13 de febrero de 2014

UnReal 13


Boletín de la NEL hacia el IX Congreso de la AMP 
Nº 13

  11 de febrero de 2014

Editorial
Mercedes Iglesias

Luiz Fernando Carrijo da Cunha en Papers 4 señala que el cuerpo del ser parlante está desordenado por el significante y que no hay goce del cuerpo sino por el significante.  También apunta que Lacan nunca desistió de la vía de la demostración y de la transmisión y que el punto de fuga no es del orden de lo inefable. Como ya se ha dicho en Boletines anteriores lo real es también político y constituye no solo el modo singular de cada quien sino que también lo encontramos en los malestares contemporáneos. Los dos textos que leerán son expresión de ambas vertientes así como la entrevista a Gustavo Stiglitz quien muestra muy bien la relación de la familia con lo real. Si bien es cierto que la familia cumple funciones simbólicas ella encarna también lo que queda por fuera, un resto que es la presentación de un real. Con la familia se introduce lo real de la época ante el cual el niño va a responder.

Jessica Jara afirma que UnReal es ‘para leer sin comprender’ y analiza a través de varios seminarios el modo en que Lacan fue transformando su pensamiento hasta llegar a esa escritura sin sentido que tiene una presentificación de goce.

Mónica Pelliza por su parte señala cómo el S1 rígido da lugar a que Lacan hable de la Yocracia en tanto identidad absoluta. Esta tiene su raíz en el yo ideal. La autora se pregunta si la exacerbación del narcisismo, la terquedad y el capricho (propios del yo ideal) son los modos en que se expresa el hombre del siglo XXI frente a un real.

Escrituras que presentifican lo Real
Jessica Jara

“Confieso esta ridiculez porque marca los límites de un 

ser en el momento en que este va a dar testimonio”. 
Lacan, Televisión.

Lacan se interroga sobre la escritura a lo largo de su enseñanza. Una que no sea solo semblante (I-S) sino que presentifique lo real. Será la marca, el rasgo unario que da “origen del significante” en su Seminario 17. En el 18 será la letra, S1 que se distingue del significante, en tanto que un significante S1 lo es por oponerse a otro. La letra, tal como la nube en la pintura china es espacio-vacío, entre-medio entre montaña y agua, que hace posible pasar del Dos al Tres. Tres que es Uno. Dice Francois Cheng que según la óptica china: “la montaña puede…entrar en el vacío para diluirse en las olas y que…el agua, pasando por el vacío, puede erigirse en montaña”.

En ...o peor Lacan distanciará la repetición de orden significante de aquello que itera y no puede ser nombrado, señalando: Hay de lo Uno. Hay cero que vale como uno. En Aún insistirá que lo imposible de escribir es la relación entre los sexos. J.-C. Milner en “La obra clara” indicará: “la referencia matemática se encuentra en lo sucesivo absorbida por el nudo borromeo. No sin razón”. Así, el nudo puede sostener letras, es el caso de R, S, I. Lacan dirá que la verdad se especifica por ser poética no por estar del lado de la lógica articulada en su Seminario 24 y allí es cuando nos habla de “un significante nuevo”. Es una nueva escritura sobre lo que E. Laurent dirá que “diagrama un universo sin ley, sin necesidad”.

Fragmentos de lo real: enunciación sin enunciado, poema cifrado, número que no ordena. UnReal es para leer sin comprender, tal como indica Lacan sobre Finnegans Wake. Y si se lee es porque está presente el goce. Al final se escribe una nueva satisfacción.

Algunas reflexiones sobre el yo
Mónica Pelliza
 
Existe un significante, el S1 puro dirá Lacan en el Seminario 17, que es el Yo. Encierra un sentido absoluto y es ubicado en el lugar de la verdad en el discurso universitario. Es interesante subrayar este carácter absoluto de este S1, del Yo amo: “El Yo idéntico a sí mismo, eso es precisamente lo que constituye el S1 del imperativo puro”. (1) Soy lo que soy, arroja un sentido absoluto en el lugar de la verdad  y sostiene lo que Lacan designa como Yocracia, identidad consigo mismo.  Se trata del S1 como el Yo del amo: aquel que de algún modo encierra en sí como verdad cualquiera que enuncia un saber. Estamos en el reino del yo ideal, con una preponderancia de la imagen sobre lo simbólico, donde el goce de la imagen, con un resto de libido que no cede, desemboca en un goce narcisista caprichoso y terco.

Nos enfrentamos a un Yo en el que se cree. Miller dirá que: “se cree amo de su ser y se dice Yo”. (2) No solo cree sino que se identifica con él. Se trata de una elección forzada y el niño elige el ser. Se despliega una locura fálica del yo que arroja al sujeto a un narcisismo desmedido, que no acepta pérdidas.

Es pura captura del yo ideal en un delirio imaginario. En Donc Miller comenta que en la locura se trataría de una creencia que consiste en creer en una identidad de sí sin pasar por el Otro; en la locura se trataría de la inmediatez. En este delirio de identidad se aloja un goce yoico. Se espera en, a lo largo de una cura, el desprendimiento de este tipo de goce.
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1. Lacan, J., El Seminario, Libro17, El reverso del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1992, p. 66.
2. Miller, J.-A., Donc, Paidós, Buenos Aires, 2011, p. 425.

Video
Lo real y la familia



Comisión Editorial Boletín UnReal
María Hortensia Cárdenas
Mercedes Iglesias
Ana Viganó

NUEVA ESCUELA LACANIANA

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