3 de septiembre de 2013

Bordes 15 -

Switzerland, Birth-Place of Dada (1920)
Max Ernst
 BORDES
No. 15
8 de Agosto de 2013

Boletín de la NEL hacia el VI Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana
XVIII Encuentro Internacional del Campo Freudiano

HABLAR CON EL CUERPO
LAS CRISIS DE LAS NORMAS Y LA AGITACIÓN DE LO REAL

Buenos Aires, 22 y 23 de noviembre de 2013

EN ESTE BOLETÍN:
                     Editorial.- Johnny Gavlovski E.
                     Abordajes.- Patricia Tagle Barton

OPINIONES Y COMENTARIOS:
Comentario de Verdades colectivas y experiencia de la palabra.- Fernando Eseverri

Comentario “Las Chicas de Alambre”.- Ramón J. Ochoa Brando

EDITORIAL
Johnny Gavlovski E
NEL Caracas

Patricia Tagle empieza por Eluard. Sigue el ejemplo de Lacan, al principio él y Dalí. Pero antes de Dalí fue Dadá y antes de Dadá el descubrimiento del inconsciente. Los surrealistas querían que Freud fuera su Pope y decían que Dadá hacia terrorismo cultural. El sismo cultural fue el de Freud, Dadá en todo caso sería el antecedente directo del último Lacan. Dadá exuda fuga de sentido, anudamientos y desanudamientos, profetiza tiempos del Otro que no existe, siendo los primeros en plantear a su manera “la crisis de las normas y la agitación de lo real”. Tagle nos lo trae a BORDES, lo contextualiza, lo vehiculiza en un eso que se escribe, se diga, que sea escuchado por los psicoanalistas. De eso habla en 5 puntos, que estamos seguros llevarán a reflexión por nuestros colegas. Qué mejor para ilustrar ello que la cuna de Dadá en la mano de dos grandes artistas como Max Ernst y Arp en ese cadáver exquisito que hace alusión al nido de Dadá.

Por otra parte dos asociados nos traen sus reflexiones sobre trabajos publicados en números anteriores. Fernando Eseverri plantea que Aguirre Fuentes imagina a Lacan, en mayo del 68, repitiendo ante los estudiantes el gesto del Moisés de Miguel Ángel.  Nos trae una interesante afirmación de Chesterton: “El problema es que cuando el hombre deja de creer en Dios, no es que pase a creer en nada, sino que pasa a creer en cualquier cosa”, señalando cómo en la actualidad, para muchos, también la ciencia se ha convertido en una cuestión de fe.  ¿Qué respuesta puede darle un psicoanalista a quienes parecen no querer saber nada de su división subjetiva? – nos pregunta Eseverri – y nos recuerda que el psicoanálisis no es revolucionario sino subversivo en tanto separa al sujeto de las verdades colectivas y lo devuelve a su enunciación. Ramón Ochoa, por su parte, continua con el interesante artículo de Mario Elkin Ramírez, destacando aspectos de esas muñecas de alambre, en su anhelo de encontrar un amor antes que pasen de moda “como los objetos que ofertan”, bellísima expresión que deja al descubierto la conjunción no relación sexual – objeto. 


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Abordajes

Patricia Tagle Barton
NEL Lima



                                                                           “¿Cuándo se leerán los libros por sí mismos,
                                                     sin la ayuda de los lectores?”
                                                                                                                             Paul Eluard

1.

Uno de los problemas centrales que se nos presenta a los practicantes del psicoanálisis hoy es cómo abordar los nuevos síntomas que aparecen como efecto de “la crisis de las normas y la agitación de lo real”; allí, precisamente donde “las palabras y los cuerpos se separan en la disposición actual del Otro de la civilización.”[i]

Por lo tanto, ir a contramano de la disposición actual de la civilización supone operar en la vía de restituir el empalme entre las palabras y los cuerpos, pero ¿por qué vías?

2.

Si bien lo real, como indica Lacan en el Seminario 23[ii], no es más que un cogollo cuyo estigma es no enlazarse con nada, se trata también de un cogollo “en torno del cual el pensamiento teje historias…”; y es justamente este entramado y este tejido el que se ve afectado hoy, dejando a los sujetos en una deriva simbólica y bajo el imperio del plus de gozar. Cuerpos sufrientes que devienen lienzos mudos, con marcas inscriptas, pura marca y puro goce, sin sujeto ni autoría, pero también sin lectores.


3.

Que eso se escriba, que eso se diga, que eso diga algo, y que eso sea escuchado, es a mi juicio la tarea frente a la cual nos encontramos, como psicoanalistas, hoy. Es así como entiendo la orientación a lo real que anima nuestra práctica, donde, como señala Mauricio Tarrab: “Lo que de la orientación a lo real debe traducirse en el acto analítico, es el esfuerzo de aislar ese trozo alrededor del cual gira una vida, que la determina más allá de cualquier envoltura imaginaria o simbólica, más allá de cualquier semblante.” [iii]  Pero, asimismo, aislar  ese trozo de real supone antes haber hecho emerger el texto, la trama que lo rodea, y en la cual el sujeto está inmerso, trama de la cual no sabríamos nada sin antes invitarlo a transitar  por esas muchas vueltas dichas del decir.

4.

La  orientación al sinthome, hacia la cual nos conduce la última enseñanza de Lacan, apunta a la inscripción contingente de un rasgo absolutamente singular para cada parlêtre, el UNO, solo.

Ahora bien, ese UNO, que es el uno solo, aislado, ¿puede acaso saberse, leerse incluso, sin un Otro? 

5.

Aún en la época de la inexistencia del Otro, es por el sesgo de la demanda dirigida a un analista que ese lugar puede ser restituido, a condición de que el analista le “dé cuerpo".

Un “dar cuerpo” que debe encontrar sus vías y su invención en las coordenadas específicas de cada caso, pero que compromete la apuesta radical del practicante por el acto analítico. Una tarea que, a mi juicio, no puede prescindir de la erótica de la transferencia.




[i] LAURENT,  Eric. “Hablar con el propio síntoma, hablar con el propio cuerpo”, Argumento del VI ENAPOL
[ii] LACAN, Jaques. “El Seminario 23, el Sinthome”. Bs. As, Paidós  2006, p. 121
[iii] TARRAB, Mauricio. “Un corte en el tiempo del fantasma” en Ornicar Digital

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