20 de septiembre de 2014

Ernesto Sinatra - ¡Hay que gozar!



ERNESTO SINATRA

 “¡Hay que gozar!”

 Antes, en los tiempos de Sigmund Freud, la civilización instauraba un mandato paterno, de renuncia, “¡hay que dejar de gozar!”, pero –sostiene el autor– “el imperativo actual de la civilización es ‘¡hay que gozar!’”: esto propicia nuevos derechos, pero es causa de nuevos síntomas.


Sigmund Freud interpretó que el malestar en la cultura mostraba que la renuncia pulsional –“¡hay que dejar de gozar!”, como mandato paterno de la civilización– no reinstalaba la felicidad, sino que, por el contrario, reforzaba el circuito infernal del superyó reintroduciendo la ferocidad del goce por medio de la prohibición. El malestar de la civilización en la época freudiana obedecía a la lógica que Jacques Lacan adjudicó a la posición masculina: el conjunto sostenido en el Todo, a partir de la culpa y el castigo, de los pecados y su expiación: de ese modo el imperativo proscriptivo de la civilización reforzaba el superyó. La Iglesia florecía con su negocio: “¡hay que dejar de gozar!, pero, si has pecado, puedes expiar tus pecados, pero, entonces, vuelves a gozar, y vuelves a la Iglesia para volver a expiar...”, etcétera. Pero, más acá de los inalterables intereses repetidos a perpetuidad por la Iglesia –con el objetivo de mantener su poder terrenal– las cosas han cambiado. El imperativo actual de la civilización ha devenido “¡hay que gozar!”, en una época que sabe demasiado de la inexistencia de la relación sexual.
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