26 de noviembre de 2013

UnReal 4

Boletín de la NEL hacia el IX Congreso de la AMP
Nº 4
  26 de noviembre de 2013



Editorial
Mercedes Iglesias

Nos encontramos nuevamente con dos reflexiones en torno a lo real que destacan puntos importantes que muchas veces olvidamos. El texto de Clara Holguín señala que el sueño de Lacan fue la invención de lo real como un modo de salir del totalitarismo de lo universal que intenta uniformizar y establecer ´un para todos´. Al establecer un  real singular y contingente de cada quien no solo se está dando un lugar al cada uno, sino también como muy bien señala la autora, la emergencia de este  real supone un ´más de vida´. Este más de vida solo puede obtenerse mediante una práctica analítica que permite advenir lo que de otro modo quedaría fuera.

Por otra parte, el texto de Susana Strozzi muestra cómo lo real sin ley debe ser analizado en términos de nuestra época y nuestro malestar. Señala que muy bien podríamos estar frente a un impasse del psicoanálisis. Y, así sostiene qué condiciones y contextos deben incluirse en la lógica señalada por Miller cuando insta a poner al día la práctica psicoanalítica. Pero la autora destaca que lo que puede parecer un fracaso termina siendo la única posibilidad de un éxito posible. Un éxito que estaría dado por la emergencia de un real singular.



UnReal. El sueño de Lacan
 Clara María Holguín

El sueño de Lacan no es el sueño de Freud, el sueño del Edipo. Jacques-Alain Miller  calificó lo real como un sueño de Lacan, una suerte de idea límite a la inclinación delirante del psicoanálisis que consiente en dar en todo “una preferencia [al] inconsciente”.1

A la verdad del descubrimiento de Freud, Lacan responde con su invención de lo real. UnReal deja de lado el totalitarismo de lo universal en beneficio de la singularidad del Uno.
El Uno, tiene respuesta en lo Real. Frente al encuentro contingente con el goce, la respuesta también contingente y singular, se experimenta –como la angustia– como lo que no engaña. Es del orden de la ex-sistencia, de lo que hay: El sinthoma.2

El sueño de Lacan nos invita a abordar una práctica del psicoanálisis a partir de la dimensión del goce, de lo “material”, de lo real del goce que es el Uno-completamente-solo que se repite. ¿Cómo abordar la practica a partir de esta zona que es sin sentido y sin garantía, sin ley, sin orden?

Para dirigirse a la singularidad del Uno, a lo incomparable, es necesario introducir un sentimiento de vida. El encuentro con el analista supone, mas allá del sentido de la vida puesto en juego, zafarse del goce-sentido, para restituir y presentificar siempre esa dimensión “que se olvida detrás de lo que se dice”, “el mas de vida”, encarnación de esta presencia que testimonia del impacto de lalengua sobre el cuerpo.3 Las intervenciones del analista, como leemos en el último boletín de ENAPOL,4 “son piezas sueltas, funcionan como Uno solo, siendo afines con la estructura del sinthome”.

Hay de lo Uno en el más allá del pase, ya no marcado por el deseo del analista, sino, por otra función… apunta a discernir al ser hablante en su soledad, ficción que tendrá que poner a trabajar en su práctica como psicoanalista.
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1. Lacan, J., Seminario 24, “L’Insu que sait de l’une-bévue s’aile à mourre”, clase del 14 de diciembre de 1976, Ornicar? Nº 13, p. 15.
2. Laurent, É., III Coloquio de la Orientación Lacaniana. En referencia al libro Sutilezas analíticas de Jacques-Alain Miller, EOL-Grama, Buenos Aires, p. 54-55.
3. Laurent, É., III Coloquio de la Orientación Lacaniana. En referencia al libro Sutilezas analíticas de Jacques-Alain Miller, EOL-Grama, Buenos Aires, p. 37.
4. Pimenta,  C. A., “Lo impronunciable del cuerpo en la experiencia analítica”, Texto a cuerpo, Boletín Nº 65  del VI ENAPOL.



Un comienzo en el comienzo: de lo real a Un real
Susana Strozzi

En su intervención para presentar el tema del IX Congreso, Jacques-Alain Miller anunció el programa: …la puesta al día de nuestra práctica analítica, de su contexto, de sus condiciones, de sus coordenadas inéditas en el siglo XXI, cuando crece lo que Freud llamaba ‘el malestar en la cultura’ y que Lacan descifraba como los callejones sin salida de la civilización.”  

Me detengo en la secuencia: “contexto”, “condiciones”, “coordenadas inéditas del siglo XXI”. Reiteración y despliegue que señalan, con todos sus matices, una modalidad civilizatoria diferente de todo lo anterior en la historia de la humanidad, y que podría ser – ¿por qué no? – un impasse definitivo. 

Miller planteó en Comandatuba la posibilidad lógica de un discurso que, sin serlo, sería una escritura de la época, cualquiera sea el nombre que a ésta le demos. Pero que, al superponerse en él la localización de sus elementos con los del discurso analítico, nos proporciona la orientación para hablar de las “condiciones” de la puesta al día de nuestra práctica y también la de sus “coordenadas”. El “sin valor” y el “fracaso” del psicoanálisis atestiguan lo imposible y con ello dan a la contingencia todo su esplendor; “hace que no podamos decir que el fracaso sea la ley de lo real”.1Simplemente porque “lo real es sin ley”. Pero, el encuentro con Un real que orienta nuestra práctica siempre es, por su contingencia, singular para cada uno. Condición de un fracaso que es condición de un éxito… posible.
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1. Miller, J.-A., “Una fantasía”, Revista Lacaniana de Psicoanálisis Nº 3, EOL/Grama, Buenos Aires, 2005.




Comisión Editorial Boletín UnReal

María Hortensia Cárdenas
Mercedes Iglesias 
Ana Viganó

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