Boletín de la
NEL hacia el IX Congreso de la AMP
Nº 16
4 de marzo de 2014
Editorial
Mercedes
Iglesias
En el Boletín de la EOL
hacia el Congreso Cecilia Gasbarro comenta un texto
del Seminario 23 de Lacan: “Lo real, ese del que se trata en
mi pensamiento, es siempre un fragmento, un cogollo.”
Refiere que el término del que se trata es bout y que sus
traducciones pueden ser: fragmento, trozo, punta, cabo,
brizna. Se eligió el término de fragmento siempre y cuando
que no se espere que sea parte de un todo posible. Lacan
sostiene que el estigma de este real es no ‘enlazarse con
nada’. Continuando con la traducción, la palabra cogollo
referida a lo real remite a resto, resto que a la vez
contiene la semilla que –contingentemente– puede hacer nacer
otro brote. Y la autora juzga que este sentido remite a la
noción de una causa y su efecto.
El texto de Elida Ganoza nos
muestra no solamente como este real puede presentarse en los
autistas sino que, apoyándose en Miller, muestra el modo en
que los autistas pueden enseñarnos de este real. El trabajo
nos muestra la gravedad ante la cual se enfrenta un niño
cuando no existe sino lo real sin enlace: sin la dimensión
del cuerpo del Otro, sin enlace con el lenguaje y con el
Otro, sin enlace con otro significante, vacío de sujeto. Es
decir, falta el agujero y frente a esto sólo queda el Uno.
Por otra parte, el video de
Silvia Tendlarz señala
justamente cómo a partir de que todo es real para el niño,
este se ve en la necesidad de producir un menos frente al
más, frente al exceso de real. Señala así cómo en los casos
clínicos observamos que la iteración del Uno sumado a la
forclusión del agujero impide la constitución de un cuerpo.
El
autismo, ¿uno de los nombres de lo real en el
psicoanálisis?
Elida
Ganoza
“…Marie-Françoise
no está en condiciones de relacionar a este otro con el A,
porque
la dimensión del cuerpo
del Otro no existe: es ausencia desrealizada…está
confrontada
con el Otro
ausente…y con lo Real del Otro que soy yo, duplicación del
primer Real.”
Rosine
Lefort
Marie-Françoise,
(1)
no consiente a alienarse al lenguaje, al nacimiento del
Otro, no ingresa en la dimensión del llamado y por lo
tanto no se abre a la posibilidad de la demanda y al deseo
propio en la separación. Es un ser viviente, como
lo nombra Lacan,
que al no quedar del lado del sentido le queda la
petrificación del S1. “Podemos intentar representarnos al
sujeto autista a partir de una elección que lo deja con su propio vacío entre
las manos, ser
vacío del sujeto”. (2)
Hay Uno (3) pero no hay un cuerpo, no hay imaginario en el
autismo. Una huella que no puede ser borrada en el encuentro de las
palabras con el cuerpo, deja al sujeto amenazado
constantemente por el ruido de lalengua como real
insoportable. Falla en la inscripción, acontecimiento del
cuerpo donde el Uno del goce no se borra.
S1 solo,
se repite, funciona como iteración de la letra sin cuerpo,
(4) sin Otro y sin
enlazarse a otro significante, S2.
El sujeto autista se defiende
ante lo real. El Otro es real, por lo que se defiende de
lo más propio del Otro: la voz y la mirada. En su
rechazo de la enunciación impide que el goce se embarque
en la palabra, que la lengua se corporice y dé lugar a un
cuerpo de sujeto.
En
el
autismo no hay producción del agujero real en lo simbólico
e implica que estructuralmente tampoco se constituye un borde topológico
que se ubicaría entre lo simbólico y lo real. Este borde
es necesario para que la pulsión haga su recorrido
alrededor de un objeto contingente e intercambiable y así
se constituya el cuerpo, por un lado, y a la vez se
constituya un adentro y un afuera, donde se ubicaría el
sujeto y el Otro. Esta dimensión en la que nada falta, es
una forma de no extracción del objeto a que Éric
Laurent llama forclusión
del agujero, que se relaciona con el rechazo a la
alienación, y “hace al mundo invivible y empuja al sujeto a producir un agujero
mediante un forzamiento, vía una automutilación, para
encontrarle una salida al demasiado de goce que invade su
cuerpo” (5) en el
registro de lo real.
J.-A.
Miller
destacaba que si aceptamos la idea de que los niños
autistas están sumergidos en lo real, ellos nos pueden
enseñar, sobre qué es ese real que tratamos de explorar.
(6)
___________________________
1. Lefort, R.
y R., Nacimiento
del Otro, Paidós, Buenos Aires, 1983, p. 261.
2. Miller, J.-A.,
Donc (193-1994), Paidós, Buenos
Aires, 2011, p. 345.
3. Miller,
J.-A., Curso La Orientación Lacaniana
“El ser y el Uno”, 2011–2012, inédito.
4. Laurent,
É., “Lo que nos enseñan los autistas”, Revista Lacaniana de
Psicoanálisis Nº 13, Grama, Buenos Aires, 2012.
5. Laurent,
É., La batalla del
autismo, Grama,
Buenos Aires, 2013, p. 82.
6. Idem., p.
81.
Video
Lo real y el
autismo
Silvia Tendlarz
Comisión
Editorial Boletín UnReal
María Hortensia Cárdenas
Mercedes Iglesias
Ana Viganó
María Hortensia Cárdenas
Mercedes Iglesias
Ana Viganó
NUEVA ESCUELA
LACANIANA
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