24 de junio de 2015

Boletín 11 Letras en línea - I Conversación clínica de la NEL

           I Conversación Clínica de la NEL

 El analista y su práctica

São Paulo - 3 de septiembre de 2015

Tute

Letras en línea
Boletín Nº 11


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La ficha de inscripción es necesaria para poder recibir los materiales clínicos que serán trabajados durante la conversación.




Con la riqueza de los comentarios sobre la conversación que hemos compartido en las pasadas 10 ediciones, damos comienzo a la segunda parte de este boletín dedicada ahora a compartir breves elaboraciones sobre distintos aspectos fundamentales de la práctica analítica. Destinaremos unas semanas a explorar vertientes diversas a partir de algunas citas escogidas sobre la clínica y los comentarios que las mismas suscitan en los colegas que aceptaron participar de este esfuerzo, a fin de que sirvan en su articulación y tensión en la construcción del dispositivo de Conversación Clínica de la NEL.

Abren la serie los trabajos de María Eugenia Cardona y Mayra de Hanze. En el primero, Cardona parte de la consideración de Miller acerca de las 3 variantes del sujeto supuesto saber, en relación a los registros sin olvidar su anudamiento. Trabaja la relación que la suposición implica respecto del Otro y la orientación hacia una suposición que
inexistencia del Otro mediante se sostenga del Uno.

Hanze por su parte, comenta la cita de un Lacan temprano, del Seminario I, y sitúa a partir de allí un recorrido cuyo eje es la transferencia, su eficacia, su relación con el acto analítico, con el objeto y con la palabra
designada en ese seminario como plena, para finalmente arribar a la noción: el acto de la palabra.

Gracias al aporte de María Hortensia Cárdenas quien nos ha compartido su archivo de humor gráfico sobre psicoanálisis, cambiamos el tono de las imágenes que ilustran y acompañan la lectura de este tramo del boletín.

Y cambiamos también el contexto de las referencias bibliográficas que adjuntamos, pues se tratará de acercarlos a una selección de citas respecto de la práctica clínica que mucho agradecemos una vez más a Piedad O. de Spurrier, quien ha llevado adelante un extenso relevamiento sobre el tema.

Al final de este boletín encontrarán nuevamente la ficha de inscripción. Es de gran utilidad para la organización saber quiénes podrán concurrir, por lo que insistimos en pedirles que por favor la envíen a Clara María Holguín: clara.maria.holguin@gmail.com 

La ficha de inscripción es condición necesaria para poder recibir con anticipación el material clínico que será discutido y trabajado durante la Conversación.

¡Disfruten la lectura!

Ana Viganó 


Nuestro sujeto supuesto saber

Comentario de María Eugenia Cardona a la cita:

“El analista mismo es un sujeto supuesto al saber –es el segundo sujeto supuesto saber. Si no lo fuera, no nos confiaríamos a él. Es supuesto a saber, al menos, lo que quiere verdaderamente decir la confidencia del analizante, o sea, es supuesto a saber interpretar, digamos, hablando en latín, a responder al casus de las formaciones del inconsciente por el saltus, el salto de la interpretación. Este salto de la interpretación es por otra parte central en el ejercicio, llamado, de control: ¿Cuándo hay que saltar sobre la palabra del analizante para hacerlo en el momento oportuno y tener los efectos que esperamos de ello? Este salto de la interpretación engendra una significación que lo podríamos articular así: Tú, analizante, que eres supuesto al saber, no sabes lo que dices” [1]   

En esta intervención de Miller en las Jornadas de estudios de la ECF 2006: “Nuestro sujeto supuesto saber”,  Miller ubica tres sujetos supuesto saber, donde el primero sería el analizante con la esperanza de dirigirse a alguien que dirá lo que le pasa, por lo cual busca un analista. El segundo SsS sería  el analista mismo como un  supuesto a interpretar y el tercer SsS sería el  inconsciente como potencia de cifrado…Finalmente y admitiendo que son tres SsS que se articulan en la sesión analítica: el primero imaginario, el segundo simbólico y el tercero real. Pero realmente son solo uno.

El analista como segundo SsS será quien  le dé la palabra al analizante, sosteniendo el lugar de “olvido de todo lo sabido”, condición de ignorancia necesaria, que hará de cada encuentro algo nuevo y a su vez posibilitará la  instalación de SsS  en  la sesión analítica. Como lo dice Miller: “la pasión de la ignorancia significa invención de saber, es su otro nombre”. (2) “El sentido de la ignorancia en psicoanálisis, su virtud, eso por lo que resulta adecuado aquello de lo que se trata, es que es la ignorancia de algo que no hay. Por eso Lacan pudo hablar de invención de saber y no de descubrimiento”.(3)   Las  entrevistas iniciales  responden a la frase precisa de Lacan “en el comienzo está la transferencia”. Donde el  síntoma con sus dos caras, “una que habla y es mensaje”, la otra que “no habla y es goce” que incide en el cuerpo, llevará a alguien  a partir del malestar –goce
  a un análisis. La maniobra del analista al inicio es crear las condiciones para que el parlêtre  descubra su inconsciente y a partir de ahí se instaure la suposición de saber. La transferencia estará armada a partir de la creencia de que esa queja-por la que sufre será develada. Creencia que Lacan en el Seminario 7 diferencia de  la verdad cuando dice: “si suponemos que creen verdaderamente, no son creencias sino verdades”.(4) Solo el acto analítico que está desde el inicio, podrá ubicar la causa que será impulso al trabajo de transferencia.

Para que el síntoma pueda ser interpretado es necesario creer en él, en su dimensión de mensaje. Síntoma que no es sin la envoltura del Otro de la cultura.  

Del psicoanalista se espera la resolución del enigma inconsciente del síntoma. Posición o lugar paradójico para el analista pues ocupa un lugar “que no cree” pero se sirve de ese semblante para dar voz al goce, y llegar a precisar “reduciendo” todo el trabajo de la defensa neurótica que como lo dice Lacan: (5)   es pura pérdida, mera conjura que da lástima”. O sea todo lo que se hace con el sentido, no - sirve y agrega: “el sujeto se agota produciéndose como efecto de significante, permaneciendo tan distinto de él….”. (6)  El inconsciente Lacaniano está entre los significantes, tiene una estructura pulsátil aparece para desaparecer y volver a reaparecer…necesita al menos dos significantes (S1-S2)  para capturarlo. El inconsciente lacaniano  es lo que brilla y late con  destellos momentáneos entre los intersticios  de la  cadena  significante. Por eso en cada analizante, el analista no solo escuchará los significantes que ordenaron su 
hystoria sino que tendrá que tener en cuenta otro registro más allá de los significantes, que tiene que ver con esos destellos y latidos  momentáneos que están en el agujero entre los significantes. Hay un cambio de paradigma donde el lenguaje no comunica sino que es “en el cada significante vale uno” (7) es letra que no remite a nada. En esta nueva perspectiva la intervención del analista no es: sin-sentido, sino que se trata de la intervención: no-sentido, donde lo que se juega es acontecimiento de goce como resonancia en el cuerpo. Como lo dice Xavier Esqué:….”es decir que se apoya no en el Otro sino en el Uno. Se trata de tomar apoyo en lalengua con el fin de extraer el Uno”.(8)

En 
Los usos del lapso, J.-A. Miller dice: “…el analista con su presencia, encarna algo del goce, la parte no simbolizada del goce. (…) y de la que se puede decir que el testimonio es la presencia del analista en carne y hueso. (…) El analista está a título de su encarnación y no del saber que tendría, del saber inconsciente del sujeto”. [9] Cuerpo del analista, lugar encarnado, que hace posible cernir la “marca singular” de lo innombrable donde el resto –vivifica y posibilita el encuentro con un nuevo modo de saber hacer allí. Inexistencia del Otro que pone al Uno del lado de la invención.

La interpretación será el acto que se espera del analista, que se articula a la pulsación temporal inconsciente y reorienta al 
fading constituyente del sujeto.
  
Referencias
(1)  Miller, J.-A.,” Nuestro sujeto supuesto saber”, http://ampblog2006.blogspot.com/2007/09/journes-dtudes-2007.html
(2)  Miller, J.-A., “Los signos del goce”. ”, Paidós, Bs. As., 2011, p. 222
(3)  Ibíd. p. 229
(4)   Lacan, J., El Seminario, Libro 7, La ética del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1992, p. 208.
(5)  Lacan J., El seminario, Libro 19, ...o peor, Paidós, Buenos Aires, 2012, p.170.
(6)  Ibíd., pág.171.
(7)  Miller, J.-A., Los signos del goce, Paidós, Buenos Aires, 2011, pp. 343-344.
(8)  Miller, J.-A., Esqué, X. y otros., ¿Cómo se forman los analistas?, Grama, Buenos Aires, 2012, p. 44.
(9)  Miller, J.-A., Los usos del lapso, Paidós, Buenos Aires, 2004, p. 22.


Comentario de Mayra de Hanze a la cita:

“Debe existir pues algo diferente del adoctrinamiento que explique la eficacia de las intervenciones del analista. Es lo que la experiencia demostró como eficaz en la acción de la transferencia.” [1]

Corre el año 1953 y Lacan realiza su enseñanza “Los escritos técnicos de Freud”, apertura el Seminario recordándonos que el pensamiento de Freud está abierto a la revisión. Reducirlo a palabras gastadas sería un error […]

Utiliza para ubicar la práctica del psicoanálisis, la metáfora del  arte del buen cocinero, “Que sabe cómo trinchar el animal, cómo separar la articulación con la menor resistencia”. Sabiendo que existe, para cada estructura, un modo de conceptualización que le es propio.

La cita que se me ha pedido comentar, la encontramos en el capítulo IX, “Sobre el narcisismo”. Aquí Lacan insiste en la noción de lo simbólico, diciendo que siempre conviene partir de ella para comprender lo que hacemos cuando intervenimos en el análisis.

Enfatiza esa faz de la resistencia que se sitúa en el nivel mismo de la emisión de la palabra. La palabra puede expresar el ser del sujeto, pero hasta cierto punto, nunca lo logra.

Surge al respecto la primera interrogación ¿Cómo se sitúan respecto a la palabra, todos esos afectos, todas esas referencias imaginarias habitualmente evocadas cuando quiere definirse la acción de la transferencia en la experiencia analítica?

Nos dirá que no podemos pensar la experiencia analítica como un juego, una trampa, una artimaña ilusoria, una sugestión. Esta experiencia convoca la palabra plena, la que apunta, la que forma la verdad tal y como ella se establece en el reconocimiento del uno por el otro. La palabra plena es la palabra que hace acto.

Se plantea al respecto la primera contradicción sobre el método psicoanalítico, que apunta a la obtención de la palabra plena mientras da como consigna al sujeto decir una palabra lo más despojada posible de toda suposición de responsabilidad, incluso lo libera de toda exigencia de autenticidad, le conmina a decir todo aquello que pase por la mente, facilitando al sujeto el retorno a la vía de lo que, en la palabra, está por debajo del nivel del reconocimiento y que concierne al tercero, el objeto. Por supuesto, el objeto, no deja de estar en referencia a la palabra […].

Pareciera que este acto de la palabra sólo puede progresar siguiendo la vía de una convicción intelectual proveniente de la intervención educadora, es decir superior, del analista. El análisis progresaría así por adoctrinamiento.

Cuando se afirma que la primera etapa del análisis habría sido intelectualista se hace referencia a este adoctrinamiento. Sin embargo, nunca fue así…las fuerzas auténticamente en juego estaban presentes desde el origen. Si no hubiesen estado allí, el análisis jamás habría tenido la posibilidad de aprobar su examen, e imponerse como método evidente de intervención psicoterapéutica.

[…] La transferencia eficaz de la que habla, es en su esencia, el acto de la palabra.

Es indudable que este recorrido que plantea Lacan, me evoca aquel otro que realizara Miller en el 80, al anunciar que en el psicoanálisis realizamos una clínica bajo transferencia, para decir en el 2008 que la transferencia tiene un afecto disolvente sobre la clínica.

Referencias
[1] Jacques Lacan, 
El Seminario, Libro 1, Los escritos técnicos de Freud, Paidós, Buenos Aires, 1981, p. 170.


Referencias bibliográficas sobre la práctica clínica

Lacan, J. (1971). Escritos 1. México D. F., Siglo XXI Editores.
El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma (1945) 

·         “Se aíslan en el sofisma tres momentos de la evidencia, cuyos valores lógicos se revelarán diferentes y de orden creciente”. (p. 27)
·         Estos momentos son el instante de la mirada, el tiempo para comprender y el momento de concluir. “El tiempo para comprender puede reducirse al instante de la mirada, pero esa mirada en su instante puede incluir todo el tiempo necesario para comprender. Así, la objetividad de este tiempo se tambalea en su límite”. (p. 29)
·         “Cada uno de los sujetos, si ha vuelto a aprehender la certidumbre subjetiva del momento de concluir, puede nuevamente ponerla en duda. Pero está ahora sostenida por la objetivación, ya hecha, del tiempo de comprender, y su puesta en duda durará tan solo el instante de la mirada, porque el solo hecho de que la vacilación aparecida en los otros sea la segunda basta para suprimir la suya apenas percibida, puesto que le indica inmediatamente que con seguridad no es un negro”. (p. 33)

Intervención sobre la transferencia (1951)

·         “En una palabra, el psicoanálisis es una experiencia dialéctica, y esta noción debe prevalecer cuando se plantea la cuestión de la naturaleza de la transferencia”. (p. 38)
·         “Dicho de otra manera, la transferencia no es nada real en el sujeto, sino la aparición, en un momento de estancamiento de la dialéctica analítica, de los modos permanentes según los cuales constituye sus objetos. ¿Qué es entonces interpretar la transferencia? No otra cosa”. (p. 47) 


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- Si solo se inscribe en la I Conversación Clínica: USD 30.00

- I Conversación Clínica y Seminario de Formación del INES: USD 40.00

El pago se puede realizar en la Sede con el tesorero correspondiente o el 2 de septiembre en São Paulo.

Ficha de inscripción en este archivo:
Ficha de inscripción


Responsables del Boletín Letras en línea
María Hortensia Cárdenas
Ana Viganó 


18 de junio de 2015

Boletín 10 Letras en línea - I Conversación clínica de la NEL

            I Conversación Clínica de la NEL

 El analista y su práctica
 

São Paulo - 3 de septiembre de 2015

René Magritte. L`art de la conversation

Letras en línea

Boletín Nº 10

Contamos ahora con la generosa contribución de Luís Tudanca quien al leer nuestro boletín, consideró oportuno ofrecernos el tercer capítulo de su libro De lo político a lo impolítico. Una lectura del síntoma social,* en el que plantea las diferencias entre debate, discusión y conversación, como medios o formas distintas de intercambiar ideas. Extraemos una parte del capítulo para presentarlo a continuación y más abajo encontrarán el enlace que llevará al capítulo completo a los interesados en continuar la lectura por los diversos usos de estos medios. No hay garantías y corre a cuenta del lector ―indica Tudanca― la elección de cada una de estas formas de intercambio según la ocasión que se presente.

En el extracto “La conversación permanente” leemos el recorrido que hace Tudanca por distintos autores que abordan el tema de la conversación, sus dificultades y sus consecuencias. El autor se pregunta: ¿cómo conversar? La conversación se sostiene en el malentendido como tal (y no se busca anularlo), lo que permite mantener un cierto grado de apertura en el saber. Hace falta el deseo para conversar y sostener la conversación. También el reconocimiento de la ignorancia, la tolerancia y cierto pudor. Solo así se puede sostener una posición ética que da cuenta de un bien decir.

De esta manera, y con broche de oro, finalizamos la sección que iniciamos hace 10 números dedicada a la conversación. En el siguiente boletín comenzaremos a pensar en torno a la práctica analítica y contaremos con nuevos comentarios esclarecedores sobre los problemas que se presentan en la práctica.

Volvemos a incluir la ficha de inscripción para los que todavía no la han enviado. Recuerden que solo así podrán recibir con anticipación los casos de la Conversación.

María Hortensia Cárdenas
 ___________________

* Tudanca, Luís, De lo político a lo impolítico. Una lectura del síntoma social, Grama, Buenos Aires, 2006. 

La conversación permanente

Luís Tudanca

Se conversa con un texto, con quien lo escribió, con quien habla de ese texto, en tanto obligan, interrogan, agujerean el saber de uno.
Si el otro se hace otros, se pluraliza, no desaparece la conversación, incluso puede enriquecerse si logra sedimentar argumentos que mantengan cierto grado de apertura en el saber.
La conversación en tanto múltiple, heterogénea como aquello contrario a la voluntad de lo homogéneo, tendencia del grupo como tal,  se sostiene en el malentendido sin pretensión de anularlo como tal.
La conversación se hace permanente si cada uno que participa en ella logra respetar, lo voy a decir así, algo de su etimología, que indica que dar conversación o sacar conversación implica un deseo de sostenerla.
Aún cuando se dice dejar caer una cosa en la conversación, decirla afectando aparentemente descuido, como quien no quiere la cosa, eso muestra que se introduce un tema de una manera sigilosa, con cierto pudor hacia el semejante.
Para conversar hay que querer conversar.
La conversación se sostiene en “recorridos topológicos que no quedan sin consecuencias” en tanto es esperable que “cada recorrido deje una marca en lo real que permita otros recorridos”. [1]
Sin esto no habría comunidad de trabajo, es decir lazo social, cualquiera sea.
J.-A. Miller nos enseña que la invitación que Lacan realiza a propósito del nombre del padre, servirse de…, es susceptible de una generalización por lo tanto: no es lo mismo creer en el consenso o en el disenso que servirse indistintamente de ambos según la ocasión.
Pero, aún, ¿cómo conversar?
Theodor Adorno decía que “sólo el pensamiento que se hace violencia a sí mismo es lo suficiente duro para quebrar los mitos”. [2]
La lucha contra la estupidez parcial que se encarna en cada uno, nuestra debilidad mental, necesita cierto despertar del otro.
He allí una manera. Encuentro otra en Lévi-Strauss cuando propone ser tolerante definiendo la tolerancia como una “actitud dinámica que consiste en prever, comprender y promover aquello que quiere ser” [3] preocupándose por aclarar que no se trata de una actitud contemplativa.
Quizás a la manera de Montaigne, escritor y moralista francés de siglo XVI por quien nos podemos dejar guiar en la manera de plantear una conversación, desde una posición que dista bastante de estar sostenida en una preocupación por el consenso o el disenso.
La base de la cual parte es que “estamos formados de retazos y somos de contextura tan informe y diversa, que en cada momento cada pieza juega a su modo, habiendo tanta diferencia de nosotros a nosotros mismos como de nosotros al prójimo”. [4]
Montaigne era alguien que quería limitar más que extender la opinión sobre los demás. Afirmaba: “el reconocimiento de la ignorancia me parece uno de los mejores y más seguros testimonios del buen juicio”. [5]
Para él la virtud rehúsa la compañía de la facilidad y presupone contrastes y dificultades y necesidad de que no pueda ejercerse sin contraposición. Y es una virtud la ignorancia que se conoce, se juzga, y se condena, ya que no es entera ignorancia porque para ello es menester que se ignore a sí misma.
Por ello prefería que lo contradijeran para generar conversación, aprovechando las ideas y las razones de las que se impregnaba. Bregaba por la diversidad como la más universal cualidad de todo. Decía de su propia obra que era “un registro de diversos y veleidosos accidentes y de imágenes indecisas”. [6]
Proponía como torpe querer paliar los males atacándolos de frente y da más resultado hacerlos indirectamente declinar y disiparse.
Se privaba de aceptar cosas definitivas, aceptaba las opiniones diversas, lo despertaba la contradicción en los juicios y quería que lo contradijeran para instruirse.
Es indudable que Montaigne “odiaba el todo, la infatuación, el decirlo todo”. [7] En sus ensayos muestra que cualquier afirmación o enunciado van a ser un poco verdaderos y un poco falsos, reafirmándose en esa paradoja como productiva.
Tuvo la idea de lo que Lacan luego llamó poubellication al afirmar que sus Ensayos eran “los excrementos de un espíritu viejo y, por lo tanto, ya estreñido, ya descompuesto, e indigesto siempre”. [8]
No podría dejar de mencionar la manera de Gramsci quien consideraba que había que hacer un esfuerzo por comprender lo que han querido decir los adversarios y “no detenerse maliciosamente en los significados superficiales e inmediatos de sus expresiones”. [9]
Todos estos pensadores nos muestran una dirección que es la sostenida en un bien decir. Bien decir que es un decir a medias, un decir no-todo.
Es ésta una posición ética que lleva a éste bien decir a estar gobernado por el pudor, “de no querer decirlo todo no solo por una cuestión de cálculo sino por una cuestión de estructura cuya violación solo lleva a hablar de más sin por eso decir mejor”. [10]
Si hay algo que caracteriza al pudor, es que tiene en cuenta al otro.
Conclusión: leer con pudor pero también intervenir con el máximo del bien decir que las condiciones permitan cada vez. 

[1] Aramburu, Javier. “Por qué decidir por la Escuela Una” en El caldero de la Escuela, número 65. Buenos Aires, Argentina, 1998. Pág. 14.
[2] Adorno, Theodor. Dialéctica de la ilustración. Ed. Trotta. Madrid, España. 1994
[3] Lévi-Strauss, Claude. “Raza e historia” en Raza y cultura. Ed. Cátedra. Madrid, España. 1993
[4] Montaigne. Ensayos 2. Ed. Orbis. Buenos Aires, Argentina. 1984
[5] Montaigne. Ensayos 3. Ed. Orbis. Buenos Aires, Argentina. 1984
[6] Ibíd. 11.
[7] Indart, Juan Carlos. “Seminario sobre la lógica de la cura”. Clase número 26 del 12/11/1993. Inédito
[8] Ibíd. 10.
[9] Gramsci, Antonio. La política y el estado moderno. Ed. Planeta Agostini. Barcelona, España. 1993. Pág. 29 y 30
[10] Brodsky, Graciela. “La barrera del pudor” en Acerca de la ética del Psicoanálisis. Ed. Manantial. Buenos Aires, Argentina. 1990. Pág. 48.


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María Hortensia Cárdenas
Ana Viganó 


Seminario Internacional: El cuerpo: del fantasma fundamental al sinthome



NUEVA ESCUELA LACANIANA
NEL-Lima
Seminario Internacional
El cuerpo: del fantasma fundamental al sinthome
 
Girl before a mirror - Pablo Picasso
JOSÉ FERNANDO VELÁSQUEZ
Psicoanalista
Presidente de la Nueva Escuela Lacaniana

La relación entre el fantasma y el sinthome van a examinarse a través de un articulador: el cuerpo.
Las percepciones, la imagen, el deseo, el ideal, la unidad, son establecidas en la relación al Otro y operan tanto como referencia así como de defensa, a la par que constituyen al cuerpo con la marca de la castración, donde el sujeto se hace equivaler al objeto. Es un cuerpo como superficie que permite ser agujereado, recortado, recorrido, deseado, imaginado; es el cuerpo de la inhibición y del acto; el cuerpo del fantasma, del Nombre-del-Padre, del sentido “para todos”.
De otro lado está el cuerpo que rompe con la dialéctica hegeliana, un cuerpo que aparece en la contingencia, y de modo singular y misterioso. En el azar ciertos significantes, ciertas imágenes, ciertos imposibles, se inscriben en el inconsciente real, no como sentido, sino como resonancias en la carne, que se repiten y se vuelven destino, que dan cuenta de un goce más allá del fantasma, más allá de la localización por el falo. “El goce, no el inconsciente”. (Lacan, J. “Joyce el Sinthoma I”) Un goce que nombra lo que hay de singular en cada individuo, al estar condicionado por lalengua propia y desabonado del aparato que le relaciona con el Otro.

Fechas:
Viernes 10 de julio
7:30 - 9:30pm
Primera parte del seminario 
Sábado 11 de julio
3:00 - 6:00pm Segunda parte del seminario


Lugar:
Hotel Girasoles. Av. Diez Canseco 696, Miraflores.

Inscripciones:
Av. Ricardo Palma 734, Miraflores
243 2831



Están abiertas las inscripciones...

Jacques Lacan

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA EN PSICOANÁLISIS


Están abiertas las inscripciones del CICLO  BÁSICO I - 2015



Al estudiante de Psicología y profesional de disciplinas afines interesados en la práctica psicoanalítica:

· ¿Quieres estudiar psicoanálisis?
· ¿Estás interesado en el campo de la salud mental?
· ¿Te preocupa mejorar tu práctica profesional?

EL CIDLima ofrece a todos aquellos interesados en enriquecer su trabajo:
Una opción diferente, una mirada crítica a los problemas de la época.

Un espacio dinámico donde plantear sus preguntas y sus dudas


NIVEL BÁSICO


· Duración: 16 semanas de clases

También pueden participar en:

· Videoconferencias con psicoanalistas docentes de otros Institutos del Campo Freudiano.

· Material bibliográfico virtual incluido.
· Participación en las actividades de la NEL-Lima, como Noches de Escuela, Noches de Biblioteca, - Grupos de investigación y de Lectura.
· Seminarios Internacionales.
· Uso de la biblioteca, préstamo de libros, CDs y fotocopias.


Informes e inscripciones:

CIDLima:   Av. Ricardo Palma 734 San Antonio, Miraflores              
CID-Lima@nel-lima.org 
cid-lima-psicoanalisislacaniano.blogspot.com

Proceso de admisión:

- Llenar la ficha de inscripción y enviarla al correo arriba indicado
- Entrevista personal

Agradecemos la difusión

10 de junio de 2015

Boletín 9 Letras en línea - I Conversación clínica de la NEL

            I Conversación Clínica de la NEL

 El analista y su práctica
 

São Paulo - 3 de septiembre de 2015

Afiche I Conversación Clínica de la NEL

Letras en línea

Boletín Nº 9


Preside esta edición de Letras en línea el afiche que se ha diseñado especialmente para difundir nuestra I Conversación Clínica de la NEL, mismo que también se presentó en un envío especial a través de la lista NEL-Debates y que proponemos para que sea distribuido y dado a conocer en nuestras sedes, delegaciones y CIDs.

Noemí Cinader, a partir de la cita de Eric Laurent que ubica como un objeto de la conversación al deseo del analista, trae una interesante perspectiva de la conversación clínica estableciendo cierta analogía entre la conversación y el control, articulando el deseo del analista con lo singular que él mismo conlleva. No sin el cuerpo, no sin el goce, no sin el síntoma, no sin el esfuerzo de nominar un real.

Ángel Sanabria recorre el malentendido estructural del “todos monologan” para detenerse un poco en la forma insensata del monólogo generalizado en nuestra época -al que propone como una alteración del malentendido hacia lo “desentendido”-, para ubicar finalmente cuál es la chance que ofrecería el psicoanálisis de “monologar de otro modo”, produciendo algún nuevo arreglo con el malentendido de los sexos.

Seguidamente, y como es costumbre, adjuntamos nuevas referencias bibliográficas seleccionadas sobre el tema.

Les recordamos que nuestra I Conversación Clínica será en Sao Paulo el 3 de septiembre próximo, y dedicaremos una jornada al exhaustivo estudio y discusión de los casos clínicos seleccionados a tal fin. En esta ocasión inaugural tendremos el privilegio adicional de contar con la participación de Miquel Bassols, quien generosamente animará el intercambio con sus aportes.

Al final de este boletín encontrarán nuevamente la ficha de inscripción. Es de gran utilidad para la organización saber quiénes podrán concurrir, por lo que insistimos en pedirles que por favor la envíen a Clara María Holguín: clara.maria.holguin@gmail.com

Solamente con esta inscripción podrán recibir con anticipación los casos clínicos que se presentarán en la Conversación.

Recordamos la dirección donde se llevará a cabo el evento: Rua João Moura, 647 - Mezanino. Bairro: Pinheiros. São Paulo, SP.

¡Disfruten la lectura!

Ana Viganó
 


Comentario de Noemí Cinader a la cita:
 
“El volumen de "Los inclasificables" testimonia en acto lo apasionante que puede ser una conversación clínica orientada por una pregunta hacia el psicoanálisis. No se trata solo en este espacio de adaptar la cura al caso, de rectificar la posición del analista, sino también se trata de hacer experiencia. La discusión clínica tiene que ser una conversación sobre el deseo del analista, el deseo de producir una clínica que como tal tenga una incidencia sobre las nominaciones de lo real en nuestra cultura.” [1] 

Ubico el texto de Laurent como un texto que anticipa el congreso en Bruselas, 2002: “El efecto de formación, sus causas, sus lugares y sus paradojas”. Laurent plantea en el texto, a partir del título “Herejía y deseo”, la posición del analista que sigue la enseñanza de Jacques Lacan, su calidad de hereje respecto a lo “religioso” ante la institución que se nombra como los seguidores de Freud. Hace referencia a la Primera Conferencia de Lacan en 1960 en Bruselas. Allí Lacan hace referencia al hecho que uno de los aspectos que diferencia a quienes lo siguen, diferencia de la identificación al analista, es el deseo del analista, diferencia singular de cada uno.

Miller introduce el Banquete de los analistas mediante la imagen del banquete griego o romano brindando a la salud del psicoanálisis. Y señala que etimológicamente en latín banquete es Convivium, vivir juntos y finaliza diciendo que viven juntos analistas y analizantes.

También se trata de una Conversación entre analistas y analizantes o analistas practicantes y como bien lo señala Miller ningún saber es soportado por uno solo. [2]

Igualmente señala que en griego banquete es symp-osium,  en el que “symp” aparece también en symp-toma.

Retomaré este punto más adelante.

Me planteo entonces a partir de la invitación que hace Laurent en su texto que la discusión clínica tiene que ser una conversación del deseo del analista… Si bien Laurent continúa con una puntuación acerca del deseo del analista, por ahora retomo sólo la conversación del deseo del analista.

Si bien el control es uno de los dispositivos con los que cuenta el analista para revisar los impasses o dificultades en la práctica y le permite este dispositivo el control del deseo del analista, y de los impasses que se presentan en la dirección de una cura en particular, me interesa plantear una de las vertientes a la que puede llevar una  Conversación, también en estos términos. Dependerá del acontecimiento imprevisto, del “happening” para cada analista. 

En Papers 1 para el X Congreso de la AMP, Laure Naveau en su trabajo “El analista sinthome”, describe lo que para ella fue, en ocasión del control el afecto que hablar de un caso produjo en su cuerpo. Afecto que produce para ella un impasse en la dirección de la cura. Esto aunado a la intervención del analista hizo posible un trabajo sobre lo que hacía impasse para ella, un punto de goce, hablado por su cuerpo.

Retomando Symp-osium y symp-toma, y poniendo en tensión la Conversación como una especie de banquete de los analistas y analizantes, planteo que hay algo de lo real del síntoma, un punto de goce del analista del que éste puede experimentar a la hora de la conversación clínica, que provoque un trabajo similar al del control, pero provocado por la Conversación y sin que hubiese habido una demanda.

Planteo que para ello es necesario que ex–sista a la Conversación el deseo del analista que tal y como lleva al analista a demandar un control, en este caso lleva al analista a prestar atención no solo a la Conversación sino también a su cuerpo que habla y que con ello nombrar algo de lo real para él.
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[1] Laurent, E., Herejía y
deseo. http://wapol.org/ornicar/articles/155lau.htm
[2] Miller, Jacques Alain, “Lo postanalítico”, Conferencias porteñas Tomo 3, Buenos Aires, Paidós, 2010, p. 88.


Comentario de Ángel Sanabria a la cita:

“Lacan decía: todos monologan. Esto es lo que implica el malentendido: que definitivamente todos monologan. Solo en el psicoanálisis, debido a la manera en el que el otro se presenta, existe una pequeña chance de monologar de otro modo, para ser prudente y no elogiar la operación, en ocasiones vertiginosa.” [1]

Todos monologan

1. “Esto es lo que implica el malentendido: que definitivamente todos monologan.”

Existe un “monologo generalizado”, connatural a la condición de ser hablante. El ser hablante cuando cree dirigirse al otro como interlocutor, habla en realidad para sí mismo sin saberlo. Pero además, cuando escucha al otro, lo que comprende no es otra cosa que las resonancias de su propio “discurso interior”. Este malentendido, alimentado por el fantasma, se opone a la perplejidad y a la sorpresa: es la pre-comprensión, el comprender demasiado pronto que Freud y Lacan desaconsejaban al analista.

En lo contemporáneo asistimos, además, a un modo insensato de monologar que en lugar del malentendido conduce al “desentendido”: “Los sujetos se desentienden del Otro y se sobreentienten con su goce en soledad, quedando librados así a un goce sin sentido y excesivo”. (Liliana Ávola y otros: “La época y su desentendido”, ponencia en el 1er Encuentro Americano del Campo Freudiano).

2. “Sólo en el psicoanálisis, debido a la manera en el que el otro se presenta, existe una pequeña chance de monologar de otro modo.”

Frente a esto, el chance de “monologar de otra manera” que ofrece el psicoanálisis, implica agujerear la precomprensión fantasmática del sujeto y hacerlo pasar del “monólogo generalizado” a un monólogo singularizado del que pueda extraer las claves de su “hablar para sí” (Miller, El ultimísimo Lacan), y eventualmente producir un mejor saber-hacer-con el malentendido fundamental de los sexos en su vida. Ello requiere del analista sostener una posición que no es la del común interlocutor sino aquella, en el límite de lo inhumano, de semblante de a.

[1] Miller, J.-A., “El malentendido”, Elucidación de Lacan, p. 32. 


Referencias bibliográficas sobre Conversación

La conversación como conciliábulo

Texto: Cuando el Otro es malo… de Jacques-Alain Miller (2011)
Este texto es un ejemplo completo de la Conversación. 

 
Jacques-Alain Miller: “Evidentemente, la jornada de hoy, jornada anual de las Secciones Clínicas, es como una gran misa. No llevemos demasiado lejos la analogía, pero es una gran misa clínica o un concilio anual, donde discutimos nociones, cotejamos nuestras concepciones unas con otras, sin concluir mediante un decretar que indique cuál es el buen uso de las cuestiones, sino según una elaboración progresiva. Pero hoy somos setecientos” (p. 75)

Texto: Efectos terapéuticos rápidos: Conversaciones con Jacques-Alain Miller en Barcelona (2005)
Miguel Bassols: “La Conversación Clínica del Instituto del Campo Freudiano que se realiza anualmente en Barcelona reúne a docentes y participantes de las actividades del Instituto de toda España. Es, de algún modo, el conciliábulo lacaniano español donde compulsamos el estado de nuestra práctica y deducimos el modo de llevar a cabo una política del síntoma consecuente con los principios de la orientación lacaniana” (p. 9)

Miguel Bassols: La Conversación Clínica […] fue en la serie de conversaciones realizadas un acontecimiento muy especial, de aquellos que quedan en la memoria como un momento de inflexión decisivo para el futuro del psicoanálisis” (p. 9)

Pierre-Gilles Guéguen: “En una asamblea de más de doscientos practicantes venidos de todos los lugares de España se discutieron dos casos […] y en el estilo de la Conversación que se practica tan a gusto en España, es decir, con las aportaciones cruzadas y apasionadas que profundizan lo que podemos llamar un modo lacaniano de evaluación de nuestra práctica.” (p. 14)

Texto: La pareja y el amor: Conversaciones con Jacques-Alain Miller en Barcelona (2003)

Jacques-Alain Miller: “Conversación es un término que utilizamos en el campo clínico, en el registro clínico. Supone la redacción anterior de textos y su divulgación. Es decir, que no vamos a escuchar la lectura de los trabajos. Se supone que la lectura ya ha sido hecha […] De manera que se puede dar el máximo de tiempo a la reflexión, al comentario, a las preguntas y no a la escucha pasiva.” (p. 15) 


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