

11 de octubre de 2014

Programa de las VIII Jornadas de la NEL

Ya puedes revisar el programa de las próximas Jornadas, en Lima.

VIERNES 24 AL DOMINGO 26 DE OCTUBRE DEL 2014

Visitar el siguiente link:

10 de octubre de 2014

Eva-Lilith No. 30

Boletín de las VIII Jornadas de la NEL 
      Eva-Lilith
     Nº 30
 




ARGUMENTO Y EJES
El lazo contemporáneo y mutaciones de goce

 La pareja y la familia
La estructura de la pareja y la familia hoy moldeadas por el goce femenino
Cartel Familia y pareja

    Relación madre – hijo   

    Relación madre-niño (a); estrago materno
    Relación madre - niño
    Entre la mujer y la madre
    Estrago
    Allí donde el padre tiene la ley, la madre tiene el capricho
             

    Homosexualidades y otras sexualidades   

      Homosexualidades y otras sexualidades
      Acerca del transexual masculino

        Comunidades de goce, nuevas ideologías y nuevas Terapias 

          Comunidades… ¿Por derecho al goce?
          Entre la confrontación y el goce de acosar
          “La otra satisfacción” y las comunidades de goce
          Hikikomori
          Del goce que se resiste a ser nombrado
          Goce femenino y lazo social

            La práctica psicoanalítica

                     

            Histeria y Obsesión 

              Neurosis obsesiva y defensa
              La neurosis y el padre
              El padre y el cuerpo en la neurosis

                Psicosis        

                  Las psicosis y el goce femenino
                  De semblantes y sinthome en las psicosis
                  El goce Otro
                             

                  Síntomas contemporáneos     

                    Los síntomas contemporáneos y el goce femenino
                    A propósito de la feminidad y la histeria
                    Nuestros síntomas contemporáneos señalan la existencia de Otro goce
                    La fraternidad del cuerpo y el goce femenino

                      La experiencia contemporánea del análisis

                        La experiencia contemporánea del análisis
                        El goce femenino, el acto analítico en la experiencia contemporánea del análisis

                                         Grupos de investigación

                          Lo femenino hoy

                          El Autismo del goce Vs. los fenómenos de masa      

                          El superyó de la época, ¿es femenino? 


                          El cuerpo, el arte y el goce femenino en la hipermodernidad


                           ***

                          Comisión Editorial Boletín Eva-Lilith
                          Raquel Cors Ulloa
                          María Hortensia Cárdenas
                          José Fernando Velásquez

                          Entrevista a Eric Laurent -News letter


                          En este número del Newsletter* les acercamos una entrevista, breve e imperdible, realizada a Eric Laurent. 
                          Destacando la oposición entre la mujer y la madre que asoma en la enseñanza de Lacan, a diferencia del intento de reconciliación freudiano, y situando de qué manera y con qué consecuencias las mujeres irrumpen en la civilización. Eric Laurent rebasa los interrogantes que le hemos planteado y nos acerca a un problema crucial de nuestro tiempo bajo las coordenadas de la "violencia de género" y la armadura de los "buenos sentimientos".
                          ¡Los invitamos a la lectura!

                          NL Hay una consonancia entre los temas de las últimas jornadas de las Escuelas de la AMP. En las de la ECF, la NEL, las nuestras; lo femenino, sus bordes, su actualidad, la maternidad, son temas que insisten. También se podría incluir en la serie a las jornadas de la ELP. ¿Qué similitudes y qué diferencias podría señalar entre ellas en relación al modo en que cada una aborda el vivir la pulsión en nuestros días?

                          Eric Laurent La enseñanza de Lacan nos ha permitido tematizar la oposición entre la mujer y la madre, mientras que Freud quería reconciliarlas. Partiendo del penisneid, Freud desarrolla su posición "No podemos dudar de ningún modo de la importancia de la envidia del pene. Tomen como un ejemplo de la injusticia masculina la afirmación que la envidia y los celos juegan en la vida psíquica de las mujeres un papel aún más grande que en los hombres. No es que estos caracteres se encuentren ausentes en los hombres o que en las mujeres no tengan otras raíces además de la envidia del pene, pero nos inclinamos a atribuir la parte suplementaria de envidia que encontramos en las mujeres a la influencia de la envidia del pene.”[1]
                          La única manera para una mujer, según Freud, de encontrar un lazo liberado de toda envidia con su objeto de amor, es poder identificarlo perfectamente a la posición del niño varón.
                          "Solo la relación con el hijo aporta a la madre una satisfacción ilimitada. Es por otra parte la más perfecta, la más fácilmente libre de ambivalencia de todas las relaciones humanas. La madre puede trasferir al hijo la ambición que debió reprimir en ella, esperar de él la satisfacción de todo lo que le restó de su complejo de masculinidad. Incluso un matrimonio no está asegurado antes que la mujer haya logrado hacer del marido también su hijo, y comportarse frente a él como una madre. "[2]
                          Lo que una mujer querría, como satisfacción, sería entonces ser madre.
                          Es precisamente este impasse el que Lacan quiere superar. En lugar de resolver la cuestión femenina por la vía de la madre, se trata de considerar la posición femenina en su especificidad, más allá de la madre. Lacan señala primeramente lo que es verdaderamente original en la invención freudiana de "la envidia del pene". "¿...qué es lo que la mujer pide al comienzo, y que es por lo cual nos dice Freud que ella entra en el Edipo? No es tener una satisfacción, es tener lo que no tiene. Se trata, ustedes lo saben, del falo (...) Sin duda llegará a tenerlo, a este falo que es un significante - digo bien, un significante- a tenerlo realmente, en el hombre. Es incluso lo que hace que la mujer esté en una posición muy privilegiada, y que sus problemas afectivos tengan una relativa simplicidad en relación con los del hombre, pero esta relativa simplicidad no debe cegarnos. Este falo que ella puede tener, real, no está solo en el principio, se introduce en su dialéctica, en su evolución, como un significante. Por esto lo tendrá siempre, en un cierto nivel de su experiencia, en menos. "[3]
                          Lacan prosigue señalando que esa particularidad, ese en menos, no es ipso facto fuente de envidia o de celos. Introduce más bien, para Lacan, a la paradoja de la relación de la posición femenina con el falo. Son estas paradojas las que no cesan de ser exploradas en las nuevas configuraciones que permiten el que las mujeres tomen la palabra en la civilización.

                          NL De esa serie se recorta el tema del próximo EBCF, "Trauma en los cuerpos, violencia en las ciudades". Suponemos que guarda relación con la temática de las otras jornadas, aunque no resulta tan evidente. ¿Podría explicitarla?

                          E. L. El discurso femenino introduce en todas las tentativas de uniformización, en los "empujes a la identificación" a las etiquetas del discurso del amo, una objeción de la particularidad que no puede reducirse al individualismo de masa en la medida en que una mujer puede ser el síntoma de otro cuerpo. En cuanto a los hombres, son más bien el estrago de un cuerpo de otro sexo diferente al de ellos. Todo lo que ahora se nombra como "violencia de género" o "feminicidio" testimonia del hecho que, efectivamente los hombres golpean, maltratan, matan los cuerpos de las mujeres. En la medida que las mujeres irrumpen en el discurso de la civilización, cambian las reglas del juego. Estamos en otra generación de los derechos de las mujeres, luego de los derechos cívicos, luego de los derechos económicos y sociales de los años setenta y ochenta.
                          La pedagogía encontrará sus límites para domesticar el inconsciente, pero la ley que ha dado el derecho al voto a las mujeres permitirá que ellas se defiendan. Los derechos fundamentales de las mujeres forman ahora parte del discurso del inconsciente, como el discurso común ha podido acoger a Freud y hacer entrar el psicoanálisis en la armadura de los "buenos sentimientos".[4].

                          Traducción: Silvia Baudini
                          Entrevista realizada por: Nicolás Bousoño y Nilda Hermann

                          *  XXIII Jornadas Anuales de la EOL, "Bordes de los femenino. Sexualidades, maternidad, mujeres de hoy", en Newsletter Nº 17.
                          [1] Freud S., “33° Conferencia. La feminidad” en Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis, y otras obras (1932-1936), Obras Completas, t. XXII, Amorrortu, Bs. As., 1989, p. 116.
                          [2]Ibid., p. 124.
                          [3]Lacan J., El Seminario, Libro 6, El deseo y su interpretación, (1958-1959), Paidós, Bs. As., 2014, P. 498.
                          [4]Lacan J., El Seminario, Libro 19,…o peor, (1971-1972), Paidós, Bs. As., 2012, P. 231.

                          9 de octubre de 2014

                          Fiesta de cierre de Jornadas

                          Nueva Publicación: Bitácora Lacaniana 03

                          Disponible durante las VIII Jornadas de la NEL en Lima

                          Bitácora Lacaniana
                          Revista de Psicoanálisis
                          de la Nueva Escuela Lacaniana - NEL


                          Bitácora Lacaniana

                          Asesor: Leonardo Gorostiza.

                          Directora responsable: Alicia Arenas.
                          Directora de la publicación: María Hortensia Cárdenas.
                          Comité editorial: Marcela Almanza, Jimena Contreras B. y María Cristina Giraldo.

                            También disponible en Grama ediciones
                           http://www.gramaediciones.com.ar/        

                          Eva-Lilith Nº 29


                           Boletín de las VIII Jornadas de la NEL 

                                Eva-Lilith
                               Nº 29
                              8 de octubre de 2014

                           

                          "¿Cómo podemos entender esto?”

                           

                          Fernando Gómez Smith
                            
                          “Aquello que (Lacan) llegó a entrever por el sesgo del goce femenino, lo generalizó hasta transformarlo en el régimen de goce como tal”.
                          Miller, J.-A., Curso de la Orientación Lacaniana “El ser y el Uno”,
                          Clase V, 2 de marzo de 2011, inédito.

                           
                          Inicialmente tanto en Freud como en Lacan, el goce femenino era lo que escapaba a las leyes del goce masculino. Pero a partir del Seminario 19, se va haciendo más firme la idea de que en realidad el goce femenino no es algo que escapa del goce masculino, sino más bien que es el goce primero del sujeto humano y que el goce masculino se establece sobre el goce femenino. Hasta entonces en el psicoanálisis siempre se había pensado el régimen del goce desde el lado viril. Lo que abre Lacan en su última enseñanza es el goce femenino concebido como principio del régimen del goce y por eso lo define goce como tal.

                          ¿Qué significa, aquí, este goce como tal? El goce como tal es el goce concebido como sustraído de, fuera de la maquinaria del Edipo, reducido al acontecimiento de cuerpo y que se da como conjunto abierto e infinito.
                          El niño cuando nace es un cuerpo vivo, y en ese cuerpo vivo entra el significante y produce goce, para que exista goce tiene que haber significante y cuerpo vivo, es decir no hay goce sin significante, no hay goce previo al significante.

                          Pero la vuelta que da Lacan a esta altura de su enseñanza es que es desde el Uno y no desde el Otro. Que ese significante que entra y produce goce no es entendido como proveniente del Otro, es del Uno.

                          Es un compacto de significante y goce, y de lo cual el ser vivo siente en su cuerpo resonancias, que son de él, no vienen del Otro, el Otro no existe todavía para este hablanteser. En esta concepción del Uno el Otro está elidido, no existe, todo sucede en el Uno, y lo que sucede en el Uno fundamentalmente son resonancias.

                          La experiencia de satisfacción que trae Freud, especialmente en el Proyecto para neurólogos, es una experiencia del Uno donde coloca al Otro como algo fundamental desde el primer momento, y es verdad sin el Otro el niño no sobrevive, pero el niño no sabe que sobrevive por el Otro, incluso cuando el niño mama, -y eso es una cosa que Lacan insiste, por ejemplo En el Seminario 10-, el pecho no es de la madre sino del niño.

                          Entonces se van produciendo resonancias de goce que Lacan llama en el Seminario 21 “una sustancia gozante”, se produce una sustancia gozante en movimiento, es como un movimiento en el cuerpo que da vida al cuerpo en el sentido de movimiento.

                          Y estos S1 compactos, estos significantes Uno de goce conforman, S1, S1, S1,… no son articulados, son pegados uno al otro, es lo que Lacan va a llamar compacidad. Son compactos, no dan espacio de falla, de falta, y esa compacidad es una forma de goce que es lo que llamamos goce femenino. Es un goce sin ley, o que sigue las leyes del puro goce.


                            ***
                          Comisión Editorial Boletín Eva-Lilith
                          Raquel Cors Ulloa
                          María Hortensia Cárdenas
                          José Fernando Velásquez
                           

                          3 de octubre de 2014

                          Pasaje del sufrimiento a la solución








                          Por Beatriz Udenio*
                           
                          Para escribir este breve texto necesito inventar mi audiencia, la que quiera hacerse lectora de lo que me interesa pasarles. Esto tiene un fundamento. Tendré el gusto de participar de las Jornadas "Nuevos Cuerpos. Nuevas Satisfacciones. Respuestas del psicoanálisis", de la EOL- Rosario , este sábado, desde las 9, en la Federación Gremial (Córdoba 1868).

                          Hay en la asociación psicoanalítica a la que pertenezco y que muchos de ustedes conocen, un dispositivo --llamado Pase-- al que aquel que considere que ha terminado su análisis puede dirigirse y solicitar dar cuenta de cómo ha llegado al final de su recorrido analítico. Al concluir mi (tercer) análisis decidí presentarme allí, buscando transmitir lo que resumiré como el pasaje de un sufrimiento a una solución.

                          La frase es corta, el trayecto fue largo. Es siempre así con el lenguaje: algo queda en un medio decir, inabarcable en su totalidad, que puede atraparse en efectos que, en general, prescinden de una amplificación del sentido y resuenan, más bien, en el tono y el color que toman algunas expresiones que resultan afortunadas.

                          El periplo de un análisis es así: hablamos, mucho, siempre demasiado en relación con lo que habría que circunscribir. Necesitamos contar con la oportunidad de que un analista se haga lector de lo que escucha --lo que implica una enorme reducción, ya que se trata de oír algún que otro término que "suena" fuerte en tanto no se espesa de sentido-- y de consentir a reducir la necia satisfacción que nos produce el blá blá dedicado a camuflar nuestra estofa de hablantes.

                          Aspiramos, por esta vía, a transformar nuestra humana pasión por el padecimiento en alguna forma de nueva solución. Así fue en mi caso, donde el modo de experimentar un haber nacido fuera de tiempo y fuera de lugar --dislocada-- fue desplegándose hasta lograr transmutar el sufrimiento que eso me implicaba en un modo de localización y locomoción, anudados al gusto por ir y venir, por dar la vuelta. 

                          Entre las vueltas más apreciadas, está mi gusto por dialogar con otros, más "otros" que los de la propia parroquia, cuestión que hunde sus raíces en mis condiciones de llegada a una familia extranjera, donde busqué hacerme un lugar, meciéndome entre lenguas y costumbres diversas, hasta llegar a disfrutar de esa posibilidad, sin la necesidad de "encantar" al íntimo extranjero que me inquietaba. Y admitir que es en la estructura de los seres que yunta entre el lenguaje que nos atraviesa y el cuerpo que soportamos.
                          Una vez obtenido este saldo del análisis y pasado por el dispositivo que culminó con mi nominación como Analista de la Escuela (AE), una pregunta se me impuso: ¿Para qué querría alguien hacer el Pase si no fuera para transmitir a cualquiera que se interese en ello, en qué un psicoanálisis sirve para transformar un sufrimiento en una singular solución?

                          Dije "transmitir a cualquiera". El asunto no es evidente. Al inicio, los resultados del dispositivo se guardaban para el debate interno a la asociación psicoanalítica. Y por buenas razones. En especial, la dificultad para difundir más abiertamente lo obtenido de modo tan singular, imposible de tipificar. Sin embargo, esta condición no impide sino que estimula a buscar los modos de convidar a cualquiera a que se interese en escuchar.

                          Es decir: "¡Oigan, lean, esto es para lo que un psicoanálisis sirve!". Concluyo que por ello me zambullí en este trabajo, en clarificar, en dar pruebas. Me interesa el "pase" a otros, de lo que esa experiencia me ha permitido. ¿Involucra nuevas satisfacciones y una nueva relación con el cuerpo? Sí. Pero se trata, sobre todo, de una forma de vivir la vida. También, de sostener mi relación con el psicoanálisis, cada día.
                           
                          *Analista de la Escuela , AE, de la EOL.

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                          1 de octubre de 2014

                          Eva-Lilith Nº 28




                          Boletín de las VIII Jornadas de la NEL
                                Eva-Lilith
                               Nº 28



                          Comentario a “el no todo de Lacan”[1]



                          Gabriela Urriolagoitia

                          Miller revisa la noción del no-todo una vez más, para explicarlo esta vez, con la lógica matemática de la serie infinita, la cual se caracteriza por no tener una ley de formación en su punto de partida.

                          Cuando en el inicio de una serie, se establece una ley de formación, la serie constituye un universo finito y puede concluirse que todos los elementos de esta serie responden a dicha ley, sin la necesidad de una verificación. En el momento en que esta ley de formación no existe, se da la imposibilidad lógica de conformar un universal, haciéndose necesario verificar los elementos de esa serie, uno por uno. Para el psicoanálisis la ley de formación que permite formar conjuntos y establecer la norma es el Nombre-del-Padre, Lacan escribe “norma macho”[2]haciendo referencia a esa ley de formación. Pero Lacan busca la otra serie, aquella donde existe lo imprevisto, y nos lleva a pensar más allá de esta ley de formación para poder abordar, con el no-todo, lo femenino.

                          En los Seminarios 19 y 20, efectivamente Lacan aborda lo femenino más allá del Nombre-del-Padre y del falo, sin embargo el punto de partida para llegar al no-todo, sigue siendo la función paterna: es porque ésta se inscribe a modo de excepción, que la mujer no-toda, lo es por tener un goce suplementario, pero también porque algo de su goce se articula al falo.

                          La propuesta de Miller en “Piezas sueltas” es que el no-todo nos permite ubicar no solo el lado femenino de la sexuación sino que la apuesta de Lacan es hacerlo extensivo al sinthome y a los analistas. Para ello hace una torsión. En lugar de tomar como punto de partida la ley de formación del Padre, nos propone partir del no-todo, de aquello que no tiene ley y es en sí mismo, un desorden. Esto implica que lo normal ya no es la norma macho, sino el “sinthome en estado puro”[3] y la pregunta sería más bien cómo hacer para pasar de esto, a esa pequeña zona comprimida que sería la neurosis. Esta propuesta de Miller permite comprender aquella otra posterior donde dice que Lacan generaliza el goce femenino hasta transformarlo en “el régimen del goce como tal”[4]

                          Al ubicar al no-todo como lo normal, entendemos por qué lo femenino no es sólo asunto de mujeres y nos coloca ante el reto de trabajar en una clínica orientada por lo real.


                          [1] J. A. Miller, “Piezas Sueltas”, Cap. X “El no-todo de Lacan”, Ed. Paidós, 2013
                          [2] J. Lacan, Seminario Libro 19 “… o peor”, Ed. Paidós, 2012, pg. 96
                          [3] Idem 1, pg. 189
                          [4] J. A. Miller, Curso “El ser y el uno”, Clase del 2-3-2011 

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                          Comisión Editorial Boletín Eva-Lilith
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                          María Hortensia Cárdenas
                          José Fernando Velásquez