29 de agosto de 2013

Boletín Bordes 06

Fragmento de la Campaña Disecando a Dalí, Picasso y Van Gogh
    Agencia de publicidad DDB Brasil

BORDES
No. 6
22 de Junio de 2013

Boletín de la NEL hacia el VI Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana
XVIII Encuentro Internacional del Campo Freudiano

HABLAR CON EL CUERPO
LAS CRISIS DE LAS NORMAS Y LA AGITACIÓN DE LO REAL
Buenos Aires, 22 y 23 de noviembre de 2013

EN ESTE BOLETÍN
Editorial.- Ruth Hernández B.
Acerca de la observación de Lacan sobre el “retrato de Dora” De Helene Cisoux.- J Gavlovski
Una maestría sobre el cuerpo.- Carlos Márquez

OPINIONES Y COMENTARIOS
Recordatorio para ENAPOL, 2013
Comentario del artículo: Festividad religiosa como suplencia frente a lo real.- Gabriel George.
Comentario del Artículo: Lo mental, lo corporal y lo psíquico.- Patricia Expósito
  
mi cabeza como una gran canasta
 lleva su pesca
 deja pasar el agua mi cabeza

mi cabeza dentro de otra cabeza
 y más adentro aún
 la no mía cabeza

mi cabeza llena de agua
 de rumores y ruinas
 seca sus negras cavidades
 bajo un sol semivivo

mi cabeza en el más crudo invierno
 dentro de otra cabeza
 retoña

Blanca Varela


EDITORIAL
Ruth Hernández
NEL Caracas

En este número, Gavlovski nos introduce en una nueva dimensión: el cuerpo en el teatro. La repetición, que en el teatro es el ensayo, es una repetición en la que el actor/la actriz ha de aprenderse “el texto unido al cuerpo, al movimiento corporal”. Gavlovski apunta a un bien decir necesario para el que actúa, lo que implica incorporar el cuerpo a ese decir, “saber-hacer” otro cuerpo: el cuerpo del personaje. Es el propio goce del actor el que vendría a agregarse a la consistencia imaginaria del cuerpo del personaje y el hueco estructural consecutivo a la falta de significante en el Otro. Son los actores los que realizan  el texto, “se trata de la histeria”, citando a Laurent, “en tanto organiza el texto para el Otro, la histeria en cuanto lazo”. Si de algo sabe el actor es de servirse de la histeria para lograrlo.

Carlos Márquez, por su parte, nos trae el sufrimiento del cuerpo como instrumento de protesta. Cuerpos en huelga de hambre hasta el borde de la muerte o la muerte misma. Cuerpo que “demanda de justicia frente a un estado que se percibe como incapaz de otorgarla, o tan siquiera de escuchar lo que se tiene que decir”. Una respuesta frente al Otro. Luego nos presenta los modos cosméticos de autopunición asociados a un “bajar de peso” para encajar con un ideal, la promesa de una “maestría sobre el cuerpo desde el yo”.

Acompañamos este número de fotografías. El fotógrafo, nos señala Roland Barthes, busca atrapar "el evento cuya existencia no podrá repetirse…, la ocasión, el Encuentro, la Tyché, lo real en su expresión infatigable". La posición desde donde se mira es lo que nos interesa, en tanto al igual que el deseo del analista, busca obtener la diferencia absoluta.

La primera fotografía es un fragmento de la campaña “Disecando a Dalí, Picasso y Van Gogh”, realizada por la agencia de publicidad DDB Brasil, con la finalidad de invitar a los interesados a inscribirse en la MASP Art School de Sao Paulo. De los tres artistas tomamos la representación de Dalí, pues como sabemos, tuvo un encuentro con Lacan en los años 30… ¿de qué forma la propuesta de uno pudo haber aportado elementos para la del otro?

Por otro lado Steven Klein, hace click sobre dos mujeres: la locura maniatada versus la bella indiferencia absoluta. Finalmente tenemos la mirada de Bohnchang Koo, quien cose sus fotografías utilizando el hilo como símbolo de la fragilidad de los vínculos humanos. Ensambla con sus hilos un cuerpo fragmentado, sereno y frágil, en un intento de revelar la invisible presencia de la vida.
¡Buena lectura!
      
 Steven Klein (1962)
Blanco Institucional

ACERCA DE LA OBSERVACIÓN DE LACAN SOBRE EL  “RETRATO DE DORA” DE HELENE CISOUX.

Johnny Gavlovski
NEL Caracas

Cuando Eric Laurent en el Argumento para ENAPOL hace referencia a Le Portrait de Dora, de Hélène Cixous, señala cómo Lacan explica: "Quiero decir que la realidad –de las repeticiones, por ejemplo– es a fin de cuentas lo que ha dominado a los actores".

Es importante aclarar que en francés, a los ensayos de teatro se les llama: “repeticiones”. Pero, ¿se trata de repetir en el sentido freudiano del término? No, se trata de ensayar. ¿Y qué es esto? Se repiten las escenas, con vistas a que el actor/la actriz se aprenda el texto unido al cuerpo, al movimiento corporal. Y eso no siempre pasa. A veces hay dificultad. Como decía Joyce: “lo importante es que la palabra encaje en la boca de quien lo dice” y eso, no siempre sucede.

El actor debe buscar cómo decir el texto. El bien decir del mismo; y luego, apropiarse de éste, es decir, hacerlo suyo. ¿Qué quiere decir esto? Poder incorporarlo a su cuerpo, a ese cuerpo que tiene, para poder “saber-hacer” otro cuerpo: el cuerpo del personaje. Darle consistencia imaginaria. Mientras esto no se logra, no hay interpretación actoral. No deja de ser el actor que repite-balbucea un texto. Como el actor que hace de Freud o la actriz que hace de Dora en la referida obra. El actor inhibido o el que es incapaz de representar otra cosa que no sea a sí mismo. En cambio, el actor que se permite buscar otra consistencia, entregarse para dejarse parasitar por ese otro llamado personaje, ahí algo ocurre. Eso es lo que se llama búsqueda del personaje. Un otro a quien se le presta en primera instancia el propio cuerpo a…a’  Y cuando el actor le da el cuerpo al personaje, le entrega uno ya cizallado por el significante, el cuerpo de la histeria.

Pero hay algo más: Lacan nos dice:
“A lo imaginario y a lo simbólico, es decir cosas que son muy extranjeras la una y la otra, lo real aporta el elemento que puede mantenerlas juntas.”(1)

Obviamente, es el goce del actor que se engancha con esta situación. Desde allí propongo entender la apreciación de Lacan: "Quiero decir que la realidad –de los ensayos, por ejemplo– es a fin de cuentas lo que ha dominado a los actores". Lo que los domina, es su propio goce, ese “plus que agrega a la consistencia imaginaria del cuerpo del personaje y el hueco estructural consecutivo a la falta de significante en el Otro” (2) que, en este caso, es más patente cuanto que ese Otro es el dramaturgo, de quién nunca se sabrá qué quiso escribir, o del director, que no siempre dice lo que intenta hacer en su mise en scene, puesta en escena o mejor dicho, puesta en acto de un texto sobre la escena.

Esto es lo que viene a explicar lo que Eric Laurent nos dice al escribir: 
…Está pues realizada de una forma tal que lo que dominó a los actores no fue el texto sino la pragmática misma del decir. Eso ayuda a desprenderse de la idea de que el significante organiza un texto que organiza a los actores. Allí son más bien los actores quienes realizan el texto. "Se trata de la histeria", subraya, en ese espectáculo…(3)

La histeria en tanto organiza el texto  para el Otro, la histeria en cuanto lazo. Pero también habría que decir histeria en cuanto:
1.- Identificación histérica, en tanto identificarse con el síntoma del Otro, por participación. (Argumento, apartado Síntoma e identificación)
2.- En cuanto que darle un cuerpo a un personaje es de entrada, darle un cuerpo cizallado por el significante, y si de algo sabe el actor es de eso, servirse de la histeria, para lograr eso.(argumento, apartado: Lo mismo y el cuerpo de lo real)

Laurent cita a Lacan cuando señala que: 
…entre los actores la que no interpreta a Dora está muy incómoda [embarrassée]. "No muestra todas sus virtudes de histérica". Hay que destacar el término virtudes. El actor que interpreta a Freud está aún más incómodo, tiene un aspecto muy fastidiado, "eso se ve en su rendimiento". Lacan dice: "Tenemos allí la histeria […] que podría llamar incompleta. Quiero decir que la histeria siempre es dos, en fin, desde Freud.

¿Cómo entender esto? La que no-hace a Dora esta incómoda. El que interpreta a Freud está fastidiado. La pregunta es: ¿realmente interpretan? ¿Realmente se han colocado en el a’? ¿O permanecen en sí-mismos, inmersos en el goce que les implica la incomodidad y el fastidio?
En algún lugar de los “Estudios sobre la Histeria”, Freud señala que traduce los “no sé” del paciente por “no quiero saber”, y el fastidio por “no querer hacer”. En última instancia, la no-Dora y el incómodo Freud, no son lo suficientemente histéricos, no hacen vínculo ni con los otros actores, ni con el público (léase los textos de Freud sobre el teatro donde señala la identificación del espectador con el actor). ¿Quizás esta no-Dora y el fastidiado actor sean un ejemplo de la belle indifférence? ¿Serán muestra de esta tal histeria incompleta de la que habla Lacan?

Referencias
(1)  Lacan, J El sinthome Seminario XXIII. Edit Paidos Bs Aires, 2006 pg. 132
(2)  Portillo, R El sinthome, acontecimiento del cuerpo http://acpnelcaracas.blogspot.com/
(3) Laurent, Eric Argumento hablar con el propio síntoma, hablar con el propio cuerpoENAPOL, 2013 http://www.enapol.com/

Comité organizador BORDES: Piedad Ortega de Spurrier, Marcela Almanza, Elida Ganoza, Johnny Gavlovski E., Ruth Hernández

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