Juan
Fernando Pérez
Que se exploren en la Escuela los enlaces
existentes entre las dos problemáticas consideradas bajo el título indicado, es
decir, entre los síntomas contemporáneos de un lado y el goce femenino del
otro, es el objetivo de la Comisión Científica de las Jornadas de Lima al
proponer el tema así designado.
Cabe allí una primera pregunta: ¿todos los síntomas
contemporáneos ponen en juego el goce femenino? En tanto este goce parece ser
ineludible en la experiencia humana, podría por tanto responderse que sí, por
definición; que, como en todo síntoma, contemporáneo o no, el goce femenino
siempre está en juego. En ese sentido se trata entonces más precisamente de
explorar la especificidad contemporánea del goce femenino en los síntomas
propios de la época. ¿Cuáles son estos?
Cuando se habla de síntomas propios de la época a
menudo se toman como referencia a las adicciones y las toxicomanías. He ahí un
campo de trabajo: toxicomanías, adicciones y goce femenino. Y es sabido que
cuando se habla de adicciones no solo se trata de aquellas que se producen en
función de ciertas substancias tóxicas, sino que éstas se producen a partir de
hechos muy diversos: de las cirugías, del juego, de internet y de muchos otros
hechos más. Lo que se reconoce en las adicciones, es decir, lo que Miller llamó
“el frenesí del no-todo”, esa forma de goce re-iterativa, sin sentido, ¿es lo
propio del goce femenino allí presente? Queda así esbozado un campo de trabajo
en torno a la temática general propuesta.
En el mismo sentido se propone también, por
ejemplo, explorar la histeria contemporánea. La histeria hoy ya no se presenta
bajo aquellas modalidades extraordinarias de convulsiones extravagantes, de
parálisis, de ciertas formas de desmayos, etc., que interrogaron tanto al siglo
XIX y que permitieron a Freud inventar el psicoanálisis, sino que hoy se
presentan bajo formas diferentes. Han aparecido nuevas modalidades de la
histeria, y la medicina quiere hacer de ellas entidades clínicas
independientes. Se habla en esa perspectiva de disautonomía, de fibromialgias,
de ataques de pánico, de fatiga crónica y de otros fenómenos en los cuales el
goce femenino parece esencial para entender sus lógicas. He allí otro campo de
trabajo.
Cortes en el cuerpo, anorexias, delirios discretos
y estabilizadores, invasión de la pornografía en el ejercicio de la sexualidad,
son, entre otros, ejemplos de los síntomas de la época. ¿Qué función tiene allí
el goce femenino?, es la cuestión. Lima seguramente permitirá escuchar algunas
respuestas que la NEL propondrá a lo señalado.
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Para mayor información, Usted puede acceder a:
Twitter: @JornadasNELima
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