15 de abril de 2014

La Gran Conversación de la Escuela Una - Mirta Vázquez de Teitelbaum

 Flashes

                                                                  Sobre los grupos

                                                          Mirta Vázquez de Teitelbaum

Soy miembro de la EOL y me preocupan los "grupos" ya que considero que hay en ellos algo inercial que termina parasitando a las instituciones.

En la Argentina toma la forma del "amiguismo" y/o la "ley del acomodo". Quizás por eso damos dos sentidos a la palabra grupo: conjunto y mentira. De allí el chiste acerca de las “terapias de grupo" que proliferaron en los años 70.

Hace un tiempo que entiendo a la Escuela como una institución que “no es como las otras”. Es decir que,  más allá del pase, su funcionamiento depende de quienes trabajan en diversas tareas.  Sabemos,  desde Freud, que la estructura grupal corresponde a la psicología de las masas. Se basa en la identificación horizontal entre sus miembros y vertical con quien se ubique como el ideal.   

En algún momento se discutió el tema en la EOL, y se pensó en lo inevitable de los efectos de grupo oponiéndolos a fenómenos de grupo. Lo que es cierto. Pero también es real que el tiempo puede  cristalizar esos efectos durante  lapsos prolongados.  

Por eso considero que es bienvenida la idea de trabajar sobre la instalación y permanencia de los grupos en las Escuelas. 

Tomo dos referencias de Lacan, interesado en disolver este fenómeno: la creación del cartel (“pequeño grupo de investigación... renovación cada dos años para que "no se pegoteen") y  "la obscenidad del grupo".

Interpreto que el “pegoteo”  remite a cierta adhesividad libidinal que no permite que circule libremente la transferencia de trabajo en una Escuela. 

Por eso me parece que  una Escuela debe abrir, cada tanto, la discusión y el debate acerca de la conveniencia de que haya o no grupos constituidos sin límite de tiempo. 

Lo considero, también,  un asunto de política de escuela en tanto se desee realizarla en sintonía con el discurso que la habita. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario