11 de noviembre de 2013

Los niños quieren decir algo cuando "cierran la boca"


La psicóloga del Hospital Casa de Salud Patricia Tassara advierte que hay muchas madres “que han olvidado ser mujeres”

Los trastornos de la alimentación y los fracasos escolares son dos de los temas más tratados por la especialista en Psicología Clínica y Psicoanalista del Hospital Casa de Salud, Patricia Tassara. Desde muy temprano unos padres pueden observar en sus hijos los trastornos de alimentación. Los niños  quieren decir algo cuando “cierran la boca”. Se trata de síntomas que el niño envía a modo de mensajes a descifrar,  y que son diferentes en cada caso. “En un trastorno de alimentación infantil – afirma la psicoanalista Tassara- hay que escuchar al entorno familiar y siempre vemos que el síntoma infantil señala algo que no funciona en la estructura parental. Lo importante es escuchar a esa madre, al padre y al niño. Ahí se puede leer a qué le está diciendo “no” el niño cerrando la boca…”

Para la especialista del Hospital Casa de Salud, “Es importante escuchar a las madres porque cuando uno escucha cómo ella habla del padre del niño, la forma en la que habla de ese hombre, ya nos dice muchas cosas sobre ella misma. O también cuando hay una madre que está excesivamente preocupada por la alimentación del niño y sólo piensa en la comida en términos de necesidad, ciñéndose de forma implacable a los esquemas de nutrición y no puede, por ejemplo, darle de comer contándole un cuento o soportar que no se lo coma todo…entonces vamos a tener seguramente a un niño que cierra la boca. Con el ‘No’ a la comida, es el niño el que se convierte ahora en omnipotente y la madre será quien demande que coma. Cuanto más quiere la madre embuchar al niño con la papilla, más cerrará éste la boca.”

Para la psicoanalista Patricia Tassara “es fundamental en la clínica infantil, apuntar a un trabajo con las madres. Es muy importante poder trabajar con esa mamá que ha venido preocupada por el hijo que no “le come”, poder trabajar con ella y ahí aparecen las grandes sorpresas, porque solemos encontrar que hay demasiada madre y muy poquita mujer. Sabemos que el equilibrio exacto nunca existe entre madre y mujer. Pero lo que comprobamos es que se olvidan de la mujer que hay en ellas. A tal punto que incluso en algunas ocasiones, el padre del niño pasa a ocupar el lugar de un hijo más en la estructura familiar. Hay excesiva madre presente. Digamos que,  al convertirse en madre, ella se olvidó de la mujer que es. Se olvidó de sus deseos como mujer, estos desaparecen o  se minimiza al extremo esa parte de sí misma, quedando exclusivamente atrapada por la maternidad.”

Para Patricia, psicóloga del Hospital Casa de Salud, “cuando una madre sólo tiene su mirada puesta sobre el niño, las cosas van mal. El niño siente el gran peso de esa mirada constante encima suyo, encima de ese plato de comida, encima de su cuerpo, encima de los deberes o no paran de llamarlos por teléfono en el caso de hijos adolescentes…cuanto más encima esté la madre, más problemas va a tener el niño”. En cambio, para la Dra. Tassara “si ella es una mujer que sí puede prestar atención a su deseo como mujer, podrá desear más allá de ese hijo. El hijo generalmente va a ser lo más importante para ella pero no puede ser sólo eso. Y hay mujeres que lo reconocen: “a mí lo único que me importa es estar con mis hijos”, afirman y entonces todos los deseos como mujer, caen.”

Para esta especialista en Psicología Clínica, “Lo importante es que la mujer tenga un deseo más allá del niño. Que no todo se resuma en la maternidad. Entonces cuando un hijo tiene una madre con un deseo más allá de él, (marido, amante, trabajo, amigas, estudios, proyectos, etc.) será menos amenazador para el niño y a su vez, éste será más responsable e independiente, en tanto ella dejaría de utilizar a este hijo como un tapón. Lo interesante en un tratamiento psicoanalítico, es captar qué, de sí misma como mujer, tapona esa madre con el problema del hijo”.

Para Patricia Tassara “Cuando en el tratamiento se logra captar y trabajar este punto de dificultad de cada una con ‘lo femenino’, es cuando se producen importantes virajes en la cura de la sintomatología infantil. Cuando llegan con el problema a la consulta, generalmente se ve que las madres han olvidado la mujer que hay en ellas. El encuentro con un psicoanalista, puede ser una excelente oportunidad para que una mujer pueda tratar el enigma de lo femenino. ¿Qué es ser una mujer?, no es una pregunta fácil de responder, ni para ellas, ni para ellos. Hacer de los hijos el tapón a esa pregunta es bastante habitual. Por ello, me parece importante situar que muchas veces, el síntoma infantil -como el de comer nada- es una respuesta a algo que no funciona bien respecto del deseo. Y en esta cuestión, los padres, también están concernidos, en tanto ellos, tampoco saben qué hacer, borrándose muchas veces de la función de padres pero también del lugar que ocupan, dejando por ejemplo que un hijo tome ese lugar, incluso en la cama” finalizó la doctora del hospital valenciano.

VLC NOTICIAS
29.10.13

Sección: Canal Salud
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