21 de octubre de 2013

BORDES No. 28 PRIMERA PARTE

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Viktor Hajer

BORDES
No. 28
17 de Octubre de 2013

Boletín de la NEL hacia el VI Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana
XVIII Encuentro Internacional del Campo Freudiano
HABLAR CON EL CUERPO 
LAS CRISIS DE LAS NORMAS Y LA AGITACIÓN DE LO REAL
Buenos Aires, 22 y 23 de noviembre de 2013


PARTE 1
  • Editorial.- Johnny Gavlovski
  • ¿Los latinos son menos inteligentes?.- Ana Viganó

EDITORIAL

Johnny Gavlovski E
NEL Caracas

Algo de neo surrealismo. Por aquello del malestar de la cultura. Por aquello de las mutaciones contemporáneas. No es el de Dalí, menos el de Breton diciendo “la belleza será convulsa o no será” en ocasión de sus estudios con Charcot en la Salpetriere. No. Acá tiene que ver con el arrebato, con la letra rasgada de Marguerite Duras y lo que la literatura del París de Lacan dio por llamar noveau romance. Cambios en la letra, en la lengua, en el decir, en el saber-decir.

Neo surrealismo, pero sin lucha por la libertad de control racional o automatismo psíquico. Aquí la lucha es otra, es digital, gráfica, fotográfica. Es la palabra contra la segregación y de eso nos habla Ana Viganó. Genética y segregación. La segregación, en tanto tiene por foco al goce será siempre una segregación que afecte a los cuerpos, sedes de ese goce, siempre Otros. Es la era digital, gráfica, fotográfica, las modernas tecnologías de informática, las mutaciones corporales, el fin de la privacidad, el reality, la cámara que capta, el ojo omnipresente que ofrece su objeto instantáneo en twitter. Cuerpos capturados, cuerpos construidos, cuerpos con género, sin género, multigénero. Ángela Fisher dijo de esto. Hoy también Alfaro y Cantor comentan.

En fin, los dejo con esto, con la foto de Marilyn sin belleza, con el poema honesto y sencillo de Ruth Hernández, con la producción de “neo”, de “su”, de “realistas”, digitales, adictos, modernos, postmodernos, hipermodernos… eteros, finitos.

Nuevo uso del orden del discurso, dice Viganó. Preguntas contundentes que nos trae, en ocasión de ENAPOL; en ocasión de su oficio como analista; en ocasión de vivir, este mundo líquido llamado….



 Alex Nabaum


¿Los latinos son menos inteligentes?
Ana Viganó
NEL México

Así titulaban algunos medios las noticias que envolvieron al escándalo en torno de la renuncia de Jason Richwine a la Fundación Heritage, episodio que tiene sus raíces en las consecuencias que la aplicación de ciertos estudios que presumen de científicos puede tener. Este cariz es el que despierta nuestro interés.

Richwine es coautor del controversial estudio que señaló -en medio de la batalla legal, mediática y política de la ley migratoria en USA- que el plan de legalización de los 11 millones de indocumentados agregaría 6.3 billones de dólares al presupuesto del país, en los siguientes años. La Fundación Heritage es un “think tank” conocidamente conservador y la alarmante cifra tiene ese sesgo, cuestionado desde otras esquinas por no contabilizar en su cálculo las aportaciones y beneficios económicos que los inmigrantes proveerían en ese mismo período. Pero el escándalo surge al darse publicidad a la tesis con la que Richwine se doctoró en el 2009 titulada “IQ and Immigration Policy”, en la que afirmó que “los inmigrantes de hoy no son tan inteligentes en promedio como los nativos blancos. La diferencia del coeficiente intelectual entre ambos grupos es lo suficientemente grande como para causar efectos negativos sustanciales en la economía y la sociedad estadounidense”[1] Tales declaraciones se basan en el altamente cuestionado índice de coeficiente intelectual tomado de los aportes de la psicología y aplicado a lo que de esta forma constituye un grupo para Richwine: los inmigrantes de ahora, mayoritariamente latinos o hispanos. De tal forma, el autor valida una construcción social que sin ser tradicionalmente una raza, opera en el imaginario social de su país como tal, para aplicar desde allí criterios de segregación racial fundados en pruebas supuestamente científicas. No hace falta enumerar la cantidad de críticas que el índice IQ ha tenido y tiene[2], como tampoco decir que tales críticas no impiden que se siga usando. Nos lo advertía Miller hace unos años: “Las razas son efectos de discurso […] Significa que estos discursos están allí como estructuras y que no alcanza soplarlos para que se vuelen.”[3]

Antecedente próximo: el real biológico preferido para el cambio de siglo
En octubre del 2007, una fugaz pero no por ello menos intensa polémica se desató cuando James Watson, co-descubridor de la estructura del ADN y cuyo trabajo fue recompensado con el premio Nobel de Medicina en 1962, declaró su inevitable pesimismo respecto de África, porque las políticas occidentales se basan en la creencia de que la “inteligencia de los africanos es como la nuestra, algo que contradicen todas las pruebas efectuadas”[4] Las alarmas estallaron su sonar en todas partes, y como corresponde, al día siguiente el Dr. Watson pidió disculpas, echando mano del  equívoco.

El nombre de Watson está indiscutiblemente asociado a ese trozo de real científico que es el ADN, cuyo porvenir promete tenerlo por mucho tiempo entre nosotros, abriéndose caminos. De allí que se genere la ilusión de que “Watson habla y entonces por su boca habla el ADN, el destino de la humanidad toda. Más que el pensamiento encarnado, es como si el ADN, su mensaje, estuviera encarnado en el nombre y la persona de Watson.”[5] Es tomando este vestigio de subjetividad como los científicos, que vienen detrás aclarando, intentan deslindar su responsabilidad y lo castigan, suspendiéndolo en sus tareas en el laboratorio que presidía – Cold Spring Harbor Laboratory.

No hay basamentos científicos, Watson quedó hablando solo al menos un tiempito y renunció finalmente a su cargo. Pero convencido de sus palabras, y sin que las disculpas hicieran alguna mella de angustia aparente: “Siempre he defendido ferozmente la posición de que debemos basar nuestra visión del mundo en el estado de nuestro conocimiento, en los hechos, y no en lo que nos gustaría que ocurriera.” “El abrumador deseo de la sociedad hoy es asumir que las mismas capacidades de raciocinio son una herencia universal de la humanidad. Podría ser. Pero simplemente quererlo no basta. Eso no es ciencia.” Efectivamente, como él dice, la “genética puede ser cruel”[6], y al parecer, apasionante. Pasión que no excluye su impacto social - ni el sufrimiento, en su contracara - que él mismo reconoce.[7]

Odio, goce, segregación
En el texto citado Miller hace nuestra –de los analistas- su pregunta sobre el racismo: ¿Qué hace que este Otro sea Otro para que se lo pueda odiar en su ser? y responde: “es el odio al goce del Otro […] Se odia especialmente la manera particular en que el Otro goza”[8] Y si más adelante explica claramente por qué la cuestión de la tolerancia o intolerancia social, o de los Derechos Humanos no alcanza en términos de solución a este problema, es porque “el Otro es Otro dentro de mí mismo. La raíz del racismo, desde esta perspectiva, es el odio al propio goce.”[9]

La segregación, en tanto tiene por foco al goce será siempre una segregación que afecte a los cuerpos, sedes de ese goce, siempre Otros. El psicoanálisis propone un tratamiento diferente en tanto se trata de una cierta localización que haga posible un nuevo uso del goce en el orden de un discurso. ¿Cómo no tener en cuenta esta orientación del odio al propio goce a la hora de interrogarnos clínicamente por el tratamiento que los hombres y mujeres de hoy dan a sus cuerpos? ¿Cómo no servirnos de estas coordenadas para enmarcar, por ejemplo, la reciente y polémica decisión de dar ciudadanía italiana “sólo a los muertos” en el naufragio de Lampedusa[10]?


Comité organizador BORDES:
Piedad Ortega de Spurrier, Marcela Almanza, Elida Ganoza, Johnny Gavlovski E., Ruth Hernández


[1] Estudiantes de Harvard solicitan investigación sobre tesis de J Richwine, en www.nuestramericanews.com 20/05713
[2] Destaco tres: que lo que ese test mida sea inteligencia en algún sentido más amplio que la capacidad necesaria para responder a ese test; que ser listo de una manera que pueda ser medida mejora a la persona en algún sentido que beneficie a la sociedad; su cercanía con criterios eugenésicos.
[3] MILLER, J.-A- Extimidad. Paidós, p 58
[4] Clarin.com - Fuente EFE. El considerado padre del ADN dice que los negros son menos inteligentes, 17/10/2007
[5] Marco Mauas, El hombre piensa con su objeto: racismo espontáneo de un científico. Publicado en AMP-Blog 22/10/2007
[6] Cuestionarse la genética de la inteligencia no es racismo. La respuesta de Watson a las críticas, en La Jornada, 19/10/2007 (www.jornada.unam.mx )
[7] Referencia al título de uno de sus libros: Pasión por el ADN. Genes, genomas y sociedad, Editorial Crítica, S. A. Barcelona, 2002.
[8] MILLER, J.-A. Op cit p53
[9] MILLER, J.-A. Op cit p 55
[10] Italia dará nacionalidad a los fallecidos en Lampedusa y multará a los sobrevivientes. www-libertaddigital.com 9/10/13

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