21 de mayo de 2015

"Próxima semana - Inicio del Curso Introducción al Psicoanálisis - Jueves 28 de mayo"


Centro de Investigación y Docencia en Psicoanálisis
CIDLima

Curso 2015

Introducción al Psicoanálisis

Dirigido a profesionales de diversas disciplinas que desean enriquecer su formación con los aportes que ofrece el psicoanálisis, a alumnos universitarios de niveles avanzados con interés en el ámbito de la teoría y la clínica psicoanalítica.

A partir de la lectura de los principales textos freudianos y de la enseñanza de Lacan, se buscará establecer el recorrido que dio lugar a la generación de los principales conceptos del psicoanálisis.

Curso: Introducción al Psicoanálisis
Periodicidad: Los jueves 28 de mayo, 04, 11, 18, 25 de junio y 02, 09 de  julio.
Horario: de 7:30 a 9:15 p.m.
Docentes: María Hortensia Cárdenas y Elida Ganoza

Inscripciones:
Responder por esta vía si está interesado.

CID
Lima
Av. Ricardo Palma 734, Miraflores
2432831

Marie-Hélène Brousse - "El amor real es el amor sin piedad"

Marie-Hélène Brousse


Sara Carreira
10 de noviembre de 2012



A Coruña acoge este fin de semana unas jornadas de la Escuela Lacaniana del Psicoanálisis sobre el amor. Una de las invitadas estrella -junto a Judith Miller, hija de Jacques Lacan- es Marie-Hélène Brousse, doctora en psicoanálisis, profesora en la universidad París VIII e investigadora de primer nivel.

Dice que el «pegamento» que une a las familias es ahora el amor y no la biología, que era lo que ocurría antes.
Sí. Durante siglos, una pareja formaba una familia y el amor era algo deseable, pero no fundamental. Ahora, todas las familias contemporáneas, múltiples, se fundamentan sobre el amor.

¿Eso es mejor?
El amor es problemático porque jamás está garantizado. Por eso muchas parejas buscan algo más, que es el matrimonio, y ya vemos que les pasa también a los homosexuales.

¿Qué le parece que su unión se llame matrimonio?
Es importante para ellos. A mí lo que me sorprende es que quieran casarse. Mi generación puso en cuestión el matrimonio porque era un modelo paternalista, no nos parecía importante la necesidad de casarse. Pero poco a poco voy entendiendo por qué lo reivindican. El amor no garantiza nada, no permite una permanencia en el marco en el que el sujeto vive, y creo que los homosexuales reivindican este marco, esta garantía.

¿Existe el amor verdadero?
Lacan distinguía entre el amor imaginario, el simbólico y el real. El primero es el flechazo, donde el otro es lo que menos importa porque es algo de nuestra imaginación; el simbólico era, para Freud, el amor al padre; y después está el amor real, que es el amor sin piedad. Es un amor que no busca reciprocidad y que no se engaña, uno conoce los defectos del otro pero aún así lo quiere.

¿La pareja está en crisis?
Antes la unidad básica de relación social era la familia y ahora es la pareja, pero hay que entender la pareja separándola de la satisfacción sexual, hay muchos modelos de pareja compatibles con ser célibe [Brousse prepara un artículo sobre las parejas y el celibato].

El deseo es salud, decía Lacan.
El deseo implica el manejo de la pérdida, se desea lo que no se tiene. El goce, en cambio, no localiza la pérdida de una manera que permita utilizarla, y su único límite es la sobredosis. Pero, bueno, algo de goce también es necesario (risas).

Fuente:

"El TDAH no existe, y la medicación no es un tratamiento, sino un dopaje"

"Hay una patologización de problemas normales de la infancia" denuncia Marino

Ernesto Agudo.

«No existe. El TDAH es un diagnóstico que carece de entidad clínica, y la medicación, lejos de ser propiamente un tratamiento es, en realidad, un dopaje». Esta es la sentencia de Marino Pérez, especialista en Psicología Clínica y catedrático de Psicopatología y Técnicas de Intervención en la Universidad de Oviedo, además de coautor, junto a Fernando García de Vinuesa y Héctor González Pardo de «Volviendoa la normalidad», un libro donde dedican 363 páginas a desmitificar de forma demoledora y con todo tipo de referencias bibliográficas el Trastorno por Déficit de Atención con y sin hiperactividad y el Trastorno Bipolar infantil. Lo que sí que existe, y es a su juicio muy preocupante, es el fenómeno de la «patologización de problemas normales de la infancia, convertidos en supuestos diagnósticos a medicar».

En «Volviendo a la normalidad», ustedes ponen el dedo en la llaga, al asegurar que el llamado Trastorno por Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad (TDAH), no existe.
El TDAH es un diagnóstico, cada vez más popularizado, que carece de entidad clínica. Para empezar, no se establece sobre criterios objetivos que permitan diferenciar el comportamiento normal del supuestamente patológico, sino que se basa en apreciaciones subjetivas, en estimaciones de los padres del tipo de si «a menudo» el niño se distrae y se mueve mucho. Más que nada, el diagnóstico es tautológico. Si un padre preguntara al clínico por qué su hijo es tan desatento e inquieto, probablemente le respondería porque tiene TDAH, y si le preguntara ahora cómo sabe que tiene TDAH, le diría porque es desatento e inquieto. Por lo demás, insisto, no existe ninguna condición neurobiológica ni genética indentificada, y sí muchas familias donde no se asume que la educación de los niños es más difícil de lo que se pensaba.

¿Quiere decir que no hay ninguna prueba médica que lo demuestre?
No. No existen pruebas clínicas ni de neuroimagen (como TC, RM, PET, etc.) ni neurofisiológicas (EEG, ERP) o test psicológicos que de forma específica sirvan para el diagnóstico. Lo que nosotros decimos en esta obra, con toda seguridad, es que no hay ningún biomarcador que distinga a los niños TDAH. No se niega que tengan problemas, pero son niños, que tienen curiosidad y quieren atender a lo que sea, moverse... A sentarse es algo que hay que aprender. No existe ninguna alteración en el cerebro.

Pero los expertos en TDAH afirman que este trastorno mental/psiquiátrico del neurodesarrollo conlleva ciertas particularidades cerebrales, y niveles anormales de sustancias neurotransmisoras...
Pudiera haber diferencias en el cerebro, como es distinto el cerebro de un músico al de otro que no lo es. Incluso el de un pianista a un violinista. Pero esa diferencia del cerebro no es la causa. El cerebro es plástico y puede variar su estructura y su funcionamiento dependiendo de las exigencias y condiciones de vida. Un ejemplo muy famoso es del hipocampo cerebral de los taxistas de Londres. Cuantos más años de profesionalidad, más alterada es esa estructura cerebral. ¿Por qué? Porque está relacionada con el recuerdo y la memoria espacial, como es requerido para ser taxista en una ciudad de 25.000 calles como Londres. Lo que se pueda observar diferencial en el cerebro de quien sea, en este caso de niños a los que se diagnostica TDAH, no explica que esa sea la causa del supuesto trastorno, si no que los niños sean más activos e inquietos. Pero algunos padres se agarran o podrían estar interesados en encontrar una diferencia cerebral en los niños que les justifique o exima de responsabilidad en lo que le pasa al niño. Insisto, no hay ningún clínico ni ninguna prueba de neuroimagen que pueda validar un diagnóstico, como no hay evidencia que demuestre que los niveles cerebrales de dopamina o noradrelina sean anormales en niños con este diagnóstico.

Ustedes también recogen en su obra que muchos clínicos, y hasta laboratorios farmacéuticos, que reconocen que no hay biomarcadores específicos.
Cualquiera que esté al tanto de las investigaciones no puede dejar de reconocer que en realidad no hay biomarcadores específicos por los que se pueda diagnosticar ese TDAH como una entidad clínica diferencia. En España hay multitud de expertos en el tema que después de defender que es un trastorno bioneurológico, reconocen que no hay bases neurológicas establecidas para el diagnóstico. Y sin embargo mantienen ese discurso. Casualmente, suelen ser personas con conflictos de intereses reconocidos y declarados, que han recibido y está recibiendo ayudas y subvenciones y todo tipo de privilegios de diversos laboratorios. Es decir, muy a menudo los defensores del TDAH mantienen esa retórica a pesar de que no hay evidencia, por un conflicto de intereses que les lleva a sesgar la información por el lado de lo que desean que hubiera en base a los intereses de hacer pasar el trastorno como si fuera una enfermedad que hubiera que medicar.

La realidad es que el TDAH se acaba de reconocer en la flamante Ley orgánica para la mejora educativa (LOMCE).
Las instancias políticas, empezando por el Parlamento Europeo, con su «libro blanco» sobre el TDAH, y terminando por su inclusión en la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), puede que estén dando carta de naturaleza a algo cuya naturaleza, valga la redundancia, está por determinar y que, de hecho, es controvertida. Se está reclamando que se hagan las dotaciones adecuadas que contempla la ley como son ayudas, subvenciones, e incluso rebajas para la adquisición de los libros de texto, ventajas para acceder a becas, quien sabe si hasta para acceder a la Universidad. Mientras, los lobbies de la industria farmacéutica se estarán frotando las manos, viendo como los políticos «trabajan» a su favor. Los políticos creerán que han hecho lo políticamente correcto pero, de acuerdo con lo dicho, sería incorrecto científicamente.

Usted augura que, a partir de este reconocimiento, habrá muchos interesados en que el niño reciba un diagnostico formal de TDAH.
Sí. Esto mismo que ha pasado en España, de que la Ley otorgue cobertura legal al TDAH, se vio con anterioridad en 1997 en Quebec (Canadá). Allí hicieron un estudio de seguimiento de diagnósticos durante los 14 años siguientes y se encontró que en esa provincia canadiense en concreto, y a diferencia del resto de Canadá, había aumentado exponencialmente el número de niños medicados. Un crecimiento que no se observó en otras enfermedades propiamente infantiles como el asma, donde el porcentaje se mantuvo el resto del tiempo. Además, los niños que tomaban medicación de forma continuada tenían un rendimiento más bajo a largo plazo. Y tenían a su vez otros comportamientos y otras alteraciones como ansiedad y depresión.

Los efectos secundarios de la medicación es algo que ustedes también citan en esta obra, al señalar que los padres no son muy conscientes de los mismos.
La utilidad de la medicación, hasta donde lo es, no se debe a que esté corrigiendo supuestos desequilibrios neuroquímicos causantes del problema, como se da a entender, sino a que el propio efecto psicoactivo de la droga estimulante puede aumentar la atención o concentración, como también lo hacen el café o las bebidas tipo Red Bull. La medicación para el TDAH no es, en rigor, un tratamiento específico, sino un dopaje: es la administración de fármacos o sustancias estimulantes para potenciar artificialmente el rendimiento. En cuanto a la salud, estas anfetaminas lo que producen es un efecto inmediato (si es continuado) de aumento de la presión sanguínea y cardiaca, que les puede llevar a tener a la larga más riesgos cardiovasculares. Tampoco les debería sorprender su efecto sobre el retraso del crecimiento. La cuestión es saber qué pasa tras años de medicación.

Si el TDAH no es un cuadro clínico, pero sí un problema de conducta, ¿qué pueden hacer los padres afectados?
Lo difícil hoy en día es que los padres puedan tener una atención más continuada y sosegada con los niños. Pero la atención y la actividad se pueden aprender, y mejorar. Hay estudios hechos y publicados en la versión americana de Mente y Cerebro con niños pequeños abocados o candidatos a recibir el diagnóstico. Se les enseñaba a los padres a realizar diversas tareas con esos pequeños, con el objeto de educar la atención y su impulsividad. Y se ha comprobado que con estas actividades consistentes en juegos tipo «Simon dice», donde uno tiene que esperar a responder cuando se le pide algo, se ha logrado que los niños mejoren y controlen la impulsividad o los comportamientos que les abocaba al TDAH.

Mientras tanto, usted señala que las asociaciones de afectados tienen publicidad en sus webs de los laboratorios farmacéuticos implicados en la fabricación de los medicamentos.
Si usted echa un vistazo a alguna de ellas lo podrá comprobar por usted misma. En mi opinión, las asociaciones de padres y afectados por el TDAH, si no quieren hacerle el juego a otros intereses, debieran tener prohibido en sus estatutos recibir financiación de los fabricantes de medicación, y utilizar como divulgación sus explicaciones y panfletos. Es como si ponemos al lobo a cuidar de las ovejas. Aunque los laboratorios reciban cuantiosas multas por la inapropiada promoción de sus preparados y afirmaciones engañosas acerca de su eficacia, como los 56.5 millones de dólares que tendrá que pagar el principal fabricante de medicamentos para el TDAH, no será nada comparado con los 1.200 millones de dólares que tiene previsto ganar en 2017 con uno de ellos. De estas cosas también hay que hablar cuando se habla de TDAH.

¿Recomendaría usted alguna lectura a padres preocupados?
A los padres de niños diagnosticados con TDAH les aconsejaría, sobre todo, que no aceptaran guías cuyos autores y asesores tengan conflictos de intereses con las industrias farmacéuticas. Que busquen guías independientes que cuenten la verdad de lo que se sabe del TDAH y de las implicaciones que tiene la medicación. En España el Boletín de Información Farmacoterapéutica de Navarra ha editado una que se titula Atentos al Déficit de Atención (TDAH) entre la naturaleza incierta y la prescripción hiperactiva. Es una guía que puede ser muy útil para que los padres sepan a qué atenerse o que esperar de los fármacos. Y que ellos decidan.

Fuente:

10 de mayo de 2015

CID-Lima - Mayo 2015


Centro de Investigación y Docencia en Psicoanálisis
CIDLima

Curso 2015

Introducción al Psicoanálisis

Dirigido a profesionales de diversas disciplinas que desean enriquecer su formación con los aportes que ofrece el psicoanálisis, a alumnos universitarios de niveles avanzados con interés en el ámbito de la teoría y la clínica psicoanalítica.

A partir de la lectura de los principales textos freudianos y de la enseñanza de Lacan, se buscará establecer el recorrido que dio lugar a la generación de los principales conceptos del psicoanálisis.

Curso: Introducción al Psicoanálisis
Periodicidad: Los jueves 28 de mayo, 04, 11, 18, 25 de junio y 02, 09 de  julio.
Horario: de 7:30 a 9:15 p.m.
Docentes: María Hortensia Cárdenas y Elida Ganoza

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Av. Ricardo Palma 734, Miraflores
2432831

Volver al deseo - Gerardo Arenas



Conferencia pública Universidad del Claustro de Sor Juana




¿Pero cómo? ¿Acaso el deseo no es imaginario y metonímico? ¿Acaso el analista no debe orientarse por lo real que siempre vuelve al mismo lugar? ¿Por qué entonces volver al deseo?

Nuevas referencias viejas
En su seminario, Lacan subraya la importancia de rescatar el término deseo, que sus contemporáneos ocultan. Esto hoy interpela a los modernos lacanianos, que volvieron a sepultar el deseo bajo el goce. Medio siglo después, esta referencia es, por lo tanto, de vanguardia.

¿Cuál es la actualidad del deseo?
El deseo es el único motor de todas las revoluciones, incluida la freudiana. Es el mejor remedio contra el hastío, que es la forma predominante del malestar en nuestra cultura. Y es aquello con lo que cuenta el analista para modificar la economía del goce. Volver al deseo es como volver al futuro: una aventura hacia atrás, para incidir en el porvenir.
Un comentario sobre "El Seminario 6. El deseo y su interpretación", de Jacques Lacan. 



Fecha: 17.03.2015
Hora: 13.00 hs
Lugar: Universidad del Claustro de Sor Juana, José María Izazaga 92, Centro Histórico, Cuauhtémoc, 06080 Ciudad de México, D. F.

ENTRADA LIBRE

Lacan y el pensamiento chino



François Cheng cuenta en "Lacan y el pensamiento chino", que cuando estudiaba chino, Lacan primero se interesó por el Libro del Camino y del Poder (o Libro del Tao) y, luego, por el libro de Mengtsé (Mencio), uno de los Libros canónicos chinos. Lacan lo leyó en la traducción de Séraphin Couvreur. Y lo citará en varias ocasiones, por ejemplo en "La instancia de la letra", el Seminario VII y el Seminario XVIII.
Aquí tenemos una copia hecha a mano por Lacan de la obra de Mencio. Es un pasaje de un segundo capítulo, pero no sabemos si del primer o segundo libro de la obra (tiene dos).
 

Gentileza de Judith Miller.
A través de Emilio Faire

Saberse ser un objeto - Jean-Louis Gault




Si alguien no se ha considerado nunca como víctima, ese es Lacan. A pesar de que hubo al menos una circunstancia en la que las condiciones fueron reunidas para que le sirvieran en bandeja el veneno del sacrificio. De ese pasto no quiso probar.

 El 20 de Noviembre de 1963 comienza su seminario sobre «Les Noms du père». Anuncia de entrada que le pondrá fin después de esta única lección. Esta interrupción surge en el contexto de los eventos que conducen a Lacan fuera de la IPA, y unos meses después, a la fundación de la École Freudienne de Paris. En Enero de 1964 retoma su enseñanza y comienza un seminario sobre “Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis”. Este seminario, que se inscribe en ese momento de crisis, constituye un punto de inflexión mayor en el desarrollo de su reflexión sobre el descubrimiento freudiano. Lacan había empezado su enseñanza con su “Discurso de Roma”, también tras una crisis que había sacudido al grupo analítico francés. El nuevo seminario se sitúa en la continuación de este primer texto. En una nota, hace tiempo señalada por Jacques-Alain Miller, que es contemporánea de este seminario XI y que figura en el final del escrito “Posición del inconsciente”, Lacan indica que en ese texto aborda la función de lo que llama objeto a y subraya el retraso que lleva en el desarrollo de este punto clave de su elaboración de la doctrina analítica. Escribe esto: “Mediremos el obstáculo que debemos aquí superar, con el tiempo que nos ha hecho falta para dar al discurso de Roma el seguimiento de este texto”.

 ¿De qué obstáculo habla? Se trata del obstáculo que debió superar para introducir en el psicoanálisis una noción del objeto, hasta entonces siempre referida a la regresión siguiendo el modelo pregenital. La novedad es la concepción de un “objeto causa” del deseo desarrollada en el seminario y en este escrito. Falta de entender por qué Lacan interpreta esto que hacía obstáculo al seguimiento de su enseñanza refiriéndolo al objeto a, y cómo en las circunstancias que preceden al Seminario XI, encuentra la posibilidad de superar este obstáculo.

Al final del año 1963 la Société Française de Psychanalyse, que Lacan había contribuido a fundar en 1953, estaba a punto de obtener su afiliación a la IPA, tras difíciles tratos que duraban desde hacía cuatro años. El obstáculo era Lacan. La IPA pedía a la SFP, como precio a su habilitación, la proscripción de la enseñanza de Lacan en la formación de los analistas, y la retirada definitiva de su nombre de la lista de didácticos. Únicamente le estaba permitido dejarle trabajar en paz como simple miembro. Lacan está torturado. La SFP se quiebra, los que toman partido por la IPA crean una nueva sociedad que obtiene sin dificultad su afiliación. Lacan, que desde entonces vuela con sus propias alas, funda su escuela poco después.

En la primera lección del Seminario XI Lacan recita este episodio, y cualifica su exclusión de excomunión. Buscó una moraleja en lo que le había ocurrido. Su rechazo y el de su enseñanza de parte de la comunidad freudiana eran un fracaso. Durante casi tres décadas había sido un miembro activo de esta comunidad, en la vida de la cual había ocupado una posición dominante. Se encontraba ahora solo, fuera de la asociación que Freud había fundado, y que agrupaba a aquellos que reclamaban su descubrimiento.

Es difícil pensar que Lacan no contara para nada en lo que le pasaba. Si era rechazado, es sin duda porque había ocupado, en el grupo analítico, el lugar de ser un objeto de rechazo. Es cierto que en sus relaciones con la sociedad internacional fue un objeto inasimilable, irreductible e incompatible. Más allá del dramatismo de estos sucesos, Lacan supo reconocer la estructura de la situación, y no se le escapó que en esta cuestión él fue tratado como un objeto. Fue un objeto y es esta posición de “ser un objeto” lo que retuvo su atención, para extraer de ello un saber sobre lo que significa “ser un objeto” para un ser hablante.

Lacan señala que él fue objeto de negociación, entre sus colegas y la sociedad francesa, encargados de parlamentar con el comité internacional. Se trataba de saber si el valor habilitador de su enseñanza podía contrarrestar la habilitación internacional de la sociedad. Lacan introduce aquí una nota decisiva que condiciona la resolución de la situación: “(ser negociado) puede ser vivido, cuando se está en ello, desde la dimensión de lo cómico”, y precisa: “No puede ser entendido plenamente, creo yo, más que por un psicoanalista.” Ser negociado no es una situación tan rara para el sujeto humano, remarca Lacan. En la sociedad cada uno en cada instante y en todos los niveles, es negociable. Lévi-Strauss había señalado que las mujeres se inscribían como objetos de intercambio en las estructuras de parentesco. Lacan generaliza esta observación, todo sujeto entra en el orden social como un objeto de intercambio.

Esta dimensión de objeto revela dónde se encuentra la verdad del sujeto. Sin duda sólo la experiencia analítica demuestra que la verdad del sujeto está en un objeto que, por naturaleza, está velado. “Hacer surgir este objeto es propiamente el elemento cómico puro”, subraya Lacan, es la razón por la que esta dimensión puede ser vivida desde el punto de vista analítico bajo el ángulo del humor, es decir en el reconocimiento de lo cómico de la situación. Abordar la dimensión de ser tratado como un objeto bajo el acento de lo cómico ofrece una salida favorable al sujeto. Éste puede al contrario, vivir esta experiencia bajo el ángulo de la depreciación, del rechazo o de la depresión, e instalarse en la posición de víctima.

No fue el caso de Lacan. Después de un tiempo para comprender, percibió lo cómico de la posición, y transformó su marginalización fuera de la comunidad fundada por Freud, en la ocasión de un segundo nacimiento del movimiento freudiano, con la fundación de una escuela que lleva su nombre. Este episodio permitió a Lacan el desarrollar un punto de la doctrina, su teoría del objeto a, que sigue siendo su contribución más original al psicoanálisis. El Seminario XI participa a esta elaboración. El sujeto es, en su verdad más profunda, un objeto. Esta constatación tiene consecuencias clínicas. El sujeto no sabría orientarse en su vida, cualquiera que sea, a partir de su imagen, ésta es siempre engañosa, y las técnicas de reforzamiento de la autoestima no cambian nada a este hecho. El estatus del sujeto en lo simbólico y su referencia a un ideal no constituyen una brújula más segura. Lo que falta al sujeto en cada uno de estos casos es el mando de este objeto que es él mismo. Es lo que la experiencia del análisis es susceptible de revelarle, en el elemento de lo cómico, único capaz de darle una posibilidad de maniobra.

En la negociación de la que Lacan era objeto, supo reconocer el estatus que es el del sujeto en la relación social, y la dimensión cómica de su posición. Pudo entonces superar esta posición y producir un saber sobre aquello de lo que se trataba. Estos eventos tuvieron otra consecuencia. Lacan era rechazado de esta asociación que Freud había querido, mientras él mismo se agarraba a restaurar la verdad de su descubrimiento del inconsciente. ¿Había entonces que suponer alguna impureza en la voluntad del padre del psicoanálisis? Es lo que Lacan admitirá. El obstáculo a la continuación de su elaboración es Freud, y por ello tratará de cuestionar el deseo de Freud.

Traducción de Itxaso Muro Usobiaga