Switzerland,
Birth-Place of Dada (1920)
Max Ernst
BORDES
No. 15
8 de Agosto
de 2013
Boletín de la NEL hacia el VI Encuentro
Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana
XVIII
Encuentro Internacional del Campo Freudiano
HABLAR CON EL
CUERPO
LAS CRISIS DE
LAS NORMAS Y LA AGITACIÓN
DE LO REAL
Buenos Aires,
22 y 23 de noviembre de 2013
EN ESTE
BOLETÍN:
Editorial.- Johnny
Gavlovski E.
Abordajes.- Patricia Tagle Barton
OPINIONES Y
COMENTARIOS:
Comentario de
Verdades colectivas y experiencia de la palabra.- Fernando Eseverri
Comentario
“Las Chicas de Alambre”.- Ramón J. Ochoa Brando
EDITORIAL
Johnny
Gavlovski E
NEL Caracas
Patricia Tagle empieza por Eluard. Sigue el ejemplo de Lacan, al
principio él y Dalí. Pero antes de Dalí fue Dadá y antes de Dadá el
descubrimiento del inconsciente. Los surrealistas querían que Freud fuera su
Pope y decían que Dadá hacia terrorismo cultural. El sismo cultural fue el de
Freud, Dadá en todo caso sería el antecedente directo del último Lacan. Dadá
exuda fuga de sentido, anudamientos y desanudamientos, profetiza tiempos del
Otro que no existe, siendo los primeros en plantear a su manera “la crisis de las normas y la agitación de lo real”. Tagle nos lo trae a
BORDES, lo contextualiza, lo vehiculiza en un eso que se
escribe, se diga, que sea escuchado por los psicoanalistas. De eso habla en 5
puntos, que estamos seguros llevarán a reflexión por nuestros colegas. Qué
mejor para ilustrar ello que la cuna de Dadá en la mano de dos grandes artistas
como Max Ernst y Arp en ese cadáver exquisito que hace alusión al nido de Dadá.
Por otra parte dos asociados nos traen sus reflexiones sobre trabajos
publicados en números anteriores. Fernando Eseverri plantea
que Aguirre Fuentes imagina a Lacan, en mayo del 68, repitiendo ante los
estudiantes el gesto del Moisés de Miguel Ángel. Nos trae una interesante
afirmación de Chesterton: “El problema es que cuando el hombre deja de creer en
Dios, no es que pase a creer en nada, sino que pasa a creer en cualquier cosa”,
señalando cómo en la actualidad, para muchos, también la ciencia se ha
convertido en una cuestión de fe. ¿Qué respuesta puede darle un
psicoanalista a quienes parecen no querer saber nada de su división subjetiva?
– nos pregunta Eseverri – y nos recuerda que el psicoanálisis no es
revolucionario sino subversivo en tanto separa al sujeto de las verdades
colectivas y lo devuelve a su enunciación. Ramón Ochoa, por su parte, continua con el interesante artículo de
Mario Elkin Ramírez, destacando aspectos de esas muñecas de alambre, en su anhelo
de encontrar un amor antes que pasen de moda “como los objetos que ofertan”,
bellísima expresión que deja al descubierto la conjunción no relación sexual –
objeto.
-------
Abordajes
Patricia
Tagle Barton
NEL Lima
“¿Cuándo se leerán los libros por sí mismos,
sin
la ayuda de los lectores?”
Paul Eluard
1.
Uno de los
problemas centrales que se nos presenta a los practicantes del psicoanálisis
hoy es cómo abordar los nuevos síntomas que aparecen como efecto de “la crisis
de las normas y la agitación de lo real”; allí, precisamente donde “las
palabras y los cuerpos se separan en la disposición actual del Otro de la
civilización.”[i]
Por lo
tanto, ir a contramano de la disposición actual de la civilización supone
operar en la vía de restituir el empalme entre las palabras y los cuerpos, pero
¿por qué vías?
2.
Si bien lo
real, como indica Lacan en el Seminario 23[ii], no es más que un cogollo cuyo estigma es no enlazarse con nada, se
trata también de un cogollo “en torno del cual el pensamiento teje
historias…”; y es justamente este entramado y este tejido el que se ve
afectado hoy, dejando a los sujetos en una deriva simbólica y bajo el imperio
del plus de gozar. Cuerpos sufrientes que devienen lienzos mudos, con marcas
inscriptas, pura marca y puro goce, sin sujeto ni autoría, pero también
sin lectores.
3.
Que eso se
escriba, que eso se diga, que eso diga algo,
y que eso sea escuchado, es a mi juicio la tarea frente a la
cual nos encontramos, como psicoanalistas, hoy. Es así como entiendo la
orientación a lo real que anima nuestra práctica, donde, como señala Mauricio
Tarrab: “Lo que de la orientación a lo real debe traducirse en el acto
analítico, es el esfuerzo de aislar ese trozo alrededor del cual gira una vida,
que la determina más allá de cualquier envoltura imaginaria o simbólica, más
allá de cualquier semblante.” [iii] Pero, asimismo, aislar ese trozo de
real supone antes haber hecho emerger el texto, la trama que lo rodea, y en la
cual el sujeto está inmerso, trama de la cual no sabríamos nada sin antes
invitarlo a transitar por esas muchas vueltas dichas del decir.
4.
La
orientación al sinthome, hacia la cual nos conduce la última enseñanza de
Lacan, apunta a la inscripción contingente de un rasgo absolutamente singular
para cada parlêtre, el UNO, solo.
Ahora bien,
ese UNO, que es el uno solo, aislado, ¿puede acaso saberse, leerse incluso, sin
un Otro?
5.
Aún en la
época de la inexistencia del Otro, es por el sesgo de la demanda dirigida a un
analista que ese lugar puede ser restituido, a condición de que el analista le
“dé cuerpo".
Un “dar
cuerpo” que debe encontrar sus vías y su invención en las coordenadas
específicas de cada caso, pero que compromete la apuesta radical del
practicante por el acto analítico. Una tarea que, a mi juicio, no puede
prescindir de la erótica de la transferencia.
[i] LAURENT, Eric. “Hablar con el propio síntoma, hablar con el propio
cuerpo”, Argumento del VI ENAPOL
Ver más en: Bordes 15 -
No hay comentarios:
Publicar un comentario